12 consejos para mantener un cerebro feliz, según un doctor en neurociencias
Sandra Martínez
Tal vez usted de aquellos que salen corriendo cuando le dicen que piense positivo, mantenga una sonrisa a pesar de las dificultades, y abrace a los demás sin temor. Respire, piense mejor y continúe leyendo. Para los escépticos del coaching, la psicología positiva y todas estas nuevas tendencias que nos sacuden día tras día, una rama de la neurociencia se ha dedicado a estudiar los cambios y movimientos que suceden en el cerebro feliz.
Alex Korb es, justamente, uno de los científicos que se ha puesto en esta ardua tarea. Graduado en neurociencias de la Universidad de Brown y doctor de la Universidad de California, publicó su libro Upward Spiral (El espiral ascendente), en el que cuenta, a través de palabras sencillas, metáforas graciosas y experiencias personales, cómo funciona el cerebro y cómo puede cambiar con pequeñas cosas.
El origen del cerebro feliz
El doctor Korb sufrió de depresión cuando estaba en la universidad y esto despertó su interés por entender cuáles eran las cosas que no le permitían entristecerse.
“Estuve al borde de una depresión, pero algo me permitió escapar. Lo más fácil sería darme el crédito por esto y pensar que yo era más fuerte que otras personas, pero hubo fuerzas más allá de mi control y otras que no entendía, que moldearon mi estado de ánimo. Así que quería entender cómo el cerebro les da forma a los estados de ánimo y qué podemos controlar sobre la química y la actividad cerebral”, explica desde su oficina en Los Ángeles.
La ciencia de la felicidad
Aunque muchos han bautizado este tipo de investigaciones como la neurociencia de la felicidad, Korb asegura que no hay un significado claro al respecto.
“Pienso que no es lo que debemos ser. Nadie puede estar feliz todo el tiempo. Para mí, el bienestar mental significa tener un cerebro que luche con la incertidumbre de la vida de una manera constructiva”.
El científico también resalta que pensar positivamente, en muchas situaciones de la vida, puede hacernos sentir mejor, pero a menudo nos hace sentir fuera de control. “Es bueno reconocer que uno tiene algún control sobre su estado de ánimo, pero lo cierto es que no lo tiene por completo. Y el bienestar no consiste en eliminar todos los sentimientos negativos. La habilidad para tolerar y aceptar estos sentimientos constituye una parte saludable de ser un humano. Si usted quiere un cerebro feliz todo el tiempo, tendrá más probabilidades de sentirse decepcionado, y quizás termine culpándose por no utilizar la psicología positiva”, señala.
De la preocupación a la felicidad
Para el autor del libro, la preocupación, por ejemplo, es buena hasta cierto punto. “Preocuparse puede ayudarlo a pensar profundamente en un problema, en cambio de elegir la primera respuesta que le venga a la mente”, explica.
Es así como a lo largo del libro, que ha sido un fenómeno en ventas, explica y da consejos que le sientan bien a su cerebro, desde tomar un baño de sol, dormir ocho horas seguidas, hasta escribir un diario con sus recuerdos. “La gente está cansada de que le digan que solo piense positivo.
Quizás funcione para algunos, pero no para todos. La gente quiere saber qué más puede hacer. Además, están interesados en conocer cómo funciona su cerebro. Pero a muchos no les gusta la ciencia, porque casi siempre la explican de una manera complicada, pero cuando los conceptos se exponen claramente, es realmente fascinante”, asegura.
Esta es una selección de doce consejos que el doctor Korb recomienda:
1. Tome decisiones
La ansiedad y la preocupación son generadas por las múltiples posibilidades que hay, no por las certezas. De hecho, muchas personas son menos felices porque tienen más opciones y tienen más razones por las cuales preocuparse.
Si tiende a angustiarse, reduzca sus opciones y cuando sea posible tome decisiones rápidas. Tan pronto usted tome una decisión, sin importar lo pequeña que sea, todo comienza a ser más manejable y el sistema límbico se calma.
Además, ayuda a superar la actividad del estrato ventral, que usualmente lleva a los impulsos y rutinas negativas.
2. Abrace fuerte
Y no solo fuerte, también duro. Esto permite liberar oxitocina, lo que reduce la actividad de la amígdala. También ayuda al sistema inmunológico.
3. Hágase masajes
Los masajes estimulan la serotonina hasta en un 30 %, decrecen las hormonas del estrés, como el cortisol, y aumentan los niveles de la dopamina, que ayuda a crear nuevos hábitos.
Además, reducen el dolor porque activan las endorfinas analgésicas, mejoran el sueño y disminuyen la fatiga. Intente usted mismo darse un masaje con una pelota de tenis, pasándola sobre sus músculos.
Probablemente no obtendrá los mismos beneficios que si una persona le hace el masaje, pero es rápido, barato y también se siente bien.
4. Recuerde momentos felices de su vida
Evoque eventos positivos que hayan pasado en su vida, como un cumpleaños de su niñez o un viaje espectacular. Trate de visualizarlos en detalle o si prefiere, escríbalos.
Este simple acto incrementa la producción de la serotonina en la corteza del cíngulo anterior y lo mantiene alejado de pensar en acontecimientos negativos.
5. Utilice el poder de la música
Ya sea tocando un instrumento o escuchando la radio, la música incrementa el ritmo cardiaco. Además, engancha a la mayoría del sistema límbico, incluyendo el hipocampo, el cíngulo anterior y el núcleo accumbens; ayuda a regular las emociones, baja la presión sanguínea y reduce el estrés.
6. Sea agradecido
Mantenga un diario de agradecimiento por todo lo bueno que le pasa. Esto incrementa la producción de serotonina y dopamina, mejora el sueño y las relaciones personales.
El simple hecho de recordar ser agradecido es una forma de inteligencia emocional.
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7. Viva en el presente
Enfocarse en el presente ayuda a reducir la ansiedad y la preocupación. Además, incrementa la actividad prefrontal dorsolateral y ventrolateral, permitiendo que esas regiones calmen a la amígdala.
Esta es la razón por la cual los monjes budistas y los yoguis practican el estar conscientes en el presente, sin estar atados a ninguna reacción emocional.
8. Cree metas específicas a largo plazo
Cuando decide alcanzar una meta, la corteza prefrontal cambia la manera que el resto del cerebro percibe el mundo y ayuda a organizar las acciones.
Se libera dopamina y puede ser una poderosa herramienta para reversar el curso de una depresión.
9. Intente no tener luces fuertes a su alrededor después de que se oculte el sol
No necesita caminar en la oscuridad, pero cuando llegue la hora de irse a la cama, apague todas las luces de su casa. Bájele el brillo del monitor de su computador, o mejor aún, no mire ninguna pantalla.
Asegúrese de que su cuarto está realmente oscuro. Si tiene aparatos electrónicos que tengan luces led, muévalos o cúbralos para que la luz no interrumpa su sueño.
Dormir bien eleva su estado de ánimo, reduce el estrés, fortalece la memoria y disminuye el dolor. También ayuda a la concentración, a pensar claro y a tomar decisiones.
10. Ríase
Es muy simple y mejora su estado anímico. Inclusive si no hay nada gracioso, solo abra su boca y deje salir una carcajada –el cerebro no distingue entre una risa genuina y una falsa–.
La retroalimentación facial funciona debido a que el cerebro detecta la flexión de ciertos músculos de la cara y hace que piense “debo estar feliz por algo”. Además, hay una retroalimentación social porque sonreír es contagioso.
11. Concéntrese en estímulos positivos
“Cuando vez el lado bueno de la vida, su cerebro se configura y encuentra más cosas por las que debe ser agradecido”, comenta Korb en su libro. Por otro lado, enfocarse en los aspectos positivos de la vida involucra generar un ambiente de paz y tranquilidad para los que están a su alrededor. Muy posiblemente usted sea la clave para el cambio de cerebro feliz en su familia.
12. No piense mucho
Al enfocarnos en lo que va bien en nuestra vida, hace que naturalmente pensemos en lo que se puede estropear. Es aquí donde Korb advierte que el pasar mucho tiempo en el pasado o en el futuro puede hacernos tomar decisiones erróneas que afectan nuestro presente. No se adelante a las situaciones y si tiene un mal presentimiento, cálmese porque aún, justo en este momento, no es un hecho concreto.
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Para tener en cuenta…
Aunque el funcionamiento del cerebro es complejo, el doctor Korb explica algunos de los conceptos fundamentales de una manera simple:
1. El sistema límbico es la parte emocional del cerebro, responsable por cosas como el miedo, la ansiedad, la memoria y el deseo. Básicamente, está compuesto por el hipotálamo, la amígdala y la circunvolución del cíngulo.
2. La corteza prefrontal es la parte “racional” del cerebro. Es el CEO y el centro de la planeación y el encargado de tomar decisiones. También, el responsable de controlar los impulsos y la motivación.
3. Los principales neurotransmisores son:
Serotonina:
Mejora la motivación, el estado de ánimo y la fuerza de voluntad.
Norepinefrina:
Incrementa el pensamiento, la atención y lucha con el estrés.
Dopamina:
Aumenta el placer y el cambio de malos hábitos.
Oxitocina:
Estimula los sentimientos de confianza, amor y conexión, y reduce la ansiedad.
Endorfinas:
Alivian el dolor y producen sentimientos de satisfacción.