¿De qué se trata Neuralink?, una neuróloga explica el nuevo proyecto de Elon Musk

Con Neuralink, Elon Musk busca conectar el cerebro humano a dispositivos electrónicos para lograr la cognición superhumana.
 
¿De qué se trata Neuralink?, una neuróloga explica el nuevo proyecto de Elon Musk
Foto: Wikimedia Commons CC By 2.0
POR: 
Juan Sebastián Alba Torres

Podría decirse que Elon Musk es uno de los visionarios más importantes de nuestro tiempo. Desde que comenzó con su proyecto SpaceX, con el que busca que el hombre llegue a Marte, y con Tesla, que revolucionó la industria de autos eléctricos, este empresario sudafricano nunca ha dejado de sorprender con sus avances. Ahora lo hace con la presentación de Neuralink.

Pero hay algo que le critican a Musk y es que en realidad sus empresas no han sido del todo innovadoras. Lo que han hecho es recoger tecnologías y sistemas que se han desarrollado por años para mejorar sus procesos y descubrir el potencial que tienen realmente.

Con Neuralink va mucho más allá. Se trata de una búsqueda ambiciosa que le podría dar, literalmente, superpoderes a los seres humanos.

Consiste en un chip que se implanta en el cerebro de las personas y que le permite sincronizarlo con dispositivos como celulares, computadores, incluso carros. La firma busca llegar a lo que ellos mismos denominan “cognición superhumana”, que no es más que la capacidad de lograr un nivel mucho más elevado de conocimiento.

¿De qué se trata Neuralink?

Elon Musk lo definió como un “Fitbit en tu cráneo con pequeños cables”, un aparato pequeño con hilos flexibles que se conectan al cerebro. “Es algo muy al estilo de la serie de Netflix Black Mirror. Tienen que hacer una cirugía para instalarlo. Inicialmente el modelo que había propuesto era una especie de audífono que mandaba impulsos a través de estimulación transcraneal”, comenta la neuróloga Alejandra Guerrero, médica general de la Universidad del Rosario, neuróloga de la Universidad de La Sabana y magíster en Neurología Conductual de la Universidad de León (España).

Pero el modelo cambió y ahora es totalmente diferente a cómo se tenía planeado en principio, incluso en su instalación. “Lo que mostraron es un dispositivo que se debe implantar. Lo que hacen es quitar un pedazo del cráneo, del tamaño de una moneda, y ponen el dispositivo sobre el cerebro. Este trae unos cablecitos minúsculos que se ponen sobre la superficie del cerebro y a partir de ahí comienzan a recibir las señales eléctricas y se sincronizan con la tecnología que viene el dispositivo”, agrega Guerrero.

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Los cables se conectan en las zonas responsables de las funciones motoras y sensoriales. Neuralink apenas se encuentra en fase de investigación y de pruebas, por lo que en la presentación se mostró a una cerda llamada Gertrude que ya tiene este aparato conectado.

Cada vez que le tocaban el hocico se producían una serie de pitidos que indicaban actividad en la parte de su cerebro que busca comida, lo que, según, Musk es un gran avance.

¿Cómo funciona?

En teoría este aparato permitirá conectarse a diferentes dispositivos a través de Bluetooth y manejarlos con los pensamientos que se emitan a través de las conexiones que monitorean y decodifican la actividad cerebral.

Sin embargo, para algunos investigadores como Andrew Jackson, de la Universidad de Newcastle, Neuralink no es tan increíble. “En términos de su tecnología, 1.024 canales no es algo tan impresionante en estos días, pero la electrónica para transmitirlos de forma inalámbrica es de vanguardia y la implantación robótica es atractiva”, apuntó el experto en una entrevista para la BBC.

“El cerebro es un órgano complejo. Para cada cosa que hacemos no se usa una sola área, sino que tenemos una serie de redes neuronales que permiten hablar un idioma, sentir algo o tomar una decisión. No es tan sencillo que implanten algo y puedan influir sobre todos estos procesos. Inicialmente la aplicación de esto será para lograr órdenes mucho más sencillas como prender la luz con pensarlo, o hasta manejar un carro con la mente”, comenta Guerrero.

¿Podríamos volvernos más inteligentes?

Sin duda es la intención de Musk y Neuralink, pero es un camino largo de recorrer. “No creo que alcancemos a ver eso, pero probablemente sí suceda en el futuro. Esto es apenas el comienzo. Lo que ellos dicen es que al tener esta comunicación entre el cerebro y la tecnología, este órgano se convertirá en un dispositivo al estilo de un celular. Si una persona no sabe algo, pero tiene esta interfaz que comunica el cerebro con internet, pues busca la información como lo haría con un dispositivo de este tipo”, explica Guerrero.

Pero la comunidad científica aún tiene reparos para hacer. El profesor Jackson indicó que “todos los que han estado trabajando en este campo durante un tiempo están emocionados con las posibilidades que surgen cuando las grandes empresas de tecnología y los partidarios entusiastas intentan poner dinero detrás de esto”, pero dice ser escéptico en la posibilidad de leer y escribir recuerdos, y mejorar las funciones cerebrales.

De hecho, por ahora no hay artículos científicos que hablen de esto. “Este tema lo abordan más desde el dilema bioético que hay detrás. Pero como esto es una investigación de una empresa privada, pues aún no hay información en revistas científicas y no es muy claro cómo va a funcionar”, comenta Guerrero.

El dilema bioético

¿Es correcto usar este tipo de tecnología para hacernos más inteligentes? ¿Es ético crear humanos con superpoderes y superinteligencia a la que solamente podrían acceder las personas capaces de pagar este tipo de tecnología?

El dilema que se crea con este tipo de dispositivos como Neuralink está entre lo que se debe y lo que no se debe hacer con la tecnología. Por un lado están los tratamientos médicos que podrían ayudar a mejorar la vida de personas con problemas en el cerebro.

“Esto sería muy bueno para una persona que tenga un daño cerebral o medular, que gracias a la acción de estos electrodos pueda volver a caminar o a hablar. Una persona que tenga alzheimer y le graben las memorias aparte y pueda acceder a ellas con ayuda de esto, sería bueno. Sin embargo, una persona normal que no tiene ningún déficit ni incapacidad y que simplemente quiere un implante de estos para ser una especie de superhumano, obviamente entra dentro de ese debate ético”, comenta Guerrero.

Además de todo esto también queda una puerta que se puede cruzar. Una de las funciones de las que hablan sus desarrolladores es que se podrían comunicar con otros dispositivos, lo que lleva a preguntarse: ¿Cuál será el papel de la privacidad?, y ¿a cuánta información personal tendrían acceso estas compañías?

         

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septiembre
23 / 2020