Medicina en América Latina: Colombia a la vanguardia

Claudia Arias
Para predecir el futuro, nada mejor que echar un vistazo a la tendencia: hace cinco años, uno de cada 200 turistas extranjeros que venía a Colombia lo hacía por un tema de salud. Hoy es uno de cada 100. Diagnóstico: la medicina colombiana goza de excelente salud. Pronóstico: seguirá mejorando a un ritmo superior a la media mundial.
Lejos de dormirse en sus laureles, las instituciones médicas colombianas, tan renombradas por sus logros en trasplantes, oftalmología y cirugía estética, entre muchos otros, se mantienen en la senda de las tecnologías de punta al servicio de la salud de nativos y foráneos. Aunque muchos desarrollos irán paralelos a adelantos mundiales como la telemedicina o la genómica, en otros tendrá un papel especialmente destacable.
El pulso fino de los robots
Además de las manos de los cirujanos, los colombianos tenemos ahora robots capaces de realizar procedimientos cada vez más complejos. Desde 2009, la Clínica Marly, en Bogotá, cuenta con el robot DaVinci Intuitive, que permite realizar cirugías laparoscópicas más seguras y menos invasivas que las cirugías abiertas.
El trabajo inicial se hizo en cirugía urológica –cáncer de próstata y riñón–, pero la tecnología ya se ha llevado a otras especialidades y se espera que cada día este robot esté presente en más procedimientos. De hecho, hoy la clínica utiliza la cirugía robótica para cirugías torácica y ginecológica, y empieza a explorar el terreno para cirugías avanzadas de abdomen, cabeza y cuello.
Según Luis Eduardo Cavelier Castro, director de la institución, la cirugía robótica, al ser menos invasiva, reducirá las posibles complicaciones de las cirugías convencionales. Para tranquilidad de los escépticos de la tecnología, en estas cirugías siempre estará el médico presente manipulando el aparato.
De la ingle a la cabeza
Un ejemplo de la sofisticación de las cirugías para tratar el cáncer es la realizada por el Hospital Universitario de San Vicente de Paúl, de Medellín, para el tratamiento del retinoblastoma, el tumor intraocular maligno más frecuente en la infancia.
Desde agosto de 2011 la institución comenzó a llevar a cabo un procedimiento denominado quimioterapia intraarterial oftálmica (quimiocirugía), que consiste en introducir un microcatéter por la ingle para llevarlo, vía arteria femoral, hasta la carótida en el cuello y alcanzar desde allí la arteria del ojo.
Una vez allí, inyecta el medicamento de quimioterapia para tratar el tumor ocular. La mayor ventaja del procedimiento es que evita la extracción del ojo o, en el mejor de los casos, los eventos adversos asociados a la quimioterapia sistémica (en todo el cuerpo). Hasta ahora, esta técnica se ha realizado en 21 niños con 24 ojos afectados. Este procedimiento solo se efectúa en 32 países en el mundo. A mediano plazo, el hospital espera convertirse en el centro de referencia de esta intervención en Latinoamérica.
Cirugía en el vientre materno
Si el mañana de la humanidad está en los niños, el pasado mañana está en los fetos. Pensando en ellos, la Fundación Valle del Lili, de Cali, se mantendrá a la vanguardia en cirugía fetal, un área nueva de la ginecología y la obstetricia que se encarga del tratamiento quirúrgico de las enfermedades fetales, con procedimientos que se realizan en el vientre materno.
La intervención oportuna no solo evita la muerte, también pone a salvo al futuro niño de lesiones que habrían sido irreversibles en otra etapa de la vida. A la fecha, la institución caleña ha realizado tres cirugías fetales intrauterinas, con buenos resultados. La apuesta es que en unos años el programa se consolide en el suroccidente colombiano para ofrecer a los pacientes la posibilidad de tratamientos de vanguardia.
Dientes para verte mejor
El ámbito de la oftalmología no es ajeno a la oferta futurista, más aún cuando promete que las personas con un tipo de ceguera podrán ver a través de uno de sus dientes. Así es. La Clínica Barraquer, de Bogotá, en los últimos dos años ha dedicado gran parte de su esfuerzo a la osteo-odonto-queratoprotesis modificada (Mookp, por sus siglas en inglés), procedimiento para devolverles la visión a personas con ceguera corneal.
Aunque el trasplante de córnea puede ser la solución, no siempre funciona por el posible rechazo inmunológico. Esta operación consiste en extraer un diente del paciente, retirarle la corona y taladrar un agujero de 3 mm en el centro.
Este se implanta por tres meses debajo de la piel del ojo que no será operado (se opera uno a la vez) para que el cuerpo la recubra con tejido propio. Mientras tanto, se prepara la superficie del ojo reconstruyéndola y cubriéndola con mucosa de la boca (del cachete).
A los tres meses se retira el diente, se abre la mucosa que recubre el ojo y se implanta haciendo un pequeño agujero en la córnea, donde se introduce el cilindro óptico, que se deja parcialmente expuesto para que el paciente pueda ver. A la fecha la clínica ha realizado cuatro de estas cirugías.