¿Por qué vale la pena conocer Chile?
Revista Diners
La mayoría de los que visiten Chile durante la Copa América, que se jugará entre el 11 de junio y el 4 de julio próximo, tendrán solo una cosa en mente: el fútbol, eso está claro. Sin embargo, hacer planes para aprovechar el tiempo entre partidos, nunca está de más. Algo que de seguro también agradecerán quienes van como acompañantes de los fanáticos de la selección.
Pocos lugares ofrecen una diversidad geográfica tan amplia y dramática como Chile. Desde los cielos impolutos del desierto de Atacama con su paisaje lunar –ideal para mirar estrellas–, hasta los picos nevados, donde hay magníficas pistas de esquí. De norte a sur, este estrecho y largo país que corre entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico, tiene paisajes volcánicos, playas paradisiacas, valles, bosques, ríos cristalinos e imponentes glaciares en la Patagonia chilena. Así que si lo suyo es la aventura, está en el lugar indicado.
Si, por el contrario, se define como un sibarita, y prefiere una experiencia gastronómica y cultural, también hay mucho de donde elegir. No solo producen algunos de los mejores vinos del mundo, sino que sus pescados, mariscos y platos típicos satisfacen hasta los paladares más exigentes.
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El Centro Gabriela Mistral
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Punto de partida
Aunque la selección Colombia jugará su primer partido contra Venezuela el 14 de junio en Rancagua (a 99 kilómetros al sur de la capital), el encuentro que genera mayor expectativa será el del 17 de junio, contra Brasil, en Santiago. Para muchos hay una cuenta por saldar, debido a lo acontecido en el pasado Mundial de Fútbol entre los dos equipos.
Por esta razón, la capital chilena debería ser el punto de partida para organizar los diferentes planes. En el momento de programar sus actividades tenga en cuenta que es pleno invierno, por lo que los balnearios no serán tan atractivos, y que entre esta fecha y el siguiente juego, el 21 de junio, contra Perú, en la ciudad de Temuco (a 691 km de Santiago), hay un espacio de cuatro días.
Santiago tiene mucho que ofrecer. Cuenta con una interesante mezcla de arquitectura colonial y moderna, y está flanqueada por dos montañas. Una buena forma de percibir su escala es subiendo al Parque Metropolitano, más conocido como cerro San Cristóbal.
Tampoco puede dejar de ir al Mercado Central para disfrutar de la inmensa variedad de mariscos frescos, entre ellos los locos (exclusivos de esta zona del planeta), o disfrutar de las clásicas empanadas.
Para los amantes del arte, la historia y la literatura, también hay visitas imperdibles, como el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos –creado para dar a conocer las violaciones que se cometieron en Chile durante la dictadura y sus consecuencias–, o el Centro Gabriela Mistral, un complejo cultural dedicado a difundir creaciones artísticas. Así mismo, vale la pena pasar por el Museo de Arte Contemporáneo, que cuenta con una colección de más de 25.000 piezas.
Uno de los principales atractivos de la ciudad es cómo ha logrado transformarse. Atrás quedaron las secuelas de la opresiva dictadura de Pinochet, en los años setenta y ochenta, para dar paso al renacer de carismáticos barrios, con un ambiente alegre y pujante, donde pululan hoteles boutique, cafés y restaurantes de moda, así como galerías, museos y anticuarios. Ahora, además de los exclusivos y tradicionales Las Condes –que además del centro financiero, cuenta con amplios parques y lujosos hoteles y centros comerciales– y Providencia, hay varias opciones para vivir y gozarse la capital.
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Sobre la Peluquería Francesa queda uno de los mejores restaurantes de Santiago.
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