¿Qué es el estrés silencioso y por qué podría sufrirlo sin darse cuenta?

No gritan, no maldicen, se ven tranquilos, pero viven angustiados todo el tiempo. Así es el estrés silencioso.
 
¿Qué es el estrés silencioso y por qué podría sufrirlo sin darse cuenta?
Foto: KC Green
POR: 
Sandra Martínez

Raquel Cortés* tiene 37 años,  está finalizando un doctorado en Literatura,  es soltera y la mayor parte del día vive angustiada, con un dolor en el estómago, que a veces se traslada al pecho y unos nervios a punto de estallar, que siempre contiene. La mayoría de las personas la percibe como alguien tranquila y dulce, pero nadie sabe que en las noches casi no duerme, que le preocupa que su madre de repente se enferme, que cree que jamás va a terminar su tesis o que nunca va a conseguir un buen trabajo como el que tenía antes de empezar su posgrado. Demasiadas tribulaciones que han ido debilitando su salud física y emocional, lentamente. Tiene estrés silencioso.

Raquel solo se dio cuenta de lo que pasaba hasta que le dio un ataque de pánico. Ahí pensó que tenía que ir al psicólogo y hablar de su situación. “El problema es que muchas personas viven angustiadas la mayor parte del tiempo, con una ansiedad generalizada, y creen que es algo normal”, explica la psiquiatra Yahira Rossini Guzmán.

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Foto: Riccardo Mion / Unsplash.


¿Qué es el estrés?

Según un artículo publicado en el diario británico The Telegraph, esto podría corresponder al estrés silencioso, una forma a menudo ignorada del estrés que todos identificamos con explosiones de temperamento, ira, gritos y  groserías.

“En cambio, el estrés silencioso hace que no reaccionemos lo suficiente. En silencio, mantenemos nuestro estrés en el interior: no hablamos sobre cómo nos sentimos, en lugar de hablar en exceso, que es lo que hacemos con el estrés regular. Y crucialmente, nos volvemos inertes.

No actuamos en situaciones que requieren acción. Nos mantenemos en relaciones infelices y trabajos insatisfactorios. Nos sentimos abrumados, pero ignoramos las tareas administrativas importantes. Nosotros postergamos.

El estrés silencioso crea una forma de parálisis emocional que nos mantiene “atrapados” en situaciones infelices. Y la falta de acción es una respuesta inapropiada al estrés tanto como la reacción exagerada”, asegura en el reportaje Jillian Lavender, directora del centro de meditación de Londres.

El psiquiatra y médico laboral, Felipe Villegas, asegura que es clave entender que el estrés es una respuesta fisiológica del ser humano, “es algo normal, todos los tenemos y se activa bajo unas situaciones de alarma o peligro para prepararnos ante esa amenaza”, asegura.

Sin embargo, “el problema viene cuando esa respuesta se activa permanentemente y genera un impacto negativo sobre el organismo. Y hoy en día pasa eso, muchas veces ni siquiera existe la amenaza física real – como un león que nos va atacar- sino que proviene de nuestras mentes, de pensar en un futuro que no ha llegado”.

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Foto:  Christian Erfurt / Unsplash.


Tres tipos de estrés

Según la APA (American Phsycological Association), el estrés es cualquier “experiencia emocional molesta que venga acompañada de cambios bioquímicos, fisiológicos y conductuales predecibles. A veces, un poco viene bien porque da el empuje y la energía que se necesitan para sobrellevar ciertas situaciones, como tomar un examen o cumplir con algún plazo en el trabajo. Sin embargo, una cantidad excesiva puede tener consecuencias sobre la salud y afectar adversamente el sistema inmunitario, cardiovascular, neuroendocrino y nervioso central”.

La APA asegura que hay tres tipos de estrés: el agudo, que es el más común y que surge de las exigencias y presiones  tanto del pasado reciente como del futuro cercano; el agudo episódico, que afecta a cuyas personas asumen muchas responsabilidades y no pueden organizar la cantidad de exigencias autoimpuestas ni las presiones que reclaman su atención. Y el estrés crónico, que surge cuando una persona nunca ve una salida a una situación deprimente, generan una visión del mundo, o un sistema de creencias, que provoca un estrés interminable. El peor aspecto es que las personas se acostumbran y se olvidan que está allí.

¿Cómo identificarlo?

Para la psiquiatra Yahira Rossini Guzmán hay varios síntomas que se pueden identificar. “Si se preocupa por todo lo que le pasa y no puede dejar de pensar en eso, si está cansado, tenso, a veces amargado, irritable, le cuesta trabajo concentrarse, se siente fatigado y sufre de insomnio durante un período de al menos seis meses, es hora de cuestionarse y de enfrentar el problema”, dice.

La psiquiatra dice que algunos lo enfrentan con un trago, por ejemplo, porque eso los ayuda a relajarse momentáneamente, pero no atacan la raíz ni la forma cómo están asumiendo la vida. Otros terminan con problemas físicos más serios, como gastritis, dolores musculares, migrañas, hipertensión, o con cuadros más complejos de depresión y ansiedad. “Cuando deciden ir a consulta, uno inicia un proceso para que cambien esa distorsión de la realidad y vean que no tiene sentido sufrir y preocuparse por todo lo que les pasa.  Es cambiar cómo se asumen las cosas”.

En general, asegura que las mujeres van más a consulta por estos temas y los hombres terminan remitidos por otros especialistas, cuando han revisado todos los síntomas físicos y no han logrado un diagnóstico. Resalta que a los niños también les pasa lo mismo “y más desde cuando los papás quieren negociar todo con los niños y ellos asumen responsabilidades y preocupaciones que no les corresponde tener a su edad”.


¿Cómo prevenir?

Rossini y Villegas aconsejan varias cosas para enfrentar ese estrés que nos quita el aliento de vivir:

Hay que tomar la vida con tranquilidad. Nada es tan grave, todo se puede solucionar, excepto la muerte. Y cada cosa tiene un paso a paso.

Las palabras tienen poder. Piense en lo que dice.

No vea consecuencias catastróficas en cada problema que tiene. Véalo en perspectiva.

Lo peor es quedarse callado. Hable con su vecino, con sus amigos y familia. Comunique sus sentimientos. Si no quiere hablar y evitar la confrontación, escriba sus sentimientos.

Tenga un estilo de vida saludable, coma equilibradamente y haga ejercicio regularmente, porque esto genera endorfinas.

estilo de vida

Foto: Emma Simpson / Unsplash.


Practique una actividad manual que mantenga la mente ocupada.

Practique técnicas de meditación que lo ayuden a mantenerse equilibrado. 

Aprenda a escuchar su cuerpo. Si tiene múltiples síntomas, que parece que no tuvieran conexión, consulte al médico.

Disminuya el estigma de ir al psiquiatra o al psicólogo, porque podría ahorrarle muchos pasos y dolores de cabeza.

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julio
30 / 2020