Conozca cuatro proyectos innovadores de Colombia que contribuyen al Hambre Cero

Óscar
Reducir las tasas de hambre para 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas, pero sobre todo es una necesidad mundial que necesita ser resuelta a pesar de la pobreza, la inseguridad alimentaria y sobre todo ahora cuando la guerra en Ucrania ha recrudecido la hambruna a nivel mundial.
Ante este panorama nacen comunidades que sueñan con un mundo donde los niños, adultos y ancianos no tengan que morir de hambre, sobre todo en una región como América Latina y Caribe que es conocida por tener árboles frutales, fuentes de agua potable y toda una variedad de recursos naturales para convertirse en potencia mundial.
A esto se le suma la puesta en marcha del Hub de Innovación regional llamado HZero que proporciona una plataforma que conecta el trabajo del Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés), facilitando recursos con el fin de apoyar innovaciones que creen un impacto positivo en los territorios de América Latina y el Caribe.
Este año, cuatro proyectos colombianos fueron elegidos para recibir hasta $50.000 dólares para acelerar su desarrollo con apoyo técnico personalizado, acceso a la red internacional de aliados y expertos del WFP. A los proyectos nacionales se le suman innovaciones de Cuba, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Perú.
En Diners, le presentamos los proyectos innovadores de Colombia para que se sume a su propósito y sea parte del Hambre Cero en el continente:
1. Bancalimentos
Elegida entre más de 200 proyectos de 14 países de América Latina y El Caribe, esta empresa, liderada por la boyacense Olga Bocarejo, creó un sistema bancario donde le ofrece a familias rurales y poblaciones menos favorecidas pueden financiar sus alimentos y seguros con residuos que terminan en los principales botaderos de Colombia.
Este sueño comenzó cuando Bocarejo trabajaba como empleada del servicio doméstico en Bogotá -lejos de su esposo y sus hijos en Sotaquirá (Boyacá), a quienes solo podía ver una vez al mes-. En sus noches para distraer su soledad empezó a leer libros de economía en la casa donde trabajaba, que le ayudaron a gestar la idea de volver a su tierra y ayudar a los agricultores y las personas menos favorecidas a tener un sistema para alimentarse de forma segura.
“En 2016 nos ganamos el premio Ventures por ayudar a superar la pobreza en Colombia, además de financiación desde Suecia, donde les sorprendió encontrar el primer banco capaz de recibir residuos como crédito para alimentos y seguros del agro”, cuenta Bocarejo.
Conozca más en: www.bancalimentos.co
2. Afo Acuaponía
Witiman Canacue es un joven que nació en el Putumayo pero por causas del conflicto armado en el país, terminó en el corazón de Villavicencio desarrollando esta propuesta empresarial que le apuesta a novedosos sistemas de agricultura urbana, donde utiliza un sistema novedoso en el que los peces oxigenan y llenan de nutrientes el agua que a su vez se utiliza para alimentar las hortalizas que luego se venden a un precio justo y de forma sostenible.
Lo más interesante es que Canacue utiliza sus conocimientos ancestrales y la tecnología del momento para hacer de su proyecto un sistema para replicar en toda América Latina y el Caribe.
“En Colombia hay muy pocos proyectos en este tema y el conocimiento era muy científico, así que desglosamos ese vocabulario y lo llevamos a un modelo de negocio que fuera rentable. Y todo nació a raíz de un problema familiar porque empecé a ver la calidad de los alimentos que llegan a la mesa y resulta que están llenos de pesticidas y sustancias químicas que afectan nuestro organismo. Por eso, entendí que se pueden hacer cosas diferentes y bien hechas”, comenta Canacue, quien busca con su proyecto beneficiar a personas en condición de vulnerabilidad alimentaria, así como a los pequeños agricultores, mujeres indígenas rurales, niños y niñas menores de 12 años.
3. Siembraco
Yuly Andrea Galindo y Camilo Ramos son una pareja que viene del mundo bancario pero con raíces en el campo colombiano. Durante la pandemia se dieron cuenta que el tema de la Seguridad Alimentaria estaba más cerca que nunca de las grandes ciudades de Colombia, por lo que empezaron a desarrollar una plataforma donde los pequeños agricultores pueden vender sus productos a un precio justo.
“La realidad de nuestros campesinos es que están en incertidumbre total por el desequilibrio de los precios de un día a otro, entonces ver que Siembraco podía generar esa estabilidad hizo que nuestra idea y plataforma fuera flexible ante esas posibilidades y llegar a cambiar la vida de esas personas que queremos impactar. Esto nos ha permitido tener presencia en Guatemala que presenta similitudes con el agro colombiano porque han olvidado su tradición, así como pocas vías de acceso y poco desarrollo tecnológico en las tierras”, cuenta Yuly Andrea Galindo.
4. CliMapp
Este proyecto interno de WFP con base en Colombia genera diversos sistemas digitales de alerta temprana impulsados por el conocimiento ancestral a nivel comunitaria. Este sistema alerta a los agricultores y personas interesadas en los cambios impredecibles del clima, con el fin de salvar sus cosechas o tomar las acciones necesarias a tiempo.
“Para que todos podamos recibir una comida nutritiva, necesitamos anticiparnos ante cualquier emergencia relacionada con lluvias o temporadas secas. Por eso, tenemos una iniciativa para entender cómo funciona nuestro agro y en el que todos podemos aportar nuestro apoyo para crear las bases para una sólida seguridad alimentaria en Colombia”, cuenta María Camila Posada, vocera de CliMapp.