“Tengo estrés por ver el celular, así sea apagado”

Mauricio tiene 42 años y siempre ha sido un fanático de la tecnología. A sus ocho años tuvo la primera consola de Nintendo que llegó a Colombia; en su adolescencia tuvo el Nokia que pesaba tres kilos y en los últimos 10 años ha sido el primero en comprar los últimos celulares de Apple. Sin embargo, el amor por la tecnología se apagó. Ahora deja su celular en otra habitación, lo olvida a propósito y se enoja cuando le dicen que esté pendiente se su WhatsApp o de la llamada que le van a hacer de su trabajo.

Este colombiano vive lo que la Organización Internacional del Trabajo bautizó como tecnoestrés o estrés por el mundo digital. “No se puede negar que la pandemia incrementó problemas visibles dentro de nuestra sociedad. El consumo de tecnología aumentó los riesgos psicosociales, así como los niveles de estrés, agotamiento, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas”, reseña el informe publicado por esta organización a finales de 2020.

Entre tanto, el Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales, del Instituto de Seguridad, Salud y Bienestar Laboral (ISBL) entrevistó a 600 trabajadores de Latinoamérica y España para saber su opinión sobre este fenómeno. Allí encontraron que como Mauricio, el 42% de los encuestados han sentido tecnoansiedad, tecnofatiga, e incluso, tecnoadicción.

¿Cómo saber si tengo estrés digital?

“Tengo estrés por ver el celular, así sea apagado. Ya no quiero prender el computador o ver televisión, siento que le estoy huyendo a las pantallas. Prefiero pasar un fin de semana acostado mirando al techo que postrado ante esos aparatos de los que somos dependientes”, comenta Mauricio, quien ahora solo usa el celular exclusivamente para temas laborales.

Si siente algo parecido y además identifica que pasa 10 horas a la semana navegando en internet, 5 horas en redes sociales y no es consciente de tener el celular en la mano, como lo señala el ISBL, está próximo a vivir el tecnoestrés.

“El uso excesivo de las tecnologías nos está dejando emocionalmente agotados al punto de odiar estas herramientas que durante los últimos 40 años nos han regalado avances importantes. Tiene que haber una solución”, comenta Luis Carlos Guerrero, presidente para Colombia de Lumen Technologies, quien al estar metido en la industria ha querido buscar soluciones que vayan más allá de tener pausas activas sin estar frente a un computador.

Una advertencia en letras pequeñas

Compañías como Samsung, Apple y Microsoft están al tanto, incluso, se puede decir que el estrés digital lo veían venir desde hace diez años. Y aunque han generado campañas para controlar el uso de sus dispositivos ha sido en vano, pues nosotros como consumidores, no hemos sabido darle un uso correcto.

“El 45% de los trabajadores aseguraron que no cuentan con una formación específica para su y considera que el uso de las tecnologías requiere diversas exigencias a las que no están preparados”, informa el comunicado del ISBL.

Mauricio, por ejemplo, admite que fueron muy pocos los manuales que leyó de sus aparatos tecnológicos. “Con el Nintendo me leí hasta la letra más pequeña de la caja, pero con el tiempo ya no me parecía relevante ver los folletos o las advertencias porque me parecían obvias”.

Justamente allí, desde hace 10 años las compañías han advertido que el uso excesivo de los dispositivos puede causar fatiga visual e incluso recomiendan tomar un descanso de 15 minutos por cada hora que tenga que están frente a ellos. Ahora la pregunta es: ¿Usted sigue estas recomendaciones al pie de la letra?

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Cómo combatir el estrés digital

Si como Mauricio, la respuesta a la pregunta anterior fue un rotundo NO, tranquilo porque la verdad son muy pocas las personas que hacen caso a estas advertencias como lo revela el Center for Humane Technology, encargado de revertir la “degradación humana”: “Durante mucho tiempo nos entusiasmamos con las mejoras tecnológicas, pero no prestamos suficiente atención a los cambios que estaban produciendo en nuestro cerebro. Ahora somos vulnerables a la tecnología, la cual se aprovecha de nuestras debilidades”, comenta Randy Fernando, fundador del Center for Humane Technology a BBC.

Pero tranquilo, porque este no es el fin. Como en toda adicción lo recomendado en este caso es admitir que tiene un problema con el exceso de uso de la tecnología. Segundo, entienda que se trata de una herramienta que usted domina y no de un aparato que lo domina a usted; y tercero, busque alternativas al uso del celular o computador, como por ejemplo, si está buscando entretenerse un fin de semana salga al parque a jugar fútbol y evite quedarse viendo televisión.

A estos consejos se suman los del Center for Humane Technology, en los que lo invitan a tomar el control de su vida y sus aparatos electrónicos en cinco pasos:

1. Desactive las notificaciones en todos sus dispositivos

Dejar de escuchar el sonido de las notificaciones, la intermitencia del LED de su dispositivo e incluso ignorar los globos rojos de cada aplicación con su respectivo número, le ayudará a usar su celular de forma correcta, sin llegar a odiarlo, como le sucedió a Mauricio.

2. Elimine aplicaciones tóxicas

Si ya es consciente de que tiene estrés digital o tecnoestrés, le será más fácil identificar esas aplicaciones que no le traen nada bueno a su vida y que le quitan tiempo de calidad para estar con su familia o terminar sus deberes.

3. Descargue herramientas útiles a sus dispositivos

Así como hay aplicaciones tóxicas, también están aquellas que le ayudan a controlar sus tiempos de conexión innecesaria tanto en el celular como en su computador. Por ejemplo, existe Tiempo de pantalla que controla su tiempo de conexión; News Feed Eradicator, que le ayudará en su computador a evitar los mensajes emergentes de otras aplicaciones mientras trabaja o Insight Timer, que lo ayudará a practicar la atención plena.

4. Elimine la indignación

Está comprobado científicamente que sentir odio, rabia o celos afecta físicamente nuestro cuerpo, como lo reveló Robert Ader, investigador de la Facultad de Medicina y Odontología de Rochester, en el libro Be Coach: Las emociones (2019).

Por eso, un buen consejo es evitar a las personas, medios de comunicación y redes sociales que lo llenen de indignación y rabia. Reemplácelos por líderes de opinión y páginas web que ayuden a resolver los problemas y no solo se queden juzgando.

5. Desconéctese todo un día de la semana

“Puede sonar como un reto, pero en realidad es un regalo para que usted vuelva a conectarse con sus seres queridos”, dice Randy Fernando, quien asegura realizar esta práctica al punto de reducir su consumo de tecnología en un 15%, gradualmente.

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