Estos son los ocho bosques más hermosos del planeta

Revista Diners
Ante ciudades que cada vez crecen más, los bosques son cada vez más necesarios. Vivir la naturaleza se convirtió en un lujo que no todos en el mundo tienen la posibilidad de disfrutar, y más en estos tiempos donde la contaminación del aire, agua y tierra están en niveles alarmantes.
Además, después de meses y meses de encierro, es más fácil apreciar los beneficios de los entornos abiertos.
Por eso, Diners reunió los bosques más encantadores del planeta, no solo para crear conciencia de su importancia, sino para que descubra las maravillas que esconden.
1. Bosque de bambú de Arashiyama (Kioto, Japón)

Esta zona antigua de la ciudad japonesa esconde el único e irrepetible bosque de bambú. Este lugar es ideal para encontrar serenidad y los habitantes locales creen que caminar por su sendero principal trae buena suerte.
A las afuera del bosque podrá visitar el templo Tenryuji, uno de los más grandes de la isla, al igual que el santuario Nonomiya, en el que se celebra la vida de sus deidades en mikoshis (altares portátiles).
2. Bosque de Sangre del Dragón (Socotra, Yemen)

Aunque Yemen es uno de los países con más conflictos en el mundo, tiene una isla lejos de todos los problemas: Socotra.
Este lugar es reconocido por tener una especie de árbol llamada Sangre del Dragón, bautizada así por sus habitantes porque produce una savia roja cuando se le hace un corte a su superficie. Sin duda su apariencia inusual, muy parecida a la de un paraguas, brinda una experiencia única.
3. Bosque Hallerbos (Halle, Bélgica)

Con una superficie de 552 hectáreas sembradas de árboles haya roja, el bosque de Hallerbos conserva historias asombrosas. Por ejemplo, en la Primera Guerra Mundial, los alemanes lo quemaron para reducir a cero los recursos madereros del país.
Sin embargo, luego de este acontecimiento, el gobierno belga se encargó de reforestar el bosque con las mismas especies de árboles y plantas que tenía originalmente.
Es considerado como uno de los bosques más bellos del mundo por la Revista National Geographic, gracias a su concentración de jacintos azules silvestres, que atraen a cientos de turistas del mundo por los jacintos azules que nacen en primavera y crean un manto.
4. Selva Negra (Friburgo, Alemania)

Los alemanes bautizaron este bosque como Selva Negra por sus densas ramas y árboles, que apenas dejan pasar el sol. Cuenta con numerosos senderos que lo llevaran por un camino silencioso al lago Titisee, conocido también como la joya del lugar.
También puede visitar el monte Feldberg, de 1.439 metros de altura o si desea una postal de ensueño, vaya a la cascada de Triberg, que cae sobre lajas de granito, de colores blanco y gris, un espectáculo visual para los turistas.
5. Bosque de los lagos de Plitvice (Lika, Croacia)

Aunque claramente lo que más llama la atención de Plitvice son sus espejos de agua, hay que prestar atención a los árboles que se levantan a su alrededor. Cuenta con un poco más de 20 mil hectáreas cubiertas de bosques selváticos en 8 kilómetros cuadrados, con 16 lagos y 92 cataratas. Gran parte de sus árboles son hayas, pero también podrá encontrar abetos y pinos.
6. Parque Nacional Conguillio (Temuco, Chile)

Es el orgullo de la región de la Araucanía en Chile. Además de contar con más de 60 mil hectáreas de vegetación, tiene toda clase de árboles autóctonos, como por ejemplo ñires, coihues, lengas, palos santos, raulíes e incluso araucarias.
El bosque también alcanza a habitar el Parque Los Paraguas, conocido por ser uno de los últimos lugares del mundo donde vivieron los dinosaurios.
Hay senderos, zonas de camping y si tiene suerte podrá observar zorros, gatos monteses, ciervos, murciélagos, pájaros colilargas, carpinteros y bandurrias.
7. Bosque de Jade (Southland, Nueva Zelanda)

Este bosque alberga una de las historias más fantásticas de Nueva Zelanda. Es la cuna del jade o el Te Wahipounamu, lo que en la lengua antigua del maorí significa “el lugar de las aguas de la piedra verde”.
Gracias a esta leyenda, la Unesco declaró el bosque como Patrimonio de la Humanidad en 1990 por su riqueza natural.
Si llega a visitar el bosque, le contamos que es muy probable que se encuentre con los maoríes, la etnia polinésica más famosa de Nueva Zelanda que aún viven en estas tierras.
8. Parque Estatal Humboldt Redwoods (California, Estados Unidos)

No hay palabras para describir lo que se siente estar al frente de más de 300 árboles de secuoya roja, con una altura de 120 metros, es por eso que su visita es obligatoria si viaja a California.
El parque tiene que con los múltiples senderos, ríos y cascadas. Sin embargo, aquí no se acaban las sorpresas, pues el bosque está interconectado con otros parques como el Coast North, Jedediah Smith, Prairie Creek, que en conjunto suman 500 kilómetros cuadrados de bosques para disfrutar de una verdadera desconexión con el mundo.