¿Por qué Facebook cambió nuestras vidas?
Diana Aristizabal
Publicado originalmente en Revista Diners Ed. 457 de abril de 2008
Una colombiana y un iraquí viven un romance de esperanza. Un joven antioqueño se empeña en vender su viejo automóvil para que trepe las cuestas de Manizales. Un barranquillero consigue reunir en la calle a diez millones de personas. Una joven envía una bandeja paisa que es sólo para ver y no para comer. Todos lo logran con un clic. Es el Facebook.
La red social de Facebook absorbió prácticas antes privilegiadas en otros espacios y se convirtió en el medio elegido por muchos usuarios para conquistar, discutir y fijar contactos empresariales. Fue precisamente por una motivación de orden participativo que un grupo de colombianos escogió esta plataforma virtual para convocar a la gigantesca movilización contra las Farc.
El 4 de febrero de 2008 se convirtió para Colombia y para el Facebook en una experiencia práctica que nació en la virtualidad informática y se trasladó a las calles de 130 ciudades de aquí y del mundo.
Con esa marcha, el país pasó a ser el segundo de Latinoamérica con mayor número de usuarios de Facebook –1’123.000– después de México. Incluso superó a países como España y Japón.
Esta plataforma virtual empezó en 2004 como un proyecto de Mark Zuckerberg, estudiante estadounidense de Harvard, que creó una versión en línea de los Facebooks, publicaciones universitarias utilizadas para ayudar a conocerse entre los estudiantes (especies de álbumes o agendas de datos de amigos y familiares).
Actualmente cuenta con más de cincuenta millones de usuarios cuyos perfiles les permiten desarrollar historias propias, plantear intereses en común y proponer nuevas formas de ver y entender el mundo real a través de la pantalla.
Facelove
“Te extraño, voy a viajar en mayo a Colombia”. Isaac.
“I miss you too, espero que sea pronto. ¿Y por qué no vienes para mi cumpleaños?”. Valentina.
Éste es un diálogo en el wall (muro) de Facebook, de una colombiana llamada Valentina y un iraquí de nombre Isaac y residente en Estados Unidos, en el que planean su segundo encuentro después de cinco meses sin verse.
La primera cita entre ambos sucedió en el año anterior en la Zona Rosa de Bogotá. Durante dos horas conversaron de asuntos que trascendían las preguntas comunes de un primer contacto en vivo y en directo porque casi todo ya se lo habían dicho, escrito y leído a través de la pantalla de la computadora.
Cuando Valentina recuerda aquel episodio, sus mejillas se colorean e inmediatamente le dan deseos de tomar el teclado para ver si tiene un nuevo mensaje de Isaac o si éste le ha regalado una rosa para su jardín virtual (aplicación My garden).
El amor virtual no es una novedad. Las postales perfumadas y las dedicatorias por la radio también pueden enmarcarse dentro de esta categoría de expresión incorpórea de sentimientos.
En este sentido la red de Facebook ha tomado la batuta en aplicaciones románticas a la distancia porque son millones de internautas los que cuentan cómo encontraron a la persona especial. Facebook evita los trámites embarazosos de la presentación por un tercero o la espera angustiosa de la cita para conocer a una persona.
En esta red virtual basta con estar atento a la exposición de perfiles de todas las personas, enviarles un mensaje de invitación virtual y esperar un poco para que con un solo clic se rechace o se acepte a un nuevo amigo o incluso a la futura pareja.
Martín Gáfaro, coordinador del Área de Psicología de la Universidad Javeriana y estudioso del tema de las relaciones virtuales, sostiene: “Estas relaciones tienden a ser demasiado explícitas. Permiten hacer todo lo que la imaginación determine. Cualquier sensación de placer, romance y erotismo es permitida. Pero también están diseñadas para que los usuarios sean poco sutiles en sus intenciones y no lo piensen mucho antes de rechazar o aceptar un amigo o bloquear una relación que no les agrade”.
Hasta el cumpleaños de Valentina, la relación con Isaac aún no había sido cerrada o bloqueada, que en la vida real significa darla por concluida. Por el contrario, ella veía la posibilidad de dar el paso mayor de presentarlo en sociedad, que en Facebook es mucho más fácil y menos engorroso: no requiere la presencia de la otra persona.
Es suficiente con incluirlo en el apartado de Información Personal correspondiente al estado civil. Entre los usuarios enamorados y muy comprometidos se habla del estado sentimental Facebook worthy, y para los que no tienen una relación o no están muy bien en ella, se dice It’s complicated.
A Valentina la emociona saber que pronto se volverá a ver con Isaac. Aunque se considera amante y defensora de este tipo de redes por sus diferentes aplicaciones como dar regalos virtuales, obsequiar flores o recomendar un libro a una persona especial a través de la Red, a veces quisiera poder expresar el afecto sin tener como intermediaria la pantalla.
Faceacademia
Muchos no se animan a participar en un foro por miedo a ser excluidos. En Facebook ocurre lo contrario, pues no existe el pánico escénico. Cualquier pensamiento, desde la teoría del Estado de Hobbes hasta las formas de preparar una almojábana, tiene respuestas de otros interesados. Facebook construye nuevos modos de participación académica, social y política y de compartir nostalgias por una geografía, una comida que se extraña o una persona querida.
Otra aplicación del Facebook es el Tablero de Discusiones (Discussion Board en inglés), uno de los preferidos por los colombianos, muy inclinados a discutir temas. Tablero de Discusiones se encuentra abierto las veinticuatro horas, no exige respuestas inmediatas y a él se puede acceder cuando se desee.
Uno de los usos novedosos que se le ha dado a esta plataforma es la discusión académica, que estudiantes universitarios como Camilo Angulo ya experimentan en sus clases. “No pude resistir la risa cuando el profesor nos dijo que necesitaríamos un grupo de Facebook para la materia”, sostiene Angulo, estudiante de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad del Rosario.
Ahora, unos meses después de la propuesta del profesor, Camilo la ve como una forma natural de discusión entre los catedráticos y los alumnos: se retoman discusiones de clase, circula información de las monitorias y se “cuelgan” los documentos para las siguientes sesiones.
Camilo Angulo forma parte de las generaciones de colombianos que no necesitarán de un tablero de clases ni hacer una mesa redonda para suscitar un debate. Si bien en nuestro país el uso de esta herramienta se halla en una fase inicial teniendo en cuenta que la penetración de Internet se calcula apenas en un doce por ciento de la población, el registro de tan elevado número de usuarios dice mucho sobre el destino de ésta como una futura alternativa académica.
Facebusiness
El antioqueño Felipe Tascón Muñoz encontró una alternativa para vender su automóvil Seat Cordoba 98: una nuncio en Facebook. El anuncio dice lo siguiente: “Excelente para terrenos colombianos, en particular para ciudades con lomas como Medellín y Manizales, porque tiene excelente motor y potencia”.
Aunque el público de Facebook es mayoritariamente joven e interesado por compartir información y publicar fotos, otra proyección de esta red social consiste en transformarse en una red empresarial para efectuar negocios, buscar trabajo y encontrar servicios y productos específicos. Entidades como Citibank ya cuentan con más de ocho mil usuarios en línea, y hay una larga lista de empresas en las cuales los jefes de selección de Recursos Humanos buscan el perfil de futuros empleados en el Facebook.
La proyección de esta red social promete inmensos usos empresariales. “Facebook tendrá una evolución interesante en cuanto a la forma para acceder a productos y servicios. La organización Facebook aprovechará el conocimiento que tiene de los usuarios para segmentarlos por gustos y así atender sus mayores aficiones”, afirma Víctor Solano, docente de Sistemas de Información de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Javeriana.
En los próximos meses habrá más evoluciones en herramientas y aplicaciones de esta red social, entre ellas la promoción de grupos musicales al estilo de YouTube, otro gigante de la web. Hasta el momento los usos de Facebook son sólo el reflejo de una generación que nació con la tecnología, no teme exhibirse ante el mundo, renueva sus relaciones de amistad o amorosas con solo un clic y prefiere enviar una bandeja paisa virtualmente, a departir en un bar o en un restaurante.
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