“Sonreír y quedarse callado es también una forma de ataque de ira”
Revista Diners
“La ira es la respuesta ante la incapacidad de manejar las emociones, debido a los patrones que aprendió en casa desde la infancia y que sigue replicando en su adultez de la misma manera”, comenta la psicóloga Jessika Perdomo, quien se especializa en tratar a pacientes con ataque de ira, desde niños hasta importantes empresarios que a pesar de la edad se pierden grandes oportunidades de mejora por esta emoción descontrolada.
Y no es que sentir ira esté mal, hasta el mismo Jesús dejó salir todo su enojo como lo describen los evangelios, sin embargo el no tener a la mano herramientas para controlarla lo pueden convertir en una persona problemática con la que poca gente quiera lidiar.
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Por eso, la doctora Jessika Perdomo considera que la mejor vía para identificar los diferentes ataques de ira que pueda tener es llegar a la raíz y reconocer los patrones emocionales que provocan este sentimiento, que quizás lo experimenta desde la infancia.
“Muchas veces los ataques de ira son sinónimo de una alta dependencia emocional y una desregulación del sistema nervioso, así como patrones de pensamientos perfeccionistas; adicción a tener el control y una rigidez cognitiva que no le permite encontrar otra vía para solucionar un problema”, explica la experta.
El patrón de los ataques de ira
Lejos de lo que la mayoría cree, los ataques de ira van más allá de los gritos, los golpes o las formas comunes que tenemos los humanos para exteriorizar ese sentimiento. Actualmente, pueden ser silenciosos e incluso se puede materializar en dolores crónicos de cabeza, cuello y espalda.
“La ira es un patrón aprendido y puede que de pequeño sus padres le dijeran que ponerse bravo estaba mal, entonces seguramente ha reprimido cosas que deben salir. Este es un factor crítico que se desarrolla a partir de los 7 años, por lo que usted ha replicado lo que ve de sus padres y adultos que están a su alrededor”, explica Perdomo, quien ve en este sentimiento un mecanismo de defensa para sobrevivir a toda clase de ambiente.
Por eso, la experta compartió con Diners las claves para identificar los ataques de ira y cómo solucionarlos según su personalidad:
1. Es un ataque de ira desarrollado en la infancia
“Si usted creció en un ambiente caótico, donde fue testigo de violencia doméstica, peleas y abuso por parte de sus tutores, de forma física, emocional y psicológica, lo más seguro es que tenga ataques de ira no identificados y que se pueden ver en su relación en pareja, con amigos y con colegas de oficina”, explica Perdomo.
2. La incapacidad de detectar los ataques de ira
“Si aún no ha identificado que tiene ataques de ira es porque esto sucede a nivel inconsciente, es decir que si intenta solucionar el problema de una forma racional será imposible. Usted debe tratar el problema internamente, a partir del dominio de las emociones, porque incluso los celos desmedidos son un ataque de ira”, comenta la experta.
3. Ausencia de emociones
“Las personas que tienen ataques de ira procesan los problemas de una forma diferente. Por ejemplo, en el cerebro de los pacientes con este tema, ven en la pareja como un elemento vital para su supervivencia, entonces cuando falta a su palabra o incumple sus problemas, lo más probable es que se desencadene un ataque de ira porque en su inconsciente siente que esa persona no le ama de verdad”, explica.
4. El perfil de la persona con ataques de ira
“Las personas más propensas a ataques de ira son las que tienen un alto nivel intelectual, que son disciplinadas, exigentes y ambiciosas consigo mismas. Estos profesionales suelen apelar mucho a la racionalidad y sobre analizan lo que tienen a su alrededor”, explica Perdomo, quien agrega que son personas que al final de cuentas son incapaces de procesar sus emociones y que les cuesta volver a la calma porque no tienen el control sobre su sistema nervioso.
5. Sonreír y quedarse callado también es un ataque de ira
En una discusión, las personas que sufren de ataques de ira, no siempre reaccionan en el momento, sino que se apartan para tomar aire y luego hacer como si nada hubiese pasado.
“Esto no es más que caer en una espiral mental, donde se acumulan las emociones internamente, el sistema nervioso se satura y es cuando en cualquier momento esta persona puede estallar. Y es la única forma que conoce para volver a su estado normal”, explica la experta.
Tres pasos para controlar sus ataques de ira
Perdomo ha creado un sistema sencillo de tres pasos para identificar y controlar los ataques de ira que pueden afectar a su familia y al ambiente laboral de su oficina o empresa.
El primer paso es identificar si es emocionalmente dependiente de algo o alguien. Generalmente las personas con ataques de ira son dependientes de sus parejas por lo que constantemente sienten que dicho recurso lo pueden llegar a perder, por lo que su sistema nervioso está en constante alerta.
“Esto genera un problema emocional dentro de la relación y para el mismo paciente, por lo que genera una inestabilidad que la otra persona no estará dispuesta a aceptar. Por eso, debe establecer una independencia emocional y empezar a satisfacer sus necesidades emocionales por su cuenta. Esto le ayudará a apagar el estado de alerta que hay en su cerebro”, comenta Perdomo.
El segundo paso es reestructurar el patrón de la ira. Si usted sabe que le molesta el desorden de su pareja y eso desencadena una serie de peleas incontrolables, intente cambiar su forma de pensar frente al desorden.
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“Este ejercicio busca desactivar el patrón de la ira con una especie de freno mental. Esto le ayudará a detener la ira en el momento y así evitará llegar al ataque de ira de forma inesperada. También es importante que ponga al corriente a su pareja y le ayude a evitar las cosas que le molestan”, comenta la psicóloga.
El tercer paso es personificar la versión pacífica de usted mismo. En este punto es vital imaginarse cómo canaliza la energía que pone a la hora de desatar sus ataques de ira. “Para este punto puede escuchar de forma calmada las opiniones de su pareja y cambiar los reclamos y quejas en peticiones con un tono de voz neutral. Considero que toda persona tiene una versión pacífica de sí misma, lo que falta es el compromiso para que salga a la luz y reluzca por su dominio propio”, concluye Jessika Perdomo.
*Si quiere conocer más sobre los ataques de ira puede ingresar a la conferencia gratuita de la doctora Jessika Perdomo este miércoles 24 de abril a las 6 p. m. haciendo clic aquí.