Los niños de La Guajira que cargan con “el sol” en sus maletas
Revista Diners *
En la comunidad Kasushi, en La Guajira colombiana, el sol es intenso, la arena caliente y el horizonte eterno en el desierto. De noche, el frío es tan fuerte que las piedras se rompen y la oscuridad es tan absoluta que cualquier luz de conocimiento se tiene que refugiar en las brasas de la hoguera. No es como en las ciudades, en los pueblos, o en aquellos lugares donde la electricidad es costumbre y mantiene el día en medio de la noche.
En medio de esa aridez, pequeñas comunidades indígenas resisten a las inclemencias del olvido, pero como lo dice Irene Epiayú, estudiante de la Escuela Rural Kasushi, sobre su pueblo, “somos hijos del viento, la tierra y el agua. Hermanos de la luna y el sol”.
En medio de esta tierra mágica, poderosa, custodiada por estas comunidades indígenas desde hace siglos, la oportunidad de seguir trabajando o seguir estudiando se pierde en la noche. La falta de recursos básicos como el agua, las vías de acceso y la energía eléctrica representa un gran desafío para los niños de las comunidades más alejadas. Pero, irónicamente, La Guajira, por su naturaleza, por su posición geográfica, es uno de los departamentos con mayor potencial para el desarrollo de energías limpias. Y es ahí donde entra Chevrolet, que con su compromiso por la electrificación y las energías limpias, está haciendo una gran diferencia en la vida de los niños de la comunidad, específicamente a través de su programa de electrificación en el que le está entregando Kits Solares a los niños de Kasushi.
Edgar Pino es profesor de la escuela y asegura que “en la comunidad siempre buscan expandir el conocimiento, que para ellos se representa en la luz, hacia los niños para mantener viva su cultura y su conocimiento ancestral”.
Estas mochilas solares contienen un panel solar con linterna integrada, un libro de experimentos, cuadernos, lápices, colores, una mesa plegable y un set de electrónica solar 6 en 1 para experimentar con la energía. Diseñados para cargarse con cada paso a través del desierto y ser aprovechados para estudiar, experimentar y llevar luz a casa, estos Kits Escolares son una herramienta poderosa para despertar la curiosidad de los niños y conectarlos con un mejor futuro.
“Dicen que la luz es conocimiento, pero aquí, cuando cae el sol se va la oportunidad de estudiar para nuestros hijos. El sol es nuestro guía, pero también el que pone las reglas”, dice Ada Luz Pediayú, madre en la comunidad.
El compromiso de Chevrolet con el medio ambiente y las energías limpias no solo está proporcionando una herramienta valiosa para la educación de los niños de Kasushi, sino que también está impulsando el desarrollo de la comunidad.
Rafael Ramírez, Líder de Medios y Performance en GM, afirma que “hoy la gran apuesta de Chevrolet está en todos los desarrollos con energías limpias. En este caso, aprovechamos la energía solar de las comunidades de la Guajira para impulsar la curiosidad de sus niños y conectarlos con la educación y con un mejor futuro”.
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Con la energía del sol en sus espaldas y todo un futuro por delante, los niños de Kasushi y cualquier comunidad con escasez de energía para educar ahora tienen una herramienta poderosa en su mochila. El Kit Solar de Chevrolet les permitirá seguir atrapando el sol, al tiempo que llevan luz y conocimiento a aquellos que más lo necesitan. Gracias a iniciativas como esta, se están generando cambios significativos en las comunidades más vulnerables de Colombia, y se está construyendo un futuro más sostenible para todos.
Mientras tanto, Irene se pone su mochila y camina en el desierto mientras cae el sol: “El conocimiento no debe parar”, dice.
En el siguiente código QR puede encontrar el documental Kit Solar Chevrolet.
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(*) Alianza comercial.