Chiquita: así es el bar gay de Medellín que abrió en un antiguo teatro de Bogotá
Adrián David Osorio Ramírez
A unos metros de la entrada de Chiquita, el nuevo bar gay de Bogotá, se encuentra un letrero que anuncia su política de espacio seguro: “este es un lugar donde todxs pueden sentirse libres al expresarse como lo deseen, siempre y cuando esto no comprometa la libertad ni el bienestar de otrxs. Así que no toleramos ningún comportamiento racista, clasista, sexista, xenofobo, misógino, homofóbico y/o transfóbico”.
Luego, en otra esquina, en un letrero neón rojo se lee la frase “marika desde chiquita”. Este es el espíritu de Chiquita, el reconocido bar de Medellín que acaba de abrir una nueva sede en la Calle 79 de Bogotá, un espacio que esperan que se convierta en la casa de las drag queens de la ciudad.
Detrás de la propuesta se encuentran los paisas Juan Pablo Gómez y Nicholas Diez, dos amigos que comenzaron con la marca hace siete años. “Todo surgió como un sueño de Nicholas y yo, desde que estábamos muy pelados, de tener un bar para la comunidad LGBTIQ+ que no estuviera escondido en un sótano del centro de Medellín. Queríamos una propuesta distinta ya que él es diseñador de espacios y yo soy director de arte”, le cuenta Gómez a Diners.
Desde entonces se han hecho un nombre en la capital antioqueña y, aunque quebraron durante la pandemia, ahora la nueva locación se encuentra en la Vía Primavera de Medellín, en un espacio cuatro veces más grande que el original. Así pues, el siguiente paso de este sueño era viajar a otra ciudad.
El teatro de Chiquita
Bogotá es la primera ciudad que recibe a Chiquita fuera de su locación original, una decisión que antecede a los planes de expandirse luego a Cali y Miami. “Bogotá tiene un mercado muy diverso en sus bares, pero hace rato no hay un bar gay, como cuando nosotros vivíamos aquí. Así que vimos la oportunidad de tener un espacio pensado para la comunidad LGBTIQ+”, cuenta Juan Pablo Gómez.
La opción obvia era llegar a Chapinero, cerca de los demás bares gays de la ciudad; sin embargo, los socios se decantaron por un antiguo teatro en al Carrera 12a #79-25 con una capacidad para 400 personas, más cerca a la Zona T. Retomando ese espíritu teatral, el equipo decidió que, como Medellín es la casa de Chiquita, este sería su teatro, un espacio en el que trabajaron durante ocho meses antes de abrir.
“Acá todo tiene su explicación. Chiquita es un personaje que en realidad nunca vemos, pero que en una época de su vida tuvo un teatro y este es el argumento que tenemos en Bogotá, por eso los visitantes encontrarán personajes que representan cada uno de los géneros teatrales como, por ejemplo, a ‘La Lora’, que personifica la comedia, ‘La Gata’, el drama; ‘El Tigre’, la acción, el suspenso, entre otros”, explica Nicholas Diez, director artístico y co-fundador del bar.
La fiesta en Chiquita Bogotá
Cuando Chiquita comenzó en Medellín hace 7 años su esencia era la de un bar de cocteles para la comunidad LGBTIQ+ que tenía días dedicados a distintos generos musicales. “Nicholas y yo venimos de la electrónica y el house, y en un principio nuestro sueño era tener un bar de electrónica. En ese momento el reggaeton no estaba tan pegado como ahora. Pero decidimos ensayar con un día de plancha, otro de reggaeton y otro de house”, dice Gómez.
Sin embargo, hoy por hoy el poderío del reggaeton es claro y se refleja en convocatoria y ventas. Es por esto que el concepto de Chiquita es el ‘poperreo’, una mezcla entre los hits urbanos con los grandes clásicos de divas del pop. En Bogotá, la apuesta regresa un poco a ese sueño inicial de los socios con un espacio los sábados dedicados al house.
Además, Chiquita Bogotá busca convertirse en un exponente de los shows drags en la ciudad, por lo que escogieron como anfitriona y productora a Greta White, una de las drag queens más importantes en Latinoamérica.
“Tener este espacio multicultural en la capital le da la oportunidad a drags y demás talentos de poder pararse en un escenario y así cambiar la dinámica de la comunidad en Bogotá, pues es un lugar de encuentro, amigos y unión que la ciudad necesitaba”, cuenta Gretha White.
Por la disposición de su espacio, el bar espera próximamente incluir otros formatos además de fiesta, como stand up comedies y karaokes, todo con una oferta de cocteles que tienen una preparación previa muy elaborada, que incluye viche, aguardiente y whisky, pero que se finalizan en pocos segundos por la cantidad de demanda.
La llegada de Chiquita a Bogotá coincide además con la celebración internacional del Mes del orgullo LGBTIQ+, durante el mes de junio, por lo que tendrán diferentes eventos para unirse a la celebración.
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