Las calles, barrios y espacios que tiene que conocer en su próximo viaje a Madrid
Tatiana Escárraga
Si hay una ciudad realmente cosmopolita, esa es Madrid. La capital española hierve y seduce; se deja querer y, una vez se conoce, se lleva en el corazón. Porque Madrid es friendly y cool. Pero también castiza, una urbe que mezcla muy bien tradición y modernidad, donde parece que no transcurre el tiempo, y donde, vaya paradoja, todo pasa muy rápido.
Su último gran hito ha sido convertirse en uno de los destinos gastronómicos más apetecidos de Europa. En la Comunidad de Madrid (la región) se acumulan treinta estrellas Michelin en 23 restaurantes, y es una de las ciudades europeas más interesantes para descubrir en 2020. ¿Por qué? Porque está llena de vida, dicen los viajeros. Porque sus noches de rumba son interminables, con una oferta tan extensa que resulta inabarcable. Porque se puede caminar durante horas, porque es segura, porque está repleta de museos, porque no para.
La Gran Vía es el bulevar más famoso de Madrid. Comunica el barrio de Salamanca con Argüelles. Foto: Jorge Fernando Salas / Unsplash
Una buena manera de acercarse a esta capital (la cuarta ciudad del mundo con más bares, por detrás de Nueva York, según la plataforma Alpha Travel Insurance) es visitar sus zonas gastronómicas, que ya se han convertido en una marca propia. Las hay para todos los gustos y bolsillos, para ver y dejarse ver, para cazar tendencias, para imponerlas. Vale la pena degustarla. Hay varios circuitos –desde el centro hasta el barrio de Las Letras o Lavapiés o hasta Salamanca– que no se pueden pasar por alto si uno tiene la inmensa fortuna de pisar suelo madrileño. Diners le cuenta cuáles están de moda.
La calle Jorge Juan
Esta calle, en el distrito de Salamanca, es una visita obligada. Tiendas de lujo, locales repletos de modernidad y buen gusto, y una pasarela de moda y tendencias que abre los 365 días del año. Esta zona de la capital es un paraíso para sibaritas, hedonistas y todo aquel que desee ser visto. Aquí, tres propuestas que no lo defraudarán.
Amazónico
Amazónico no solo se destaca por su gastronomía y decoración, sino también por la música.
La selva amazónica en pleno corazón de Madrid. O al menos eso hace pensar la decoración de este local, ya en la lista de íconos de Jorge Juan. Y no es para menos, pues siempre está repleto. Nadie quiere perderse sus platos con origen en Brasil, India y Japón. Ni tampoco sus noches de jazz, soul y flamenco en vivo en su exclusiva sala con aforo para 160 personas. Perfecta para empezar la noche. Y lo que pase en esa sala, allí se queda. Jorge Juan, 20. www.restauranteamazonico.com
La carta de Amazónico tiene menú variado de platos de Brasil, India y Japón.
La Bien Aparecida
Los críticos gastronómicos suelen describir este restaurante como “exquisito”. Un viaje de colores, sabores y aromas de la región de Cantabria. Todo muy clásico, pero dentro de la categoría de “cocina de autor”, lo que permite cierta versatilidad. El lugar es cálido, elegante y sobrio. ¿Un plato? No se pierda las alcachofas a la plancha con rabo de toro. Jorge Juan, 8. www.restaurantelabienaparecida.com
La Máquina de Jorge Juan
La Máquina Jorge Juan está ubicado en un antiguo palacete.
Ubicado en un antiguo palacete de cuatro plantas, figura siempre en el top de los restaurantes más apetecidos de la calle Jorge Juan. Recetas tradicionales españolas en un ambiente elegante y chic. Tiene una gran barra elíptica donde se pueden picar raciones y tapas. Las croquetas son superexitosas. Jorge Juan, 12. www.lamaquinajorgejuan.es
En la barra de La Máquina de Jorge Juan se pueden picar tapas.
No deje de ver…
La Bien Aparecida es un viaje gastronómico por la región de Cantabria.
Ya que está en el barrio Salamanca, puede aprovechar para ver uno de sus grandes tesoros culturales: el Museo Arqueológico Nacional. Aquí encontrará piezas del Antiguo Egipto, cerámicas griegas, esculturas romanas e iberas. Por la calle Serrano puede pasar al museo Lázaro Galdiano, que reúne obras de El Greco, Goya y El Bosco. Imperdibles también resultan galerías de arte como Fernández-Braso o David Bardía, en la calle Villanueva. Y para cerrar el circuito, camine por la calle Ortega y Gasset, conocida como la Milla de Oro de la moda en Madrid.
Barrio de Ibiza
Cibeles es un símbolo de Madrid. Fue construida en 1782.
Año tras año surgen zonas culinarias en Madrid para regocijo de los amantes de lo gourmet. El último turno le ha correspondido al barrio de Ibiza, que pretende competir con los ya consolidados Ponzano (Chamberí) y Jorge Juan (Salamanca). Algunos de los chefs más reconocidos del país han puesto sus ojos en este sector, un tranquilo barrio residencial al lado del famoso parque del Retiro. Esto es lo que no debe perderse.
Sa Brisa
Sa Brisa lleva lo mejor de Ibiza a Madrid. Su decoración está inspirada en la isla y se respira un ambiente fresco.
La paradisíaca isla mediterránea se traslada a la capital a través de este espacio. La idea es mostrar los sabores de Ibiza, con guiños de vanguardia y otros platos de afuera. Su propuesta, atrevida, incluso arriesgada, funciona. Para la muestra, sus perros calientes de calamar. Infalibles. Avenida de Menéndez Pelayo, 15. www.sabrisarestaurante.com
En la barra de Sa Brisa también podrá disfrutar de platos internacionales.
La Cocina de Frente
El tuétano es uno de los exquisitos platos de La Cocina de Frente.
Si uno va a Madrid y no prueba el cocido es como si nunca hubiera ido. Hablamos de un plato típico de la capital, una sopa poderosa con garbanzos, morcilla, pollo, chorizo y jamón, que se toma, sobre todo, en invierno. La Cocina de Frente se ha propuesto reinventarlo y ser el principal especialista en esta comida tan madrileña. Y aunque prácticamente acaba de abrir, ya es todo un must. La carta también incluye un menú que pretende “recuperar la comida de antaño”. Artesanal, sin artificios. Ibiza, 40. www.lacocinadefrente.com
La Castela
Harrison Ford y la mismísima Michelle Obama se cuentan entre los comensales que han pasado por esta pequeña taberna, refundada en 1989. Ofrece una cocina de mercado especializada en sabores madrileños y es ideal para picar algo después de un largo paseo por el parque del Retiro. El vermú es de campeonato. Doctor Castelo, 22.
www.restaurantelacastela.com
La Castela conserva la arquitectura tradicional de los bares madrileños.
No deje de ver…
Un must en esta zona es pasear por el parque del Retiro, que queda muy cerca de este barrio. También, si dispone de más tiempo, puede disfrutar del Paseo del Prado, que reúne más de 21 bienes de interés cultural universal, como el Museo del Prado, la fuente de Cibeles y la Puerta de Alcalá.
El menú de La Castela es riguroso con los platos típicos de Madrid y les agrega un toque contemporáneo.
Calle ponzano
Las calles de Madrid, además de ser coloridas, acogen cientos de restaurantes. Foto: Catarina Belova / Shutterstock
Esta calle se extiende a lo largo de un kilómetro, aproximadamente, entre los barrios Ríos Rosas y Almagro. Allí se agolpa más de una decena de bares y restaurantes. Desde los clásicos de toda la vida, algunos rediseñados, hasta otros donde se respira modernidad por los cuatro costados. Ideal para foodies. Estos son cuatro imperdibles:
Sala de despiece
El interior de Sala de Despiece evoca las zonas de corte de las carnicerías y pescaderías.
Si algo hace sobresalir a este restaurante es su afán por alejarse de los moldes. Desde su decoración, que imita las salas de corte de carnicerías y pescaderías, sus paredes blancas que le confieren un aire industrial, hasta la presentación de los platos, en bandejas metálicas. Son apenas 50 metros cuadrados de puro sabor. Y es uno de los más exitosos de la zona. ¡Siempre está abarrotado! El chef recomienda el chuletón cenital y las trufas cárnicas. Ponzano, 11. www.saladedespiece.com
Sala de Despiece le rinde un homenaje al tradicional tapeo del barrio Chamberí.
ConTenedor
El Contenedor es ideal para ir a tapear y tiene las mejores tortillas de autor.
Su perfil encaja más en el concepto de picoteo. En Madrid es costumbre tomar una cerveza y una tapa antes del almuerzo. Y para eso este lugar es ideal. La carta de presentación dice que usted comerá las mejores tortillas de autor. Desde la clásica de patatas (papas) pasando por propuestas divertidas como pollo y bechamel, boletus y jamón ibérico o calabacín con aroma de menta. A pesar de estar en una de las zonas más exclusivas de la capital, sus precios son bastante sensatos. Ponzano, 58. www.ponzanocontenedor.com
El Invernadero
El Invernadero cuenta con una estrella Michelin y maneja un concepto de gastrobotánica.
Hijo de agricultor y nieto de cocineros, el chef madrileño Rodrigo de la Calle aplica en su local el concepto de gastrobotánica, una disciplina que fusiona gastronomía y botánica y que permite la investigación de nuevas especies y el rescate de otras variedades olvidadas o desconocidas del reino vegetal. El Invernadero es omnívoro, pero prima lo vegetal. En su carta destacan también las bebidas caseras, elaboradas en su cocina. Tiene una estrella Michelin. Ponzano, 85. www.elinvernaderorestaurante.com
La Gastro Salvaje
La Gastro Salvaje ofrece comida fusión al más puro estilo callejero.
Su idea es ofrecer “comida creativa”, un concepto que nace de la arriesgada mezcla de cocina española, asiática y mexicana. Hay platos fríos y calientes y una cuidada selección de tacos. Todo entre la categoría de street food. Y así es el restaurante, informal y lleno de colorido. ¡Muchos platos se comen con la mano! ¿Recomendados? El pulpo a la brasa con patata revolcona y el taco de boquerones a la andaluza con salsa 5 chiles. Ponzano, 83.
www.lagastrosalvaje.com
Sashimi marinado con remolacha y salsa de tamarindo de La Gastro Salvaje.
No deje de ver…
Ubicada en el distrito de Chamberí, resulta un plan imperdible ir a teatro en los Teatros del Canal, Premio Nacional de Arquitectura e inaugurado en 2009. En este complejo de más de 30.000 metros, podrá ver todo lo que quiera de las artes escénicas. Visitar el Museo Sorolla y perderse en la calle Zurbano –calificada como una de las mejores de Europa– también vale la pena, si anda por esta zona.
Malasaña
Por las calles de este barrio del corazón de Madrid, famoso por ser el epicentro del movimiento contracultural de los ochenta conocido como la “movida”, uno se puede encontrar, de golpe, a la mismísima reina Letizia tomando una copa o al cineasta Pedro Almodóvar paseando tranquilamente. Hay un circuito teatral muy interesante y tiene una ubicación privilegiada, encajado entre varias de las arterias más importantes de la ciudad: Fuencarral, Gran Vía y San Bernardo. Esto es lo último que se cuece en Malasaña, perfecto para gente cool en busca de precios razonables.
Café de Ruiz
Platea Madrid es un espacio de ocio ideal para la familia y los amigos.
Los tertulianos y amantes del jazz encuentran aquí un refugio seguro. Es un sitio de culto donde no solo se sirven cafés sino que hay variedad de tapas. Ideal para una tarde de tertulia o para arrancar la rumba. Ruiz, 11.
El Palentino
El Palentino es un clásico de Malasaña.
Este era el típico bar de barrio atendido por sus propietarios que poco a poco, con el paso de los años, se convirtió en un clásico de Malasaña. Pensionados, jóvenes y, en general, gente de todas las edades confluía en este local, en una esquina de la calle Pez. Su pepito de ternera (un sánduche de pan con carne) era de lo más apetecido. El dueño de El Palentino falleció y cuando se creía que se acababa un pedazo de la historia de Malasaña apareció el gastrónomo Narciso Bermejo para darle un nuevo aire, sin perder la esencia. Absolutamente recomendable. Y económico. Pez, 8.
Narciso Bermejo fue el responsable de darle un nuevo aire a El Palentino.
Taberna Greta
Greta es conocida como una taberna moderna que declara su amor por lo castizo.
Prevalece el concepto de comida hecha en casa. Por eso la puesta en escena es sencilla, aunque no faltan las notas de modernidad. Perfecto para el vermú. También es un buen sitio para probar el cocido madrileño si pisa por primera vez la capital. No se vaya sin probar la ensaladilla rusa con huevo frito y chanquetes. Calle de San Andrés, 26. Greta-taberna.eltenedor.rest
Bar Corazón
Si le gustan los cocteles, este es su lugar. Un bar de copas por excelencia, uno de los más “modernos” de la zona. Muy para dejarse ver. Ya casi es una institución. Y lo frecuenta gente de lo más variopinta. Una movida un poco hípster, aunque no deja de tener cierto aire de salón de antaño. De jueves a sábado siempre hay un dj que ameniza la noche. Para comenzar, pida una tapa de tortilla de patatas. Valverde, 44.
No deje de ver…
Visite la plaza del Dos de Mayo, la iglesia de San Martín, el Museo de Historia y deléitese con las modas vintage y underground, que se respiran en cada esquina de este barrio.
De mercado en mercado
El Mercado de san Miguel es uno de los más importantes de Madrid y conserva su estructura de principios del siglo XX.
Los circuitos para pasear por la capital española se cuentan por montones. Cada uno con deliciosas rutas gastronómicas y culturales. Una costumbre que se ha recuperado en los últimos años es visitar las plazas de mercado. Algunos de estos espacios han sido rediseñados y reconvertidos en mercados modernos donde uno no solo puede hacer la compra, sino pasar un rato, beber una caña y degustar deliciosos platos. Unos ya forman parte de la identidad madrileña y otros siguen en proceso de reinvención. Estos tres son top.
Mercado de San Miguel
El pionero en rediseñar el concepto. Irrumpió hace varios años con una envoltura mucho más moderna, pero sin perder su esencia de mercado de barrio. La oferta gastronómica es grande, con muchas tapas y vinos españoles. Y un plus: ostras con champaña. Lo máximo. En la plaza de San Miguel, muy cerca de la plaza Mayor.
www.mercadodesanmiguel.es
Mercado de San Antón
En el corazón de Chueca, el barrio de la movida gay madrileña, se alza esta plaza de mercado convertida en un sitio de encuentro para los más modernos. Es un buen punto de partida para unas cañas de domingo antes del almuerzo.
www.mercadosananton.com
Platea Madrid
Se define como el centro de ocio gastronómico más grande de Europa. Casi 6.000 metros cuadrados en plena Milla de Oro de Madrid, en el barrio de Salamanca. Una interesante mezcla de comida y espectáculos que incluye flamenco, acrobacias y acústicos. No faltan los dj, claro. Ideal para familias, pero también con amigos y pareja. Calle Goya, 5-7.
www.plateamadrid.com