Siete desiertos a los que debe ir al menos una vez en la vida
Revista Diners
Cuando se piensa en tener un viaje con la familia o con amigos, se piensa en playa, mar, ciudades cosmopolitas e incluso selvas amazónicas, pero nunca ir a los desiertos del mundo. Usualmente se cree que toca luchar contra la tempestad y la arena, mientras el incandescente sol cuartea la piel como en las películas.
Sin embargo, estos lugares va más allá del concepto de arena y sol. De hecho, son ecosistemas tan ricos como una selva donde hay animales, como, el dragón de Komodo, una criatura que parece sacada de una historia de ciencia ficción, camaleones y mamíferos como el gato del desierto (un felino parecido a un tigre), suricatas y conejos del desierto.
Por el lado de la fauna, más allá del cactus y las plantas rodadoras, hay flores como el leoncito que se encuentra en el desierto de Arequipa (Perú) y se postra sobre la copa de los cactus con forma de botón y de color naranja.
Los planes del desierto
Si no está impresionado con la fauna y la flora, lo pueden convencer planes como ‘surfear’ en dunas, conducir una camioneta gigante por la arena, pasear en globos de aire caliente, apreciar el atardecer o simplemente esperar a que caiga la noche para contemplar el mar de estrellas sobre estos paraísos desérticos.
Vea aquí los mejores siete desiertos del mundo:
1. Cabo de la Vela (Colombia)
De los desiertos más bellos del mundo, el de La Guajira se puede llevar el primer lugar. Ubicado en el extremo norte de Colombia este paraíso es considerado como la zona desértica más grande del país. Su sensación térmica llega a los 40º centígrados pero no se siente gracias al viento de la costa Caribe.
Si llega hasta acá no puede dejar de visitar Punta Gallinas donde están las Dunas de Toroa, ideal para deslizarse hasta el azul del mar. También visite el Parque Nacional Natural Macuira en la Alta Guajira.
Esta reserva de 25.000 hectáreas -a ocho horas en carro desde Riohacha- es ideal para disfrutar de las 140 especies detectadas (17 endémicas) y lo más sorprendente de todo es encontrar diferentes ecosistemas de bosques que romperán con el paisaje amarillo del desierto.
Si desea pasar unas vacaciones tranquilas y con completa comodidad, puede quedarse en Awatawaa un ecolodge con cabañas privadas construidas por los artesanos de La Guajira, quienes saben la importancia del cuidado de los manglares y la naturaleza.
2. Tatacoa (Colombia)
El segundo desierto más grande de Colombia está en el departamento del Huila. Con un café de especialidad en mano y unas buenas achiras, vaya a la Tatacoa que con sus 330 kilómetros de extensión se ha convertido en uno de los lugares predilectos de jóvenes turistas.
Sus montañas y figuras geológicas ofrecen al visitante paisajes inimaginables con contrastes cafés, grises y ocres. Además se encontrará con arqueólogos que continúan descubriendo fósiles de varios cientos miles de años. Y de noche, prepárese para ver constelaciones, lluvias de meteoros y otros fenómenos que muy difícil verá en otra parte de Colombia.
Quédese en el Bioluxury Hotel Bethel en Villa Vieja, en todo el corazón de la Tatacoa, donde puede reservar habitaciones de lujo que respetan el paisajismo desértico o espacios para pasar el día junto a su pareja desde $ 300.000 pesos.
3. Desierto de Atacama (Chile)
Ubicado al norte de Chile, en la ciudades de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, se encuentra el desierto más árido que se conoce sobre la faz de la tierra. La combinación de dunas, lagos de sal, y su cielo estrellado hace de Atacama un paisaje único e inimaginable.
Recomendado por el diario New York Times, el desierto de Atacama es la combinación de aventura y lujo por sus deportes extremos y la tranquilidad que le ofrece el hotel Explora Atacama, además de viajes guiados por el desierto y la oportunidad de ver más cerca las estrellas por medio de su observatorio de última tecnología.
4. Desierto de Huacachina (Perú)
A solo cinco kilómetros de la ciudad de Ica (sur del Perú) se encuentra uno de los desiertos más secos del mundo, que ofrece un contraste con un oasis natural, que abastece a 90 personas que viven a sus orillas rodeadas por palmeras, árboles de algarrobo y huarangos.
El desierto Huacachina alberga una de las creencias más fuertes del Perú: su arena y su laguna tienen propiedades curativas y quien se bañe en ella podrá aliviar todas sus dolencias.
Desde las dunas, tendrá la posibilidad de practicar deportes extremos como sandski, surf o paseos en camionetas para disfrutar de sus atardeceres y el contraste de la laguna con el desierto que solo ofrece Huacachina.
5. Desierto Uadi Rum (Jordania)
Al sur de Jordania, a 60 kilómetros de la ciudad de Aqaba, se encuentra el desierto con la arena más roja de planeta. Uadi Rum significa en arameo lugar alto; allí vive desde hace 7 siglos la tribu Zalabia, que se ha ido adaptando al cambio y ahora organizan planes turísticos para los visitantes.
Los productores de Hollywood se rindieron ante la belleza de su arena rojiza, que utilizaron para ambientar las películas Misión a Marte (2000) Planeta Rojo (2000) y The Martian (2015).
Al desierto también se le conoce como el Valle de la Luna por sus montañas de arena y granito que son moldeadas por el viento y la lluvia. Cuenta con hoteles de toda clase: desde los baratos y rústicos hasta los más lujosos y excéntricos como el hotel Bait Ali Lodge, inspirado en la arquitectura de la tribu Zalabia.
6. Desierto Mojave (Estados Unidos)
Al sur del Estado de California se encuentra el desierto Mojave que traduce ‘tres montañas’, llamado así por la comunidad ancestral de indios. Este lugar ha sido colonizado y adaptado para los turistas que disfrutan jugar al golf por las mañanas y pasear en las dunas de arena por la tarde.
Este desierto cuenta con el revestimiento de su superficie con flores de colores en la primavera. También puede disfrutar de edificios modernos, resorts de lujo y de Coachella, uno de los festivales de música y arte más importantes del mundo.
7. Desierto Rub al-Khali (Emiratos Árabes Unidos)
Al sur de los Emiratos Árabes, a cuatro horas de Dubai, se encuentra el desierto con la duna más grande del mundo en la zona Al Moreeb Hill. En este desierto podrá sentir un silencio absoluto acompañada de la arena y un cielo azul.
El desierto de Rub al-Jali es un lugar para desconectarse de la realidad y ‘perderse’ del mundo por una tarde y conectarse con su interior.
Por otro lado, cuenta con Qasr Al Sarab Desert Resort. Este hotel cinco estrellas que tiene canchas de tenis, piscinas, viajes guiados por el desierto, recorridos en camello para contemplar las estrellas.
Si le gusta la historia, podrá aventurarse a viajar a la Ciudad Perdida de los Pilares equivalente en el Corán como la Sodoma y Gomorra de la Biblia. Esta ciudad se descubrió en su totalidad en los años 80 gracias a los satélites de la NASA.
También le puede interesar: 5 destinos de lujo para visitar en el desierto