Jon Stewart deja su puesto como presentador de The Daily Show

Luego de 17 años a cargo del programa de sátira política The Daily Show, Jon Stewart se retira dejando un vacío difícil de llenar. ¿Y cuál era ese encanto de Jon Stewart?
 
Jon Stewart deja su puesto como presentador de The Daily Show
Foto: /
POR: 
Carolina Venegas K.

Jon Stewart hizo su primera aparición como presentador del programa The Daily Show en enero 19 de 1999, en reemplazo de Craig Kilborn, que desde 1996 hasta 1998 había sido la cara del programa. En su primera intervención editorial Stewart –un joven comediante judío, recién salido del talk show más exitoso de la época dorada de MTV- trata de responder la supuesta pregunta principal de sus televidentes: “¿Va a cambiar nuestro adorado Daily Show?”. “Pues, puede ser”, contesta él, “muy sutilmente. Y sé que el cambio puede ser doloroso, pero del cambio viene el crecimiento”.

La semana pasada, luego de 17 años al aire, con la voz más gruesa, el pelo canoso y varios kilos de más, Jon Stewart anunció su retirada de The Daily Show.

Y lo cierto es que Stewart estaba en lo cierto. El show cambió cuando él se hizo cargo. Pasó de ser un crítica a la cultura pop de los Estados Unidos a un programa de sátira política que a pasos agigantados se convirtió en el espejo en el que se reflejan diariamente las ridiculeces y absurdos de algunos miembros del gobierno americano, de ciertos medios conservadores que detrás de un análisis, supuestamente serio, esconden un punto de vista retrógrado y, muchas veces, completamente opuesto a de las realidades y necesidades actuales del país.

The Daily Show (TDS) también cambió la manera en que los jóvenes norteamericanos consumen noticias. Aunque Stewart defiende constantemente la idea de que él y su equipo no son periodistas, sino que simplemente hacen un programa de humor, para 2013 tenían un rating de 2.5 millones de televidentes cada noche, de estos –según otra una encuesta de PEW Research Center de 2012- un 39 % son menores de 30 años. ¿Cuál es el encanto de TDS?

Lea también: ¿Pasó la hora del humor inteligente en televisión?

Stewart asumió las riendas del programa en plena administración Bush, cuando la invasión a Iraq se había convertido en un absurdo. Él y su equipo no tuvieron reparos en criticar al gobierno, mientras dejaban en claro la necesidad de cambio, de un relevo generacional. Luego, durante la campaña electoral –la primera de Obama- se encargaron de informar con claridad sobre cada una de las propuestas, siguiendo de cerca las campañas y los debates. Y lo cierto es que, aunque el programa tiene un tono claramente liberal, no se ha quedado corto en críticas al gobierno de Obama y a varios miembros del partido demócrata.

The Daily Show ha ganado 18 premios Emmy y de sus estudios han salido grandes comediantes como Steve Carrell y Ed Helms, así como otros programas de crítica política como Last Week Tonight con John Oliver -que durante el 2013 estuvo ocho semanas a cargo de escritorio principal TDS– y el maravilloso The Colbert Report, con Stephen Colbert -que dentro de poco reemplazará a David Letterman en el Late Show- que transmitió su último episodio el año pasado y que ahora será reemplazado por The Nightly Show with Larry Wilmore, otro veterano del equipo de Stewart.

Sin embargo, el programa lo hace el encanto de Jon Stewart. Es agudo en sus comentarios y se convirtió en “le hombre más confiable de las noticias falsas”, su escritorio es el lugar donde las cosas se tienen que decir como son. Temas como el matrimonio homosexual, el porte de armas, la crisis económica, Israel, todo lo ha tratado sin tapujos, sin chistar, sin preocuparse por decir algo que tal vez incomode a alguien, que es lo que suele hacer. Su habilidad como entrevistador, aunque ha sido criticada, es inigualable: es certero, amable, duro y humilde cuando debe serlo. Y es esto tal vez lo que más va a hacer falta ahora que las entrevistas de la franja de la noche las conducen personajes como Jimmy Fallon que, aunque es simpático y adorable, no tiene nada de sustancia. No es su deber tampoco.

¿Quién puede reemplazar a Stewart? Tal vez Bassem Youssef, el Stewart egipcio, que ahora es invitado regular del programa luego de que su propio espacio Al Bernameg fuera cancelado. O Jessica Williams, otra de las corresponsales de Stewart, que suena en todas partes porque en el tiempo que ha estado en TDS de ha convertido en favorita del público. ¿Amy Pohler, Tina Fey? Si de mujeres se trata, cualquiera que haya pasado por el escritorio de The Weekend Update de Saturday Night Live es ideal para el trabajo.

¿Qué va a hacer Stewart ahora? El año pasado se estrenó como director y productor con la película Rosewater, y parece que no le ha ido nada mal. Es productor ejecutivo tanto de TDS como de The Nightly Show with Larry Wilmore, y lo más probable es que siga por ese camino o uno muy parecido, no debe ser fácil renunciar a un sueldo estimado de unos 25 a 30 millones de dólares al año. Algo tiene que tener bajo la manga.

Por mi parte, como fiel espectadora de TDS, lo voy a extrañar. Y espero que su reemplazo se convierta en una voz de autoridad como lo es él. Y que se quiebre como él cuando algo lo conmueve, cuando vale la pena: su intervención luego de los ataques del 11 de septiembre es absolutamente emotiva, algo que poco se ve en las “noticias”; su entrevista a Malala Yousafzai, que lo deja sin palabras es también un momento clave, en el que Stewart se rinde ante la grandeza de alguien más.

Claramente soy muy fan, pero tengo claro que veo TDS para reírme de los absurdos de un país que se puede dar el lujo de reírse de sí mismo sin censura, sin temer por su seguridad, tal vez porque acá no tenemos un Jon Stewart o un Bassem Youssef que sin problema le diga al gobierno que no, al Procurador o al desatinado expresidente que no, que por ahí no es.

[diners1]

[/diners1]

         

INSCRÍBASE AL NEWSLETTER

TODA LA EXPERIENCIA DINERS EN SU EMAIL
febrero
16 / 2015