Así es un baño de bosque, la tendencia de bienestar que llegó a Bogotá

Diners visitó Metanoia, el centro de medicina alternativa que ofrece un baño de bosque en una reserva natural en la vía a La Calera, y le cuenta los detalles de la experiencia.
 
Así es un baño de bosque, la tendencia de bienestar que llegó a Bogotá
Foto: cortesía Metanoia /
POR: 
Adrián David Osorio Ramírez

¿Baño? ¿Terapia? ¿En el bosque? Sí, la sola invitación a vivir un baño de bosque viene acompañada de múltiples preguntas. Sin embargo, basta con una búsqueda rápida en Google para encontrar más de 24 millones de resultados sobre esta técnica de medicina alternativa.

En teoría, los baños de bosque son una tendencia de bienestar que nació en la década de los ochenta en Japón -de allí que se conozca también como Shinrin Yok– cuando algunos miembros de la Agencia Forestal del país nipón buscaban añadir valor a los bosques del país y promover el contacto con la naturaleza.

Desde el 2004, los baños de bosque se han convertido en una tendencia de bienestar en el mundo y, además de permitir explorar la naturaleza local, prometen prevenir enfermedades físicas y mentales. 

Según le explica a Diners Rita Kotov, especialista en Neurociencia de Matizart, empresa internacional de desarrollo humano y empresarial con sede en Bogotá, “esta actividad consiste en insertarse en la naturaleza por un tiempo específico junto a guías certificados y en un lugar adaptado para un recorrido de por lo menos 2,5 kilómetros. No es senderismo, es caminar haciendo pausas y ejercicios que te conecten con la naturaleza mientras le permites que obre sobre ti”.

Metanoia, lugar sagrado

El recorrido hasta Metanoia -ubicado en El Alto, La Calera- tarda alrededor de una hora y media desde Bogotá y, al llegar, un salón principal lleno de ventanales permite vislumbrar la inmensidad del bosque y los jardínes del lugar.

Rita Kotov da la bienvenida. Esta alemana llegó a América Latina hace más de 30 años debido a su trabajo como directora regional para la agencia de cooperación alemana GIZ. Sin embargo, desde hace varios años llegó a Colombia y decidió dedicarse al coaching de alto nivel, en el que acompaña a empresarios de las principales empresas del país a crear estrategias a partir de alcanzar la energía correcta.

“Cuando compré Metanoia, este lugar era una arenera, lo que conlleva un daño ambiental tremendo. En principio lo pensé como un espacio para los talleres de coaching de la empresa, hasta que descubrí que la energía aquí era distinta. Después de mucho buscar, encontré que por aquí pasaban los guerreros muiscas que participaban en el rito de ‘correr la tierra’”, detalla la alemana.

Aquella antigua ceremonia muisca consistía en atravesar cinco lagunas sagradas:  Guatavita, Guasca, Siecha, Teusacá y Ubaque. Por su exigencia, durante la travesía muchos indígenas morían y estos lugares se convertían en tumbas sagradas.

Este pasado sagrado del lugar se sumó con el interés de Kotov por la medicina energética y la física cuántica y se convirtió en Metanoia, “un lugar único en el mundo en terapia forestar ya que, al ser sagrado, tiene una energía distinta, su composición de minerales es particular”, dice.

La experiencia de baño de bosque

Luego de contar su historia, Rita -en compañía de Alejandra Santamaría, médica deportóloga y entrenadora mental- explica el proceso del baño de bosque y se apresura a medir el campo electromagnético de cada participante con un instrumento medidor que hacía movimientos verticales al acercarlo a las personas. Por su parte, Santamaría mide el ritmo cardiaco y verifica que todos estén aptos para la actividad física.

“Los seres humanos tenemos dos tipos de campos, el campo mórfico y el campo electromagnético, que se crea con la irradiación del corazón. Este campo electromagnético nos muestra qué tan saludables estamos, si tenemos más de un metro estamos produciendo energía y tenemos una salud mental y física espectacular. Cuanto menos es, significa que estamos usando nuestra propia energía, y esto puede conllevar a enfermedades como el estrés y la ansiedad”, explica Rita.

Al comenzar el recorrido, el compromiso es permanecer en silencio y lejos de los aparatos electrónicos. La caminata recorre los 10 ecosistemas creados en Metanoia, pequeños jardínes que fusionan el diseño paisajístico con el feng shui para potenciar la energía de la naturaleza y así impactar a los visitantes. De hecho, cada jardín tiene un letrero que señala el rango de hertz que una persona puede experimentar en este lugar.

A medida que se avanza con la caminata, Rita Kotov hace pausas para generar momentos de introspección, en los que guía meditaciones enfocadas en apreciar la naturaleza. “Con un baño de bosque aumenta el campo electromagnético considerablemente. Cuando hay consumo de fármacos y otras sustancias se reducen estos niveles”, cuenta.

Por su parte, Alejandra explica que “en la escuela de medicina alopática nunca abordan estos temas, a pesar de que somos más que un cuerpo físico. La idea del baño de bosque es impactar la salud de las personas desde un punto de vista preventivo, con medicinas más naturales y con menos efectos adversos”.

Luego de una jornada de cuatro horas, es posible sentir el alivio que trae la mera desconexión de la ciudad y la calma de la naturaleza. Con una charla final que abre el espacio para reflexiones, Rita y Alejandra vuelven a tomar las medidas, que mejoran a simple vista.

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julio
14 / 2023