POR: 
Adrián David Osorio Ramírez

Un número limitado de capturas, la imposibilidad de ver el resultado y un proceso en el que obturar es el pequeño primer paso de un proceso químico de horas. Aunque suene tedioso, este ritual sigue vivo y cada vez es más común ver fotografías de este tipo en medios digitales como las redes sociales.

La fotografía analógica -de rollo, de carrete, análoga o química- hace referencia al proceso fotográfico tradicional en el que un material fotosensible llamado haluro de plata capta la luz sin usar técnicas digitales para producir imágenes. En el proceso se hace uso de rollos de película, sustancias químicas y cuartos oscuros para revelar las fotografías.

Su historia tiene origen en 1824, cuando el francés Joseph Nicéphore Niépce capturó la primera imagen fotográfica, conocida como Vista desde la ventana en Le Gras. Para esto usó una cámara oscura y una placa de peltre recubierta con betún.

Fotografía analógica


Vista desde la ventana en Le Gras. Foto de Joseph Nicéphore Niépce – Rebecca A. Moss / Dominio público, vía Wikimedia Commons

Años después, Louis Daguerre continuó estos experimentos con compuestos de plata hasta conseguir el daguerrotipo. Desde entonces, la fotografía ha evolucionado hasta llegar a su digitalización con la llegada del siglo XXI.

De vuelta al origen

En un mundo en el que existen teléfonos inteligentes con múltiples y diminutas cámaras de excelente calidad pareciera que aquel proceso mágico que dio origen a la fotografía estuviese muerto. Por el contrario, el trabajo de fotógrafos como Miguel Winograd y Camilo Sabogal comprueban lo contrario.

Winograd es un bogotano con un máster en historia latinoamericana. Mientras estudiaba en Nueva York, descubrió la fotografía. “Mi entrada al mundo de la fotografía fue por el camino de la técnica de blanco y negro, con revelado y copiado. Me fui “encarretando” con el tema e hice un programa intensivo de fotoperiodismo y fotografía documental hace seis años ya”, le cuenta a Diners Miguel Winograd.

En estos años, el colombiano se ha enfocado en explorar las relaciones entre las personas, su entorno y las narrativas del conflicto social. Sus fotos han sido expuestas en Nueva York, Ciudad de México y Berlín, la gran mayoría como resultado de procesos análogos en gelatina de plata. Además, dicta clases particulares de cuarto oscuro.

“Es un proceso artesanal en el que siento una conexión mucho más tangible con las imágenes que estoy creando. Por un lado, porque hay un número limitado de imágenes que uno puede hacer. A esto se suma que este proceso de revelar la película y hacer la copia en papel de gelatina de plata es un compromiso más grande con cada una de las imágenes, es una forma de conectarse más concretamente con el oficio”, asegura Winograd.

Por su parte, Camilo Sabogal se define como un “fotógrafo de la vieja escuela”. Desde febrero de 1993 se enamoró de la fotografía analógica y no la ha dejado nunca. “Cuando comencé, no existía lo digital, y quería ser diseñador gráfico. Empecé fotografía porque tenía algo que ver con el diseño pero me impactó muchísimo la parte del revelado y las ampliadoras. Decidí que quería ser fotógrafo”, cuenta.

“En el 2003, al inicio de mi carrera como fotógrafo comercial, llegó la digital con una fuerza insospechable, de un día para otro. Ahí me di cuenta de que no me interesaba ser fotógrafo sino el laboratorio y el proceso fotográfico. Muchos amigos me dijeron que me actualizara, pero sabía que iba a tener otro enfoque más artístico, lejos de lo comercial”, recuerda Sabogal.

Dieciocho años han pasado y el mundo le confirma el pensamiento a este fotógrafo colombiano: el análogo no muere. “Es un poco lo que pasó con la pintura, cuando la fotografía llegó, la gente pensó que la pintura se había acabado. Ahora estoy haciendo procesos como el daguerrotipo y colodión húmedo, que son los primeros de la historia. Sigo sin digitalizarme”, dice.

Tendencia en crecimiento

Es 2021 e Instagram domina el mundo de la fotografía digital con cientos de miles de imágenes publicadas al día. La sorpresa es que en medio de este afán digital, algunas fotografías análogicas logren hacerse un lugar entre el contenido web, cada vez más.

El granulado tradicional, el hecho de sujetar la fotografía con las manos o por pura nostalgia con las épocas pasadas; la verdad es que no hay una explicación exacta para la tendencia en el uso de esta técnica. Incluso en el cine, en la publicidad y en la moda se puede ver el regreso del famoso 35mm.

Cuarto oscuro


Foto Inkaroad, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Para Miguel Winograd, “algo tiene que ver con la forma en la que ha cambiado nuestra relación con la imagen fotográfica. Las redes sociales son un torrente agresivo sin fin de imágenes. Es bonito ese interés de volver a esta fotografía en la que las imágenes hablan por sí solas”.

Cámaras analógicas

En la fotografía analógica hay distintos formatos de película. El más popular es el que se conoce como 35 milímetros. Después hay cámaras de formato medio (120) y grandes formatos.

A la hora de pensar en la cámara para adentrarse en el mundo analógico, Winograd asegura que “la parte técnica de la cámara es lo de menos, en el mercado de cámaras de segunda mano hay unas muy buenas de 35 mm. Y cualquiera que funcione está muy bien. Hay algunas marcas con cierto prestigio que son las mismas marcas del mundo digital, como Canon y Nikon, pero también hay cámaras soviéticas, de plástico y hay gente en el mundo de lo análogo que construye sus propias ‘cámaras’ con madera o cartón. Las opciones son muchas, así que depende de lo que les interesa, pero principalmente que no sea un obstáculo”.

Cámara analógica


Foto Neal E. Johnson / Unsplash

Camilo Sabogal, por su lado, cree que “aquí lo importante es el proceso. Pero entre más mecánica, pesada y vieja la cámara, más divertida y retadora porque tiene menos ayudas”.

Sin embargo, a continuación le dejamos cinco opciones de cámaras para iniciar en el mundo de la fotografía analógica. Algunas se pueden conseguir por medio de comercio electrónico como Mercadolibre y otras son reliquias en tiendas de fotografía.

Canon FTb

Igual que en el mundo digital, Canon es famoso por sus cámaras analógicas. En este caso, la Canon FTb es una cámara reflex de lente único de 35 milímetros que entró al mercado en 1971.

Pentax Spotmatic

Esta es una cámara de la compañía japonesa Pentax que se comercializó entre 1964 y 1976. Es una cámara réflex de lente única de 35 mm. Una opción más económica de las Pentax Camille y K100.

Nikon n90

Esta Nikon F90/N90 fue fabricada entre 1992 y 2001. Una cámara reflex de 35 milímetros que ofrece lo mejor de la fotografía analógica con algunos avances tecnológicos.

Minolta X300s

Entre 1923 y 2006 la compañía japonesa lanzó varias cámaras al mercado que siguen siendo utilizadas hoy en día. Una de ellas es la Minolta X300s, una cámara SLR de 35 mm.

Canon AE-1

Otra opción de cámara analógica de Canon es esta AE-1, una opción para los aficionados avanzados con película de 35 mm que se vendió entre 1976 y 1984.

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marzo
9 / 2021