Conozca a las mujeres cerveceras de Colombia que han revolucionado la industria
Juan Sebastián Alba Torres
Por años, la cerveza se ha relacionado como una bebida masculina. Ya sea por su amargor o por las maromas publicitarias que las marcas han hecho durante décadas para vender este producto. Su imaginario gira alrededor de los hombres y no de las mujeres cerveceras.
Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad. Desde hace mucho tiempo las mujeres se han involucrado de lleno en la producción de cerveza, incluso en civilizaciones muy antiguas. Por ejemplo, en Mesopotamia, las sabtiem eran las únicas que podían hacer y comercializar cerveza. Mujeres que se regían por los mandamientos de la diosa Ninkasi para llevar a cabo el ritual de elaboración.
En las culturas nórdicas también tuvieron un papel fundamental, pues las vikingas eran las encargadas de fabricar la cerveza bajo estrictos procesos de elaboración a los que los hombres no tenían acceso, y los que llegaban a hacerlo eran brutalmente castigados.
La comunidad de mujeres cerveceras
En Colombia hay un movimiento conocido como la Comunidad de mujeres cerveceras que desde hace tres años funciona y agrupa a algunas de las maestras cerveceras del país.
“En este medio se cree que la producción y el consumo es de los hombres y que las mujeres solo toman cerveza light. Entonces me puse en la tarea de buscar mujeres que produjeran cerveza y se empoderaran. Junto a Jennifer Ramírez comenzamos a buscar mujeres que les interesara esto y montamos la comunidad”, cuenta Leidy Rincón, maestra cervecera de Season Beer, una marca que ganó varios reconocimientos, pero que tuvo que cerrar.
Esta organización busca apoyar, organizar y darle apoyo a las productoras de cerveza artesanal de Colombia, para hacer que el oficio logre profesionalizarse y encontrar medios para capacitarse y promocionar sus productos.
Los orígenes de las mujeres cerveceras en Latinoamérica
La comunidad comenzó en Argentina, pero se ha expandido a países como Chile y el nuestro, donde hay varias maestras que se han unido a la organización.
“En méxico están Las Adelitas; en Panamá, las Mujeres Cerveceras; en Estados Unidos existe la agremiación más grandes de mujeres y es algo que está pasando en muchos países”, comenta Rincón.
En Colombia, la comunidad tiene más de 90 mujeres, entre dueñas de locales, supervisoras de calidad, maestras cerveceras e influenciadoras.
Luego de Season Beer, Rincón siguió trabajando en otro proyecto, BrewPub, un restaurante y cervecería que queda en un piso 11 en un edificio ubicado en la carrera 7 con calle 123, en Bogotá, donde sigue experimentando con sabores para las cervezas.
Al igual que Leidy, muchas mujeres tienen sus propias marcas, aquí le contamos sobre algunas de ellas.
Mery Anne Escobar (Green Hops – Chía)
De las mujeres cerveceras en Colombia, Mery Anne Escobar está graduada de ingeniería química de la Universidad América y, junto a su padre, montaron esta cervecería artesanal que tiene sede en Chía.
“Mi tesis fue acerca de cerveza artesanal, sobre cómo se podría mejorar el proceso de producción a nivel casero”, comenta.
La fábrica queda en Chía, tiene dos fermentadores de 500 litros y uno de mil litros. “Es un negocio familiar, mi papá y yo nos ocupamos de la producción y mi primo del diseño de las etiquetas, los logotipos y la imagen”, agrega.
Producen tres variedades de cerveza, una es la cerveza Sue, inspirada en el dios Sol, que es la más ligera, menos amarga y rubia; Nencatacoa (el dios de las fiestas), es roja y de sabores afrutados; y Chía, una cerveza negra con intenso sabor a chocolate.
Todo comenzó cuando la mamá de Mery Anne le regaló a su papá un kit para hacer cerveza en casa. Los dos se pusieron a cocinar sin pensar en las consecuencias que tendría para la cocina de la casa, pues terminaron untando hasta el techo en uno de sus primeros experimentos.
“La primera cerveza que hicimos no nos quedó como queríamos, pero fue un buen intento. Teníamos algo de conocimiento porque él es químico y yo soy ingeniera química, pero para llegar al punto en el que estamos ahorita se necesita de mucho estudio”, agrega Escobar.
Lilia Ariza (Yuma – Santo Tomás, Atlántico)
Desde Santo Tomás, un municipio cercano a Barranquilla se produce una cerveza donde se le hace homenaje al Río Grande de la Magdalena.
“Tenemos tres sabores: Caribe Pale Ale, una cerveza dorada amarga, cuyo nombre se refiere al mar donde desemboca el río. Es una cerveza más pensada para los bebedores, con mucho aroma y muy amarga. La otra cerveza es Andes Amber Ale, bastante refrescante, más suave que la Caribe y con el nombre de donde nace el río, y la tercera es Yuma Blonde Ale, más suave que las otras dos. Se llama así porque era como los indígenas llamaban al río Magdalena”, comenta Lilia Ariza, maestra cervecera de la marca y, como ella dice, la primera mujer que hace cerveza artesanal en la costa atlántica.
La cerveza es 100 % artesanal, no tiene conservantes ni otros ingredientes. Solo lleva malta, lúpulo y agua, aunque a Lilia, que empezó este proyecto en 2017, le gusta experimentar con sabores y técnicas.
Todo empezó con una clase
Ella también es una estudiosa del tema, en Buenos Aires hizo un curso sobre la elaboración de cerveza artesanal para luego experimentar con productos y maltas que importaba de otros países. Además de Argentina, ha hecho otros cursos en la Universidad Nacional y en San Diego, donde ganó experiencia trabajando en una cervecería de Chula Vista, en esta ciudad de California.
Lilia tiene la convicción de que hay que hacer las cosas por gusto. “A mí me gusta la cerveza y cocinar. Y para hacer cerveza hay que saber cocinar, entonces me gusta probar cosas que sean diferentes. La cerveza artesanal es una experiencia. Son sabores diferentes, aromas diferentes. Se puede jugar con muchos ingredientes”.
Ha hecho cervezas con mango, coco y hasta con ahuyama, que se ganó la medalla de plata en el festival de cerveceros caseros en Cali. “También se puede experimentar con picantes y con especias. En Bogotá hay muchas más cervecerías donde hacen esto y en Barranquilla hasta ahora está comenzando el auge de la cervecería artesanal” concluye.
Lina Cerquera (Brewlinger – Rivera, Huila)
Lina Cerquera es la mujer cervecera detrás de Brewlinger, una cervecería de Rivera, Huila. Lleva 10 años haciendo cerveza artesanal. Empezó como un hobby y terminó convirtiéndose en un negocio. Montó la cervecería junto a su pareja.
La primera cerveza que hicieron fue una irish red, para la que consiguieron los insumos y las maltas. Luego obtuvieron y experimentaron con otros sabores que han ido implementando en sus productos con el paso del tiempo.
Su cerveza es baja en alcohol, especial para los climas cálidos, es muy refrescante. También producen una hecha con cholupa, una pasiflora que se produce en Huila. “Es una fruta con denominación de origen y la trabajamos con la Cooperativa Productora de Cholupa del Huila”, comenta Cerquera, una de las mujeres cerveceras más conocidas del departamento.
Brewlinger vende sus cervezas en bares restaurantes y puntos turísticos de la región. Su nombre nació de la unión de brew (el verbo en inglés de hacer cerveza) y la combinación de Lina y Germán, su nombre y el de su pareja, “es como Lina y Germán haciendo cerveza”.
Dentro de sus productos hay otra línea que se llama Monte de Oro, cervezas con más grado de alcohol. “Tenemos una cerveza roja que sin un estilo definido. Tiene sabor a malta caramelo y es muy rica para acompañar comida, es una de las que más me gusta”, finaliza Cerquera.
Lea también: Cervecerías artesanales en Colombia: el club de la resistencia
Juliana Cardona (Madre Monte – Medellín)
Juliana Cardona es la maestra de Madre Monte, de la que su novio, Jhonny Guerrero, es socio también. Todo comenzó cuando decidió hacer cerveza con un primo gracias a un kit de cerveza casera que consiguieron por Amazon. “Esto trae todo medido, pesado, los garrafones, las ollas y todo para poner a fermentar de una”, cuenta Cardona.
Luego la curiosidad creció y siguió haciendo cerveza. Con otro primo y su novia comenzaron a hacer cerveza para algunas ferias con ollas caseras y en pequeños lotes que luego vendían.
En 2016 tomó un curso con la cervecería Madre Monte y la producción de cerveza con su primo quedó de lado. Después de terminar la universidad retomó el contacto con Madre Monte y se metió de lleno en la producción de cerveza artesanal hasta convertirse en la brewmaster del lugar.
“Lo que me ha parecido más complicado de hacer cerveza es coger el hilo de todos los procesos. Cuando ya conoces las máquinas se pueden hacer recetas y formulaciones más fácil. Es como cuando haces pasta por primera vez y tienes que saber cuándo tiene la temperatura perfecta, cuánto tiempo debe estar en el agua, etc. Siempre pruebo los productos que voy a usar porque esos procesos sensoriales me ayudan a saber cómo va a quedar”, comenta Cardona.
Madre Monte produce diferentes tipos de cerveza, como Golden Ale, recomendada para los que comienzan con la cerveza artesanal; American Pale Ale, un poco más cítrica y lupulada; y una American IPA, un poco más suave. También tienen otras cervezas balanceadas, un poco acarameladas y de temporada que van rotando en la carta.
En la cervecería dicen que hay una para cada estado de ánimo. “Si el día estuvo duro y está cansado, una cerveza negra es perfecta. Si está haciendo calor y está con los amigos, una IPA es muy buena. Si quiere algo más ligero, una Golden; si el clima está frío, una Irish. Todas me gustan”, agrega Cardona.
Mujeres Cerveceras por Colombia
Así coo Mery Anne, Lina, Juliana, Leidy y Lilia hay muchas otras mujeres que se dedican a la producción de cerveza artesanal en Colombia. Aquí le dejamos los perfiles de algunas de ellas.
Geraldine Reina Sánchez – Wica
Johanna Contreras – Slow Beer
Juliana Acero – Non Grata
Catalina Figueredo – Dos Tercos
La solidaridad es fundamental entre las mujeres cerveceras
La mayoría de cervecerías artesanales son emprendimientos en los que las personas invierten sus ahorros y esfuerzos por mantenerlos a flote. Muchas veces motivados por el amor al arte que por las verdaderas recompensas, por eso durante esta época las ventas y las producciones de estos negocios han bajado.
Por eso puede ayudar comprando sus productos y siguiendo sus redes sociales para enterarse cómo las puede conseguir si están disponibles cerca de su casa.
