¿Qué es la cromoterapia y cómo funciona?
Revista Diners
Publicado originalmente en Revista Diners No. 331, octubre de 1997.
Desde hace siglos, los alquimistas no sólo buscaron el elíxir de la eterna juventud sino que también diseñaron vitrales de iglesias cuyo fin no era exclusivamente decorativo ni para que los fieles pasaran las largas misas en latín “distrayendo el ojo”. En realidad les atribuían poderes curativos. Tenían la idea de que la persona entraba enferma por la puerta principal del templo y salía curada. Seguramente nadie apostaría mucho por esta teoría, ni en esa época ni ahora. Sin embargo, la cromoterapia logra, a través de filtros de colores -vidrios o transparencias-, nivelar dolencias físicas y emociona- les. Con esta técnica se intenta desactivar aquellos recuerdos negativos (conscientes o inconscientes) que tanto desequilibran el comportamiento humano.
Se parte del concepto según el cual el hombre es un campo electromagnético y lo afectan otros campos electromagnéticos (televisión, radio, computadores, luces, transformadores, entre otros) que alteran diversas partes de su cuerpo. Otro punto importante de tratamiento se dirige a transformar las ondas internas que el mismo individuo genera y que perjudican su organismo, debido al poder. del cerebro que es infinito: cualquiera de los dos hemisferios del cerebro, sea el izquierdo que maneja los sentidos, o el derecho que dirige las emociones, genera recuerdos negativos. Cuando se produce una emoción fuerte, inmediatamente el cerebro se altera, y por ende el cuerpo que está bajo su poder. Vale la pena aclarar que todos los recuerdos se almacenan, algunos se desactivan rápido pero otros permanecen incrustados.
Cómo se “aplican” los colores
Antes de comenzar a trabajar el terapista tiene una charla con el paciente, en la que hablan sobre lo que afecta a este último y sobre su vida en general. Así se establece, por ejemplo, si es celoso, si sufre de ira, etcétera. En la sesión de cromoterapia, que dura una hora, el paciente debe estar relajado (acostado) y se le cubren los ojos para evitar elementos distractores. Luego se comienza a balancear su energía colocándole filtros de diferentes tonalidades sobre el cuerpo, de manera que la vibración del color se introduce en el campo electro- magnético. Los colores, por poseer longitud de onda, cambian el campo electromagnético
del paciente para balancearlo. Por eso, mediante su uso, los “malos” recuerdos se recuperan y des activan. Además, todo recuerdo tiene una carga positiva o negativa, afirma Giovanni Ciardelli Fadul. economista cartagenero que se curó hace muchos años con esta técnica y que se dedicó a estudiarla.
El color desempeña el papel protagónico, por eso si lo que necesita el paciente es energía se utiliza la gama de verdes; si requiere tranquilidad, azules y violetas; para lograr efectos curativos, amarillos, naranjas y rojos (que tienen la longitud de onda más alta), y para lograr tranquilidad “espiritual” el violeta (que tiene la longitud de onda más baja).
Qué se trabaja en cada sesión
Aunque se le da prelación a la “dolencia” que más esté perjudicando la persona, se realizan de cuatro a diez sesiones –dependiendo del campo electromagnético que esté afectado–. Sin embargo, hay personas que necesitan más sesiones. El orden que se sigue generalmente es el siguiente:
Primera: miedo, terror tanto al fracaso como al éxito.
Segunda: rabia e ira.
Tercera: tristeza y depresión.
Cuarta: angustia, ansiedad, culpa, rencor, celos.