Una cena en el borde del espacio: la nueva experiencia de lujo en el turismo espacial

Revista Diners
La cápsula Celeste, unida a un globo estratosférico, ascenderá a una altitud de 25 kilómetros con un grupo de selectos turistas que tendrán el lujoso placer de comer al borde del espacio. O por lo menos, esos son los planes que tiene la empresa francesa de turismo espacial Zephalto para el año que viene.
Al parecer es muy seguro pues ya se han reservado cupos para los primeros vuelos que empezarían a finales de 2024 o hasta mediados de 2025, y ya se están vendiendo las prereservas para después de mediados de 2025. Los billetes de prereserva cuestan 10.900 dólares, unos 50 millones de pesos colombianos. Y en total, un viaje costará 131.100 dólares, es decir, más de 600 millones de pesos colombianos.

La promesa de la compañía es transportar a seis pasajeros y dos pilotos al borde del espacio durante tres horas flotando en la nada. La máxima altitud se logrará en 90 minutos a una velocidad de cuatro metros por segundo. Según la empresa, la experiencia será similar a viajar en avión pero con vistas aun más increíbles, porque aunque no llegará al espacio suborbital, sí volará a una altura muy superior a la de un avión comercial normal. Además, durante la experiencia se vivirá un ambiente extremadamente lujoso.
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Una de las experiencias principales es la cena que acompañaría la experiencia. Hasta el momento se desconocen los chefs que participarán del viaje, pero según un artículo de CNN Español, durante las tres hoas se podrá disfrutar de una comida de varios pasos y de buenos vinos franceses. Los chefs elegidos tendrán libertad creativa, pero deberán ofrecer una experiencia refinada.
La seguridad es sin duda una de las mayores preocupaciones, pero la compañía aclara que cuenta con la ayuda del Centro Nacional de Estudios Espaciales y de la Unión Europea. Hasta el momento se sabe que se han realizado tres vuelos de prueba parciales pilotados, y hay otro programado para finales de este año que vivirá la experiencia completa. No hay requisitos de edad ni de formación para poder viajar y cenar al borde del espacio.