¿Por qué el café es tan bueno para la salud? Estos estudios lo explican

Revista Diners
Colombia es conocida por ser la boutique de cafés especiales del mundo. Desde la Sierra Nevada hasta el sur del Cauca, se pueden encontrar varietales, como, caturra, castillo, borbon, geisha y moka, entre otras semillas que son tostadas y empacadas en las mismas fincas, para garantizar su calidad. Y hablamos especialmente de estos cafés, pues son los que realmente traen beneficios para la salud.
Esto quiere decir, que desde ya dejamos por fuera aquellos cafés que no cuentan con el sello de denominación de origen (Café de Colombia), así como las indicaciones de grado de tostión, variedad y municipio y nombre de la finca donde fue cosechado. Tampoco entran los instantáneos y los que están tostados en exceso, pues pierden sus beneficios más importantes.
“Cuando el café se encuentra perfectamente balanceado entre madurez de la semilla y tostión media, tendremos acceso a más de 1.000 fitoquímicos activos con efectos terapéuticos, gracias a su concentración de vitamina B3, potasio, magnesio y alcaloides”, asegura el doctor Robin Poole de la Universidad de Southampton, quien ayudó a recolectar más de 200 estudios relacionados a la bebida más consumida del mundo, incluso, por encima del agua.
El café es el agua de la vida
Entre los múltiples beneficios que se pueden demostrar científicamente sobre el café, destacan aquellos que previenen enfermedades agresivas como el alzhéimer y el párkinson, gracias a su combinación de sustancias químicas que sirven como una barrera de neuroprotección.
Desde la Universidad de Toronto, en Canadá, descubrieron que se conoce apenas el 4 por ciento de las 1000 sustancias químicas que componen al café, pero que este pequeño porcentaje es más que suficiente para inhibir la formación de proteínas que se relacionan con enfermedades neurodegenerativas, así como aquellas cancerígenas y antiinflamatorias. A esto se le suma que el café sin recalentar, recién tostado y preparado con agua pura, puede ayudar a mejorar el metabolismo, alimentar el microbioma intestinal y mejorar el nivel de glucosa en la sangre.
¿Y qué pasa con la cafeína?
“Es que yo prefiero el té porque no tiene cafeína y no me quita el sueño”, se escucha decir en una que otra cafetería del país, solo para descubrir que en realidad el té cuenta con una mezcla de teína y cafeína que hace de estas hierbas un inhibidor del sueño más potente que el mismo café.
A esto se le suma que el café colombiano, conocido por ser de la variedad arábica, -diferente a la que usa Nestlé a nivel mundial, es decir, la robusta que se cultiva en Brasil- tiene un sabor más dulce y delicado, además de contar con una graduación del 1 % de cafeína en comparación del 4 % de la robusta.
Sin embargo, si usted sabe que no tolera la cafeína, no se preocupe, puede pedirlo descafeinado y aún así obtener todos los beneficios para la salud de esta bebida excelsa. Eso sí, tenga cuidado de beberlo demasiado caliente, ya que al igual que cualquier otra bebida, las altas temperaturas lo pueden volver propenso a desarrollar cáncer de esófago.
“A mí deme un café 100 % colombiano”
Japón y Corea del Sur son grandes compradores del café lavado de Colombia por su calidad, peso y sobre todo porque es perfecto para disfrutar en una tostión media. Esto último ha sido objeto de estudio en los países asiáticos en donde demostraron que la tostión alta disminuye la cantidad de sustancias antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que es recomendable tomarse un café con notas afrutadas y dulce, que uno que sepa a carbón o cigarrillo.
Justamente los cafés colombianos se precian por su suavidad en boca, sus notas afrutadas y, sobre todo, por su versatilidad al tomarse en diferentes preparaciones como espresso, lattes, machiattos y americanos.
¿Qué tipo de preparación me beneficia más?
Este ha sido uno de los talones de aquiles para analizar los más de 200 estudios que están relacionados al café, pues algunos de los participantes de las encuestas, que ya tienen más de 30 años de seguimiento, varían entre sus bebidas de café, es decir, por la mañana se pueden tomar un americano, después del almuerzo un espresso y por la tarde un latte.
Lo cierto es que los investigadores concuerdan en que la mejor forma de beber el café es sin azúcar y ningún otro aditivo que convierte la bebida en otra cosa menos un café. “Por ejemplo, esos cafés que agregan chocolate, cremas, chispas y colores a los cafés, arruinan la bebida y la convierten en una bomba de azúcar que permeará todos los beneficios iniciales de la bebida”, comenta Julie Parkes, investigadora adjunta al estudio del café en Reino Unido.
¿Cómo saber cuántas tazas de café puedo tomar al día?
Para resolver esta pregunta, las doctoras Małgorzata Koperska y Dominik Czernia crearon una aplicación llamada Coffee Kick, que ayuda a calcular la cantidad de cafeína que su cuerpo necesita y la hora perfecta para consumirla y hacer que su cuerpo permanezca activo sin excesos.
Para utilizarla, tan solo debe ingresar diferentes datos personales, como por ejemplo, la cantidad de horas que durmió; la hora en la que se levantó y la hora en la que tomó el primer café del día. También es necesario especificar el tipo de café que tomó, así como mencionar qué otra bebida con cafeína ha tomado, como por ejemplo, el té verde, negro o la Coca-Cola.
Con esos datos la Coffee Kick calcula la dosis de cafeína en miligramos y genera una gráfica en la cual muestra cuál es el nivel estimado de actividad de acuerdo a la cantidad de “combustible” que toma.
¿Qué más permite hacer esta calculadora?
Los usuarios también pueden agregar más dosis de café a la ecuación, por ejemplo, si se toma un café a las 6 a. m. y otro a las 11 a. m., la aplicación le dirá de qué tamaño debe ser el café de la tarde.
Aunque Coffee Kick le puede dar datos sobre la cantidad, no tiene en cuenta si las personas que la consultan tienen alguna sensibilidad hacia la cafeína, como alergias, alteraciones del sueño o hipersensibilidad, por eso hay que usarla con cuidado.
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