Firmin, de Sam Savage, un libro para no parar de reír

Firmin, la novel de humor estadounidense narra las aventuras de un ratón que, luchando contra el hambre, encuentra la literatura y se convierte en erudito.
 
Firmin, de Sam Savage, un libro para no parar de reír
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POR: 
Jhonny R. Quintero

El mundo de la ficción está lleno de ratones. Por lo general son personajes pícaros, humanizados pero lejos de su naturaleza: alimañas que viven entre las aguas negras y los desperdicios humanos. Pero este no es el caso de Firmin.

Nuestro protagonista es más un ratoncito que es, como diría el poeta colombiano Raúl Gómez Jattin en su poema Desencuentros, “(…) el hijo menor/ el más inteligente/ (…) en vez de hijos/ unos menesterosos poemas”.

Firmin, una ironía de la vida en prosa de humor

Firmin


En un barrio marginal de Boston, entre prostíbulos y salas de cine pornográfico, nace esta criatura que ante el hambre, y al abandono de su madre y sus hermanos mayores, debe comenzar a alimentarse de las hojas de libros que consigue en el ático de una librería de segunda.

Entre sueños, y las imágenes que quedan en su cabeza de los libros que pasan de comidos a leídos, Firmin intenta convertirse en un animal educado. A través de monólogos del mismo ratón, relata sus ganas e intentos de hablar, cantar y bailar como los humanos que ve a diario.

El arte de comunicarse en palabras

Y como cualquier humano, Firmin comienza a experimentar esos mismos sentimientos, pero sin la posibilidad humana de comunicarse, de hacer como los escritores que lee, que construyen historias que parecen escritas basadas en su vida. Así como el ratón, el barrio en el que vive comienza a degenerarse, acabándose como todo en la vida.

Así es el protagonista de Firmin (Seix Barral – 2006), la segunda novela del autor estadounidense Sam Savage (1940-2019), un escritor que tuvo su primera publicación a los 65 años, luego de haber sido docente, mecánico de bicicletas y pescador de cangrejos.

Para leer en tiempos de pandemia

Y con esa vida de ermitaño que deseó llevar, siendo filósofo de la universidad de Yale, escribió en una prosa sencilla y lejana de la rigidez filosófica que le confiere su profesión. Un relato fluido a través de un narrador que define su personalidad a través de reflexiones íntimas. Las cuales harían quedar a los demás ratones del espectáculo, como unas simples alimañas parlantes.

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marzo
7 / 2021