La historia del edificio abandonado más alto del mundo
Revista Diners
El edificio Ryugyong Hotel es una construcción icónica de Corea del Norte. Con una altura de 330 metros, es el edificio más alto de Pyongyang, la capital del país. A pesar de su estatura, el hotel ha permanecido vacío y sin terminar durante más de tres décadas.
La construcción del Ryugyong Hotel comenzó en 1987, cuando Corea del Norte buscaba mejorar su imagen internacional al albergar la Feria Mundial de la Juventud y los Estudiantes. El hotel estaba destinado a ser el más grande del mundo, con 3.000 habitaciones y 105 plantas. Sin embargo, el proyecto se vio afectado por una serie de problemas financieros, técnicos y políticos.
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La construcción se detuvo en 1992, cuando la Unión Soviética se derrumbó y Corea del Norte entró en una profunda crisis económica. El edificio se convirtió en un símbolo del fracaso económico del país, y durante muchos años fue objeto de burlas y críticas internacionales.
En 2008, la construcción se reanudó después de una inversión de 180 millones de dólares por parte de una empresa egipcia. Sin embargo, las obras se detuvieron de nuevo en 2013, sin que se haya revelado la razón. Desde entonces, el edificio ha permanecido vacío y sin terminar.
A pesar de su estado inacabado, el Ryugyong Hotel sigue siendo un monumento impresionante. Su forma piramidal y su tamaño imponente lo convierten en una de las estructuras más reconocidas de Pyongyang. Muchos turistas visitan la ciudad solo para ver el edificio, y algunos incluso se aventuran a subir a su cima para disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad.
Sin embargo, el futuro del Ryugyong Hotel sigue siendo incierto. Aunque ha habido rumores de que el gobierno norcoreano está buscando inversores para completar la construcción, no se ha anunciado ningún plan concreto. Algunos expertos sugieren que el edificio podría ser demolido si no se encuentra una solución viable.
En última instancia, el destino del Ryugyong Hotel es un recordatorio de los desafíos que enfrenta Corea del Norte en su intento de modernizar su infraestructura y atraer inversión extranjera. Aunque la construcción del hotel comenzó con la intención de mostrar la grandeza del país, ha terminado siendo un símbolo de su difícil situación económica y política.