“Salvé a mi hijo de la muerte cerebral con CBD”, Annabelle Morgan

Adrián David Osorio Ramírez
Macario, el tercer hijo de la bióloga canadiense Annabelle Morgan-Malano, nació con un derrame cerebral que le ocasionaba más de 200 convulsiones al día. Ante la situación, los médicos optaron por extirpar el 40 % de su cerebro, una decisión que podría ocasionar la paralización de la mitad de su cuerpo. Sin embargo, su madre se aventuró en una investigación que la guió hasta el CBD, una sustancia química de la planta de cannabis.
Después de un mes en el laboratorio, Morgan logró obtener una fórmula a base de CBD (cannabidiol) que comenzó a suministrar a su hijo cuando cumplió siete meses. “Para ese momento Macario era prácticamente un zombi. Y tan solo dos días después de empezar este tratamiento comencé a ver los cambios. Dos meses más tarde gateó. Ahora tiene cinco años y va al jardín como cualquier otro niño, incluso faltando el 40 % de su cerebro”, le cuenta a Dines la neurocientífica.
Allí comenzó su relación con el CBD, un enlace que años después la llevó a conocer Flora Growth, la compañía colombo-canadiense líder en cultivo y manufactura de productos basados en cannabis. Ahora, Annabelle se convirtió en la asesora científica del proyecto que planea llevar el cannabidiol a la medicina.
Annabelle habló con Diners desde su casa en Nashville, Estados Unidos, donde vive junto a su esposo -el cantante Grampos Morgan, ganador del Grammy en 2016 a Mejor álbum de reggae Strictly Roots-, y sus cinco hijos.
Antes de nacer su hijo Macario ¿qué tanto conocimiento tenía sobre el CBD?
Soy bióloga celular y de desarrollo, y también neurocientífica, por lo que he estado en muchos paneles sobre medicina y enfermedades, así que sé cómo funcionan las cosas. Pero específicamente del cannabis solo conocía su lado recreativo.
Cuando nació Macario, en 2016, no había mucha investigación al respecto. Ni siquiera ahora que han pasado cinco años. El enfoque del cannabis ha estado en crear marcas, diversión, celebridades y los productos que se pueden hacer con esto. Así que lo que queremos hacer ahora con Flora Growth es dejar atrás la sustancia y comenzar a ver esto como una medicina.
¿Qué descubrió específicamente en ese proceso con el que logró salvar la vida de su hijo?
Lo que ya sabía como neurocientífica es que nuestros cuerpos son increíbles y siempre van a querer sanarse por sí mismos. Para eso nos creó Dios. Nuestras células pueden adaptarse al cambio. Pero lo que descubrí sobre los cannabinoides que vienen en el cannabis es que pueden impulsar ese cambio e influir en aspectos que, por alguna razón, nuestros cuerpos no son capaces de hacer.
Esos cannabinoides contribuyen a la homeostasis, que es el equilibrio dentro de nuestro cuerpo. Entonces, si tomas esa visión general de lo que puede hacer el cannabis, se multiplican las opciones para tratar todo tipo de condiciones.
¿Cómo siguió con la investigación después de este caso de éxito?
Fue muy orgánico. Como mi esposo es cantante de reggae, le piden que vaya a conferencias de cannabis y que haga parte de la programación. En 2017 lo invitaron a un evento de estos en Hawai y como Macario ya tenía un año decidí tomarme unas vacaciones. Yo solo fui por diversión pero estando allá le contamos al director del evento sobre la historia de nuestro hijo y él me pidió compartir el caso en la tarima.
Esa fue la primera vez que hablé del tema en público. Justamente había un periodista de la revista Forbes que luego publicó nuestra historia. A partir de ahí me invitaron a muchos eventos, sobre todo conferencias acerca de cannabis.
Pero un día decidí parar y pensé que, aunque me iba muy bien en estos escenarios, porque ahí todos amaban el cannabis, lo que necesitaba era hablar con gente que no creyera en la planta. Necesitaba dirigirme a mis colegas y a los gobiernos, así que comencé a participar en conferencias farmacéuticas donde era la única que hablaba del tema.

¿Y en qué parte del proceso se conecta con Flora Growth y Colombia?
Hace poco, fue todo muy rápido. Antes del verano del año pasado conocí al CEO de Flora y me cayó muy bien. En esta industria del cannabis la gente suele ser muy codiciosa, no todos claro está, pero muchos son deshonestos porque solo quieren ganar dinero. No sentí eso con Flora. Fueron muy sinceros, me contaron de su operación en Colombia, de los planes de distribuir globalmente y apoyar el lado médico del tema. Pero eso ya me lo habían dicho otras personas antes.
Comenzamos a conversar semanalmente y se mostraron muy comprometidos, no solo con que yo fuera imagen de la compañía, sino que aceptaron hacer estudios científicos. Y así comenzó esto. Hay muy pocas compañías que están haciendo medicamentos con este cannabis medicinal así que Flora me ha brindado un apoyo increíble. He aprendido sobre Colombia y he comido muchas arepas. Estuve hace poco en Cartagena en una conferencia.
¿En qué están trabajando ahora?
Estamos apenas iniciando con un estudio grande en Reino Unido. Es la primera prueba de cannabis aprobada por el gobierno así que lo estamos haciendo en la Universidad de Manchester. Muchos nos preguntan por qué no lo hacemos en Colombia o Estados Unidos, pero lo que muchos no se dan cuenta es que necesitamos crear una conversación en los lugares donde son tan estrictos con la planta. Pero todo el cannabis viene de Colombia y eventualmente haremos parte del proceso allá y en Estados Unidos. Para hacer un cambio debemos tener a los grandes de nuestro lado.
¿Cómo cree que este desarrollo puede impactar la salud de los colombianos en el futuro?
Cuando estuve en la conferencia en Colombia se me acercaron muchos padres para contarme su necesidad de usar algo natural en sus hijos. Así que el solo hecho de poder usarlo y saber cómo hacerlo, es muy importante. Y como la planta viene de allí, creo que los colombianos merecen el primer acceso a los resultados. Con esto podremos reemplazar medicamentos muy tóxicos y darle a las personas la oportunidad de probar otra cosa. Luego vendrá América Latina y luego todo el mundo.
¿Cómo está Macario ahora? ¿Continúa usando CBD?
Sí. No usa drogas farmacéuticas, solo CBD. Eso lo acompañamos con una dieta llena de alimentos saludables para su cerebro: alcalinos, electrolitos, agua, vitaminas y cualquier cosa que pueda estimular su cerebro. Mucho ejercicio y terapias. Está en constante trabajo. Pero está perfectamente normal. Tiene cinco años y nos impresiona todos los días. Si lo conocieras, no imaginarías su condición.
Es realmente un milagro porque nos dijeron que mi hijo probablemente nunca se comunicaría y tendría muchos problemas mentales. Eso me motiva a compartir esto con más personas.
¿Cómo logra organizar su tiempo para ser mamá de cinco hijos, trabajar y liderar esta investigación?
Me cuido mucho. Creo que tu estilo de vida tiene que relacionarse con lo que le quieres dar a este mundo. Así que hago ejercicio y todo lo que deba hacer para asegurarme de estar en paz. Pero también tengo un gran equipo a mi alrededor. Eres tan bueno como las personas que te rodean. He logrado equilibrar todo muy bien. Aunque, bueno, espero que como van las cosas, puedan inventar algo para transportarnos pronto (risas).
¿Y usted también usa CBD?
Sí, lo uso todo el tiempo, en bebidas por ejemplo. Es que esto no es como el tylenol o el alcohol, que te cambian, sino que lo que hace es equilibrar los compuestos químicos que ya tiene nuestro cuerpo. Entonces es como un suplemento.
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