8 cosas que aprendí al salir de mi zona de confort
Alejandra Jaramillo
El ser humano es un animal de costumbres; la zona de confort lo hace sentir seguro, un trabajo fijo, personas conocidas, lugares familiares. Pero, ¿y si todo cambia?
Aunque me gustan los riesgos, no estaba acostumbrada a salir de mi zona de confort, sin embargo la vida da muchas vueltas y terminé en situaciones que de una u otra manera me obligaron a emerger de todo lo conocido, cómodo y cotidiano.
Hoy cuando miro hacia atrás agradezco cada momento que fui apartada de lo familiar, ya que de estas experiencias crecí y aprendí.
“Vuélvase amigo de personas que no tienen su edad, ande con personas que no hablen su mismo idioma, conozca a alguien que no venga de su misma clase social, así es como se ve el mundo, así es como se crece”.
Esta frase de la página web Intelligence is Sexy, define en gran parte lo que significa abrir la mente y hacer cosas que no acostumbramos hacer. En el camino han sido los lugares, personas y situaciones fuera de mi zona de confort, las que me han dejado grandes lecciones, a continuación las cosas más importantes que aprendí.
Soy capaz de todo, puedo con cualquier reto y tengo la fuerza en mí para superar y conquistar todo lo que me proponga
Cuando salimos de nuestra zona de confort nuevos retos son puestos en nuestro camino y con los retos nuevas habilidades son requeridas, ante la necesidad muchas capacidades surgen llevándonos a desarrollar nuevas cualidades, que nos hacen saber que tenemos el poder de afrontarlo todo.
No existe una verdad absoluta ni una sola manera de hacer las cosas
Un solo hecho puede tener muchas verdades, una misma finalidad puede tener muchos caminos, la maravilla del mundo se encuentra en la diversidad de pensamientos y culturas, que nos permite escoger, cuestionar y salir de la zona de confort ante nuestras opiniones y acciones, escuchar nuevas ideas de personas que no piensan como uno abre la mente hacia nuevas posibilidades y visiones.
La sabiduría tiene muchas caras y muchas edades
Escuchando las opiniones de gente de distintas edades y culturas, comprendí que las palabras de un niño pueden cargar la misma sabiduría de un adulto, de los niños he aprendido comprensión, humildad y la importancia de la consciencia social y ambiental, con muchos adultos he aprendido sobre tolerancia, igualdad, dignidad y perdón.
El mundo está lleno de gente maravillosa
Estar con personas conocidas con las que compartimos cosas en común es cómodo y placentero. Sin embargo las veces que me arriesgue a hacer un plan distinto con personas desconocidas, viví las mejores experiencias y agregue a mi vida maravillosas personas que estarán por siempre en mi corazón, ya que cada una de ellas aportó una importante lección en mi vida.
No soy perfecta, tengo defectos, puedo reconocerlos y puedo mejorarlos
Al estar en situaciones desconocidas puede que nos sintamos extraños, amenazados o poco a gusto. En estos momentos reacciones o comportamientos inesperados pueden surgir, y evaluar nuestras propias reacciones, mirarnos en un espejo honesto, nos lleva hacia un crecimiento personal dirigido hacia ser mejores.
Las personas sí cambian
Por historias que vi o que viví, aprendí que cuando alguien está rodeado de amor y tienen voluntad pueden surgir cambios inesperados.
Dar oportunidades a personas que generalmente no lo haría me llevó a conocer muchas de las personas que más admiro. Esto sobre todo implica salir de la zona de confort.
Reconocí mis miedos y conocí mi lado oscuro
Mis inseguridades y miedos fueron más fáciles de percibir en los momentos que no me sentí cómoda, mis reacciones ante situaciones desconocidas no siempre fueron acertadas.
Analizar nuestros comportamientos fuera de nuestra zona de confort, lleva a una comprensión más profunda de nuestros miedos e inseguridades y cómo superarlos.
Aprendí a aceptar
Al salir de nuestra zona de confort muchas cosas están fuera de nuestro control, lograr manejar la ansiedad de no controlarlo todo. Me enseñó a que muchas veces no se necesita un plan sino simplemente, respirar, aceptar y dejar ir.
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