¿Sabe de dónde viene el agua que tomamos?

En el mes del agua acompañe a Diners a un recorrido natural por Guasca, una de las fuentes más puras de este líquido vital en Colombia.
 
¿Sabe de dónde viene el agua que tomamos?
Foto: Cortesía Agua Siembra, Óscar Mena
POR: 
Óscar Mena

“¿Sabía que la mayoría de gaseosas, cervezas y líquidos que le venden son hechos con aguas tratadas del río Bogotá?”, dice Felipe Mejía, un apasionado por el agua natural que en 2016 empezó toda una investigación sobre los minerales y microorganismos que tiene el agua que bebemos, hasta tal punto que ese mismo año lanzó Siembra, una marca de agua embotellada de una fuente natural de Guasca, Cundinamarca.

“Le ponemos mucha atención a lo que comemos, contamos calorías, vemos los ingredientes de lo que consumimos pero muchas veces no le ponemos atención al agua que tomamos. Creemos que el agua de la llave está lo suficientemente limpia para su consumo pero no es así”, explica Mejía quien con la ayuda de 20 personas produce al mes 75.000 botellas. Parte de las ganancias de estas ventanas las destinan a la siembra de árboles nativos que promueven la vuelta de aves y especies originarias en esta región de Cundinamarca.

Es así como empieza este recorrido hasta una de las fuentes hídricas más puras de Guasca, de la que apenas necesita un proceso de oxigenación para ser embotellada y lista para el consumo humano.

No solo es agua

Frailejón,
Foto: Cortesía Agua Siembra.

Mejía explica que el agua es más que el líquido vital que necesita todo ser vivo. “Se trata de toda una historia que explica el por qué funcionan todas las cosas en la naturaleza”, comenta. Toda esta investigación, llevó a este bogotano junto con su familia a comprender la necesidad de tener un ecosistema sostenible para que la fuente de agua siga fluyendo por generaciones.

“Este es el momento de actuar, necesitamos entender que el cambio climático sí existe y que puede afectar directamente nuestras fuentes de agua. Incluso es perjudicial para todos si no entendemos cómo funciona nuestro entorno”, comenta Mejía, mientras guía un recorrido por su hacienda en la que crecen frailejones de forma natural. Allí señala unos cuantos pinos y explica que son especies invasoras que secan la tierra y hacen que muera todo lo que está a su alrededor.

“Es un árbol hermoso, pero la resina que bota esteriliza el suelo donde cae y no permite que el agua lo penetre por lo que afecta directamente a las especies nativas de la montaña. Sin embargo, no podemos hacer nada hasta que la ley nos lo permita”, explica Mejía, junto a unos cuantos pinos vigorosos que se levantan alrededor de un suelo entapetado con hojarasca café.

Luego de caminar un kilómetro por la falda de la montaña empiezan a aparecer jóvenes árboles nativos en el camino: raques, chilcos, arbolocos, cirros, cajeros, cucharos, mangles, hayuelos, corona, laureles y cardones. “Junto con la gente de la Reserva Natural el Zoque hicimos un estudio de los suelos y encontramos que estos árboles nativos son aptos para enriquecer los minerales de estos suelos. Entre más variedad de árboles existan, mejor será la variedad de especies que vengan a nutrir los suelos con su presencia”, comenta Mejía. 

Siembra de árboles con propósito

Siembra,
Foto: Cortesía Agua Siembra.

En este punto del recorrido, Mejía explica que hay diversas empresas que tienen una campaña de reforestación para cumplir con la cuota de sostenibilidad que necesitan algunas marcas para ser responsables con el medio ambiente. Sin embargo, no existe una investigación responsable sobre los suelos y más del 90 % de los árboles sembrados no prosperan porque no están pensados para estos climas. 

“A veces uno ve convocatorias que lo llevan a sembrar árboles, pero al mes ya están muertos producto de una helada o porque sencillamente no pertenecen a este entorno”, explica Mejía, quien con Agua Siembra ha logrado reforestar zonas de Guasca que antes estaban áridas producto de la siembra de especies invasoras y sobreexplotación de la tierra. 

Al lado de estos árboles jóvenes hay una docena de coronos y manos de oso listos para sembrar, cada caminante toma una pala y hace un hoyo en el suelo. Como catarsis, algunos cierran los ojos mientras cubren las raíces de los árboles con la tierra para finalmente dar unas palmadas al suelo para que se termine de asentar la tierra y ver como ese arbolito se convierte en parte de toda una cadena de acciones que prometen, al menos, crear conciencia de los estragos del cambio climático.

Agua, Oso, Termostato,
Foto: Óscar Mena.

“Los que estén interesados en compartir esta experiencia con amigos y familiares son bienvenidos a sembrar árboles con nosotros. Solo tienen que contactarnos y le daremos las fechas que tenemos para poder sembrar su árbol con Agua Siembra”, explica Mejía. 

Y cuando parece que la caminata está por concluir, Mejía dice que falta la visita a la Reserva Natural el Zoque, donde se adelantan trabajos de rescate de semillas de frailejones y otras especies naturales que buscan restablecer el páramo de Guasca, hábitat de osos de anteojos, siervos y otras especies vitales para la conservación de este ecosistema. 

En la casa del oso de anteojos

“¿Qué tiene que ver el oso de anteojos con el agua? Seguramente es lo que se está preguntando en este momento, pues bien este omnívoro de antifaz se le conoce como el jardinero del páramo, encargado de comerse las semillas y regarlas por toda la zona para que de a poco crezcan los frailejones, que capturan el agua del aire en sus cuerpos”, explica Mauricio Restrepo, gestor de la reserva natural El Zoque, quien desde hace nueve años se dedica a promover la conservación del territorio en Guasca. 

Es aquí donde la siembra consciente empieza a cobrar más sentido para el visitante que por primera vez vive de primera mano esta experiencia natural hasta los orígenes del agua y todo su proceso. “Porque no se trata de sembrar por sembrar, sino de tener una estrategia para que el oso amplíe sus caminatas por el páramo. Para eso nos encargamos de sembrar cardos, que es una de las comidas favoritas del oso de anteojos”, comenta Restrepo.

En medio de la explicación, Restrepo comenta que la única forma de asegurar que una semilla de frailejón germine es que pase a través del tracto digestivo del oso, y que a partir de allí ya depende de la misma planta y es justamente por este motivo que es tan valiosa e importante para el páramo y la protección del agua.

“La naturaleza nos enseña la verdadera prueba de paciencia y de respetar los procesos”, explica Restrepo mientras señala una diminuta planta de menos de un centímetro de alto que lleva 6 meses de vida. “Ese es un frailejón y para que podamos trasplantarlo necesita al menos dos años de cuidados en este huerto”, concluye el experto.

Agua Siembra, Agua
Foto: Óscar Mena.

Es así como termina este recorrido con Agua Siembra, la marca que invita a los curiosos y amantes de la naturaleza a conocer su procesos con el agua y la siembra de 17.000 árboles y el uso de vidrio y aluminio para su reciclaje responsable.

Conozca más en aguasiembra.com.

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abril
11 / 2023