¿Qué son las ‘buenas vibras’ y cómo alcanzarlas?

¿Cómo una palabra nos ayuda a alejarnos de los riesgos del estrés? Consejos para entender lo que significa 'vibrar alto'.
 
¿Qué son las ‘buenas vibras’ y cómo alcanzarlas?
Foto: Joker, 2019
POR: 
Laureano Alba

Desde antes de la pandemia ya se escuchaba a la gente decir: “qué buenas vibras se sienten por acá” o si alguien tiene un problema le señalan: “se levantó con malas vibras”, o a modo de consejo se repite en coro: “tiene que elevar sus vibras”, pero, ¿qué significa ‘vibrar’ en el mundo moderno cada vez más asediado por el estrés silencioso?

Este término se ha unido de a pocos a aquellos momentos de gratificación personal -llámese ejercicio físico, meditación o recompensas a través de compras-. Y sin duda estos factores le restan fuerza a los efectos dañinos del estrés, el cual es un monstruo que constantemente está cambiando de disfraz para que no lo podamos sacar de nuestras vidas.

Entonces, ¿qué son las buenas vibras?

Foto: Unsplash/ CC BY 0.0.

Este mensaje de aliento debe ser redireccionado en compañía de un experto psicólogo, pues no se puede decir a la ligera. Muchas veces, incluyéndome, aconsejamos evitar todo lo que nos produzca estrés, sin embargo, un experto dirá: “si en verdad quiere ‘vibrar alto’ debe vivir el estrés”.

Existen diversos estudios que comprueban que podemos someternos a procesos de estrés moderados y severos, siempre y cuando no lleguemos a salirnos de nosotros mismos. Es decir, que no caigamos en estados de ira desenfrenada.

Solo cuando el estrés nos lleva a estos sentimientos destructivos, afectamos gravemente nuestra salud. Ante un estado de ira sí estaremos en grave riesgo de sufrir un infarto del corazón.

Estados que lo alejan de las buenas vibras

Si esos estados se perpetúan, y si la ira es además poco contenida, podemos estar seguros de contraer una enfermedad maligna, un cáncer por ejemplo, o una cualquiera de las dolencias crónicas que limitan el número de años potencialmente útiles.

La envidia o los celos son otras de las emociones destructivas que nos pueden ocasionar graves problemas de salud. Recuerdo que mi padre tenía una frase a flor de labio que no he podido borrar de mi memoria: “Paciencia, hijo, que a la paciencia la ama Dios”. Y no hay mejor ecuación que esta para hallar un estado en que los bienes que se reciben diariamente sean posibles de percibir por nosotros mismos.

Estados que lo acercan a las buenas vibras

Esas antiguas virtudes de las que ahora tiene otro nombre en el mundo millennial y centennial, como por ejemplo: la humildad, el silencio bien administrado y la paciencia, son los mejores antibióticos contra las enfermedades infecciosas que nos acechan diariamente.

Dejar en el olvido esos estados resulta en el más eficaz consejo para llegar a ‘vibrar alto’: actúa mejor y sabe más agradablemente que la horrible emulsión de bacalao que nos daban de niños para defendernos de las defensas bajas, los problemas de infecciones de la piel o como lo conocen hoy: ‘vibrar bajito’.

Llámelo como quiera

Usted le puede decir estado de expansión, buenas vibras, la fuerza suprema del cuerpo o como guste. Lo importante es identificar las emociones displicentes y trabajarlas de la mano de un experto para que pueda actuar bajo presión en cualquier lugar del mundo.

También, basta con dejarse llevar por las sensaciones de color, de sonido y de forma de las cosas, antes que por la vía práctica – y aparentemente útil – de la racionalidad extrema, la de los prejuicios y las sindicaciones de nuestros semejantes.

         

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marzo
5 / 2022