Seis formas en las que la cuarentena ha afectado la piel y cómo ayudarla
Revista Diners
Bien sabemos que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Y que por lo tanto requiere de especial cuidado. Especialmente luego de ocho meses en los que nuestra rutina cambió drásticamente y poco a poco volvemos a lo que conocíamos como normalidad.
Disminuyó notablemente la exposición al sol, las jornadas laborales se alargaron en casa y por ende el ciclo del sueño cambió. Además, los niveles de estrés y preocupación aumentaron. Todo esto puede verse reflejado en la salud de su piel si no realiza la rutina diaria de cuidado.
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Diners conversó con Luisa Fernanda Galindo, dermatóloga de la Universidad Nacional, Nathalie Quiroz, dermatóloga con especialización en Dermatología Estética, y Dante Villamil, dermatólogo con especialidad en Dermatopatología, sobre seis formas en las que la piel se ha visto afectada por la pandemia y los cuidados para contrarrestar sus efectos.
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Lavado de manos
La emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial llevó a que todos adoptáramos hábitos de higiene más constantes. Uno de ellos es el lavado de manos, que se aconseja realizar luego de toser o estornudar, al llegar a casa, después de tocar superficies fuera del hogar y antes y después de comer.
Dicho aumento del lavado de manos puede tener efectos en la piel. Al respecto, la Dra. Luisa Fernanda Galindo asegura que “al hacerlo mínimo cada dos o tres horas, el lavado puede hacer que las manos se sequen mucho y presenten, incluso, áreas de dermatitis”.
“Esa es la primera afectación de piel que hemos visto en la pandemia, por eso es muy importante que usemos siempre cremas hidratantes después del lavado de manos. Esto no quita el efecto del lavado pero sí protege nuestra piel”, recomienda Galindo.
¿Hace falta sol?
Aunque la exposición constante al sol puede generar cáncer en la piel, es necesario recibir la luz natural durante cortos periodos de tiempo, especialmente cuando estamos en casa por largos días.
“Nos hemos estado adaptando a una nueva rutina y eso claramente va a impactar en la piel. La luz solar es necesaria pero no en dosis excesivas. Con que estemos entre 10 a 15 minutos, inclusive junto a una ventana, ya tenemos la radiación suficiente para el metabolismo de la vitamina D”, cuenta el Dr. Villamil.
“Evidentemente también puede afectar el ciclo circadiano, es decir, el hombre por naturaleza vive en la luz, entonces cuando bajamos la cantidad de luz pueden aparecer otros problemas, no solo en la piel, sino alteraciones para dormir”, añade.
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“Seguramente se van a ver manifestaciones, sobre todo en las ojeras y en un aspecto de la piel más deshidratado. Para esto podemos utilizar un antioxidante, como la vitamina C tópica, puede ser en crema o en fluido”, aconseja Villamil.
Además, “es muy importante mantener la rutina de cuidado de la piel siempre, ya sea dentro o fuera de la casa. Debe consistir en limpieza, hidratación y protección solar”, complementa la Dra. Luisa Fernanda Galindo.
Uso constante de tapabocas
Lo del tapabocas ha sido sin duda todo un reto, no solo para quienes lo usan, sino para su piel. Galindo explica que el uso del tapabocas “todo el tiempo ha hecho que, por la humedad que se produce en esa zona, haya empeoramiento en enfermedades como acné o aparición de acné mecánico, debido a la obstrucción que produce”.
De igual manera, “el uso del cubrebocas actúa como un agente oclusivo, por lo que las personas que tienen tendencia a tener piel seborreica o un poco más grasa, seguramente se van a ver más afectados al acumularse un poco más de grasa y generar más acné o algunas lesiones como foliculitis”, dice el Dr. Dante Villamil.
En el caso de quienes son alérgicos a algunos materiales que se usan en el tapabocas, “pueden presentar dermatitis. En esos casos debemos probar e identificar el material que mejor protege nuestra piel, seguir con la rutina diaria del cuidado de la piel y ser muy juiciosos con quitar el maquillaje”, aclara la dermatóloga.
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Un consejo práctico y funcional es “quitarnos el tapabocas cada dos o tres horas por espacios de cinco minutos en un lugar en el que sea seguro, para mejorar esa humedad. Si persisten los problemas de piel es muy importante consultar a su dermatólogo” asegura Galindo.
“Si antes teníamos la piel normal y bastaba con un jabón neutro habitual, tal vez necesitemos una potencia mayor, un jabón más astringente. Podemos usar jabones que sean a base de ácido alicíclicos al 1 o 2 %, que nos van a generar un poco más de resequedad y así evitar ese tipo de lesiones.
Exposición a las pantallas
El teletrabajo ha traído consigo un aumento significativo de la carga laboral, lo que está directamente ligado al tiempo de exposición de nuestra piel a la luz de los dispositivos como computadores, tabletas y celulares.
Y es que como lo explica el Dr. Villamil, “todos los espectros de luz nos van a dañar en alguna forma”, por eso “lo ideal es no perder la rutina básica y usar protector solar, ojalá dermatológicos, que tengan protección contra la luz azul, porque la exposición a estas luces genera que la piel se pigmente más fácil”, aconseja la Dra. Quiroz.
Asimismo, se debe “tratar de limitar el tiempo de exposición, descansar de las pantallas luego del trabajo e implementar filtros de luz azul a los dispositivos”, agrega Nathalie Quiroz.
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Aumento del estrés y la ansiedad
El temor a la situación de la pandemia y todos los cambios que esto ha traído han generado un aumento general de los niveles de estrés. Este incremento puede generar ansiedad y llegar a afectar la salud de la piel.
Según el estudio Salud mental y resiliencia en adultos jóvenes de Sudamérica durante la pandemia, un 70,3 % de las mujeres y un 63,4% de los hombres encuestados presentaron depresión y el 53,4 % reportó diferentes niveles de ansiedad.
La Dra. Nathalie Quiroz cuenta que “el estrés produce una hormona en nuestro cerebro que se llama CRH, que es la hormona liberadora de corticotropina. Esta actúa en muchos lugares de nuestro cuerpo, uno de ellos es la piel. Se ha visto que esta hormona puede tener diferentes efectos como el empeoramiento del acné, la rosácea, dermatitis, psoriasis y todas las enfermedades que tienen componente inflamatorio”.
Por otro lado, “el estrés aumenta la ansiedad, y en el caso del acné, la población que más presenta son los adolescentes, por lo que si aumenta su ansiedad van a pellizcarse y dejar marcas en la piel”, dice el Dr. Dante Villamil.
Para contrarrestar estos efectos se recomienda “practicar ejercicio físico, implementar otras actividades que nos ayuden a disminuir el estrés y mantener los tiempos de sueño adecuados”, asegura la Dra. Galindo.
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Cuidado de la alimentación
El permanecer en casa por varios meses hizo que las rutinas de alimentación se transformaran y que el consumo de algunos alimentos haya disminuido o aumentado.
La Dra. Quiroz asegura que “las personas se han dado más gustos, han pedido más domicilios y han preparado más postres, lo que también puede empeorar el acné. Hay un dicho que dice que somos los que comemos, y sí, la alimentación sí tiene que ver con la piel”.
Los expertos recomiendan reducir el consumo de alimentos con suplementos, lácteos y dulces. Al mismo tiempo que se limita el consumo de alcohol, se incrementa el consumo de agua y las porciones de fruta y verdura al día.
“Evidentemente un estilo de vida saludable, comer verduras y las raciones recomendadas por nutricionistas, va a tener un balance bacteriano, a nivel de la flora intestinal, que nos va a ayudar en la piel”, explica el Dr. Dante Villamil.
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Consejos para el fin de año
Se acercan las festividades de fin de año y con la reapertura del turismo a nivel mundial muchas personas volverán a vacacionar. Por esto los tres expertos compartieron con Diners cuatro recomendaciones básicas para esta época:
-Aplicarse el protector solar cada cuatro horas porque solamente es capaz de protegernos de la radiación ultravioleta durante ese tiempo. Esto depende también de la capacidad del protector, preferiblemente deben ser a prueba de agua. Para que no se le olvide, prográmese a las 8 a.m., a las 12 m. y a las 4 p.m.
-Recuerde que el bronceado saludable no existe. El bronceado es una respuesta de la piel a la radiación solar al tratar de defenderse del daño que le hace el sol. Si usted desea, la forma más saludable es hacerlo en horas de menor intensidad, entre 8 a 10 de la mañana o después de las 4 de la tarde.
-Use ropa de protección solar porque generalmente el protector se les olvida o no se adhiere si no es resistente al agua. Puede optar por mangas largas y sombreros que protejan las orejas y el rostro.
-Cuide a los menores de las quemaduras del sol, ya que a esa edad puede aumentar drásticamente el riesgo de cáncer de piel.
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