La biblioteca de Margarita Rosa de Francisco
Margarita Rosa de Francisco
A continuación vea los libros favoritos de Margarita Rosa de Francisco:
El mundo como voluntad y representación I
Arthur Schopenhauer
Siempre incluyo filosofía en mis lecturas y desde que leí una versión con los puntos esenciales de esta obra me interesaron sus planteamientos.
Ya cuando compré los dos tomos que comprenden solo esta categoría de sus pensamientos sobre la verdad de la existencia humana, confieso que de diez páginas entiendo si acaso una, pero no por eso dejo de insistir en mi lectura, aunque sí creo que debo hacerla con un profesor.
En todo caso, me gusta su irreverencia y su forma de exponer ideas tan complejas en un tono casi gruñón que le percibo por ahí, también adoro cuando se expresa poéticamente; a él parece que lo traicionara la belleza de las palabras, incluso hasta cuando se transparenta su misoginia. Seguiré insistiendo.
La montaña mágica
Thomas Mann
Me impresionó fuertemente la majestuosidad de esta obra, su profundidad filosófica, la construcción milimétrica de los personajes y la belleza del estilo; es un texto excesivo, torrencial y pesado como una catedral, pero la grandeza y erudición de este autor se llevan al lector por delante sin compasión, lo invade brutalmente hasta el punto de extenuarlo y devastarlo después de cerrar la última página como un portazo.
Vea también: Libro recomendado: El hombre del teléfono de Margarita Rosa de Francisco
La broma
Milan Kundera
Disfruto mucho este autor por su sencillez y limpieza en el lenguaje y su sentido del humor, siempre ácido, al tratar situaciones cotidianas del ser humano con un hondo conocimiento de su sicología.
Después de leer a Kundera me siento más consciente de lo ridículos que a veces somos todos, reflexiona Margarita Rosa de Francisco.
Rayuela
Julio Cortázar
Este libro me produjo algo extraño, entre rabia y pasión. Luego, en una entrevista que vi, el autor habla de lo que sabía que podía producir en los lectores Madre, como él los llama, semejante transgresión a la novela tradicional.
El hecho de que este libro pueda ser leído casi al derecho y al revés sin que resulte una “inteligentada” del autor, me arrodilla. Esta obra solo puede hablar de la genialidad sin límite del escritor, y de su rebeldía manifestada de la forma más desenfrenada y hermosa. Sublime.
En busca del tiempo perdido
Marcel Proust
Me le medí ya grandecita a esta obra maestra, que según he oído por ahí, para algunos es un ladrillazo violento, pero tengo que aceptar que gocé sus siete tomos palabra por palabra.
A mí me encantan las descripciones largas, no soy de las que necesitan que en el libro haya acción y pasen cosas que me entretengan.
Para mí es suficiente entretención la minucia con la que el autor retrata cada cosa que ve y cada sentimiento, además, porque también siempre hay un mensaje que tiene que ver con el sentido de existir; no me cansan sus frases de una página completa, ni sus reiteraciones, todo tiene un sentido perfecto en esta obra, concluye Margarita Rosa de Francisco.