De Bogotá a Frankfurt, así es viajar en la primera clase de Lufthansa

La experiencia de volar en primera clase de Lufthansa empieza desde la puerta de su casa, cuando un vehículo de la aerolínea lo recoge a la hora indicada para hacer el check-in en el aeropuerto, dejar sus maletas en manos de la tripulación y, por supuesto, esperar el tiempo pertinente en la sala El Dorado Lounge, donde lo espera un festín de comidas y bebidas que están aguardando por usted.

“Nuestra comida está coordinada semestralmente con el jefe de cocina de Lufthansa en Alemania, que personalmente disfruta que incluyamos los sabores de las frutas colombianas en los platos de lujo que reciben los pasajeros de primera clase”, comenta Daniel Rivas, chef de la compañía aérea fundada en 1953.

Una vez se cumple el tiempo de espera, el equipo de Lufthansa le avisa que ya puede subir al avión A340-600 a través del tren de abordaje exclusivo para la primera clase, donde viajará con apenas otros ocho pasajeros que disfrutarán un vuelo de 11 horas a Frankfurt, el corazón financiero y comercial de Alemania.

La primera clase de Lufthansa está diseñada especialmente para que los demás pasajeros de vuelo no tengan que desfilar en la cabina exclusiva de estos ocho asientos, por lo que su privacidad y tranquilidad están más que garantizados.

Un hotel a 12.000 metros sobre el nivel del mar

Un despeje silencioso anuncia la salida de un vuelo que vale la pena tener en primera clase, donde además de estar en un asiento que se convierte en cama de dos metros de largo con un colchón cómodo y una almohada de alta calidad -acompañado de un edredón termorregulador-, contará con una asistencia personal de la tripulación que sabe con precisión sus necesidades gastronómicas y de atención durante todo el vuelo.

Y ya que la comodidad está garantizada, puede elegir en qué invertir su tiempo en esta mini habitación a 12.000 metros sobre el nivel del mar, ya que las cortinas insonorizadas lo protegen del ruido de fondo del interior del avión, además del aislamiento acústico que amortigua el sonido de los pasos en la cabina de primera clase.

Con todo el silencio posible, disfrute de una variedad de películas, series y documentales exclusivos en una pantalla individual de 17 pulgadas con el catálogo de lujo de Lufthansa Media World -con más de 100 películas y 200 programas de televisión, además de una selección exclusiva de programas radiales, audiolibros y podcast reconocidos a nivel mundial- y unos auriculares Bose, con cancelación de ruido total, lo que termina de garantizar su experiencia de entretenimiento en el avión.

Entre tanto, su cuarto de baño con un diseño vanguardista está pensado en ofrecerle comodidad si desea refrescarse durante el vuelo o ponerse la pijama exclusiva que la primera clase de Lufthansa recibe junto con un kit de aseo que contiene cepillo de dientes en bambú; crema dental; crema hidratante para su piel; un kit para masajes faciales; un antifaz para dormir; un par de medias de descanso y tapones para oídos.

Cocina de estrella Michelin en la primera clase de Lufthansa

La primera clase de Lufthansa decide en qué momento desea comer, además de poder elegir entre opciones complementarias adecuadas para sus gustos personales. Eso quiere decir que puede pedir su comida apenas empieza el viaje, en el intermedio o una hora antes de finalizar de aterrizar.

Es así que cuando llega el momento de la comida, la tripulación pone una rosa roja en un florero integrado a su cabina, así como la opción de probar el caviar que puede maridar con una galardonada carta de vinos mundiales, que cada mes cambia para ofrecer cuatro vinos tintos y cuatro vinos blancos de regiones populares pero exclusivas, lo que lo hace una experiencia vinícola exclusiva para los pasajeros de primera clase de Lufthansa.

“Los mejores chefs del mundo trabajan a menudo en hoteles de lujo y gracias a nuestra cooperación con hoteles seleccionados, los huéspedes de Primera Clase también pueden disfrutar a bordo de diferentes cocinas estrella Michelin que tenemos en Europa”, comenta Alfonso Rodríguez, gerente de ventas para América del Sur.

Además también puede seleccionar entre una amplia gama de bebidas que ofrece Lufthansa en sus vuelos para la primera clase. “Todo detalle está garantizado para que la experiencia gastronómica esté garantizada. Por ejemplo, tenemos el gran reto de que la comida sepa igual que en tierra, ya que a 12.000 metros sobre el nivel del mar las papilas gustativas disminuyen su capacidad de percepción, entonces nos fijamos en esos detalles para que disfrute de una cena servida en una vajilla de lujo”, comenta el chef Rivas.

Conectividad y eficiencia

Lufthansa sabe que los negocios y el trabajo no dan espera, por eso para la primera clase ofrecen el servicio de teléfono para realizar llamadas a todo destino, además de su conexión exclusiva FlyNet®, que ofrece un servicio de internet de banda ancha rápido y global, por lo que no tendrá que preocuparse por esa reunión o trabajo que no da espera de 11 horas de vuelo.

Conozca más de la primera clase de Lufthansa que llega a Bogotá en www.lufthasa.com.

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