Tres tendencias de la moda durante la pandemia más allá de los tapabocas y trajes

Algunas son fugaces, otras permanecen en el tiempo y las demás regresan luego de varios años. Aquí tres tendencias en la moda.
 
Tres tendencias de la moda durante la pandemia más allá de los tapabocas y trajes
Foto: Instagram / @bynicollebarrero @bypaulamendoza @estebancortazarofficial
POR: 
Revista Diners

Una de las características más fascinantes de la moda es su constante evolución. Nunca se detiene, siempre hay nuevas tendencias, propuestas, ideas y discusiones que se suman a la conversación alrededor de esta industria.

A pesar de que el 2020 ha sido un año bastante particular, por decir lo menos, la moda continúa ofreciéndonos transformaciones en diferentes niveles, desde la migración digital de los eventos hasta la inclusión de nuevas tecnologías más rápido de lo que se esperaba.

Hay tendencias que percibimos más fácil, otras que vemos a través de las redes sociales o la televisión, y muchas otras puede que no las lleguemos a conocer. También, muchas de estas tendencias son cíclicas y regresan cada cierto tiempo para inspirarnos nuevamente. Aquí le contamos tres tendencias que continúan dando de qué hablar en el mundo de la moda.

Moda ‘glocal’

Desde el principio de la década de 1980 se ha hablado de la relevancia de lo ‘glocal’, una fusión contradictoria entre expresiones artísticas y culturales locales con las globales. Sin embargo, durante el último año ha crecido en impacto.

En el caso de nuestro país, regresar a las raíces indígenas, a los tejidos ancestrales o al vestir colonial para obtener inspiración y así dar vida a nuevas propuestas, sin caer en la apropiación cultural, un tema delicado que cada vez es más sancionado socialmente.

O también inspirarse en la geografía local, la fauna y la flora, la jerga de un pequeño pueblo o la gastronomía. Toda esta inspiración es transformada para destacar en el mundo lo que hace diferente a un lugar específico del mundo.

“Piensa globalmente, actúa localmente” es la frase guía de esta tendencia que muestra la importancia del trabajo social con la comunidad local, una forma de regresar un poco de toda la inspiración que obtienen diseñadores y creativos de sus comunidades.

El incremento de esta tendencia se debe también al aumento del consumo de moda ‘glocal’ a nivel mundial. Los compradores web buscan nuevas culturas y aprenden de ellas por medio de sus prendas más tradicionales.

 

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En un informe de Google los analistas identificaron que existe un aumento sostenido en las búsquedas de artículos de moda que se originaron en otro país y más de 6 mil millones de búsquedas de moda en Estados Unidos, Reino Unido, India y Francia estuvieron relacionadas con prendas tradicionales de otras culturas.

La joyera colombiana Paula Mendoza es una muestra de esta unión entre lo local y lo global. Para sus colecciones de joyas, Mendoza se inspira en piezas precolombinas para generar nuevas interpretaciones. Además, sus joyas son reconocidas por su sostenibilidad económica, ya que proporciona puestos de trabajo a artesanos locales.

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Otro caso es el de Andrea Landa, una diseñadora colombiana que se inspira en técnicas artesanales tradicionales para trabajar con el cuero. Para esto colabora con artesanos del país que implementan distintas técnicas, cortes y tejidos.

 

 

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‘¡Hazlo tuyo!’

La exclusividad también experimenta transformaciones y nuevas formas de ser entendida. Hoy en día no hace referencia únicamente a prendas de lujo con precios elevados, sino que puede entenderse como la oportunidad de tener una pieza única, creada especialmente para usted.

Esta no es una tendencia solo de la industria de la moda, pues empresas de decoración, automóviles y tecnología cada vez le apuestan más a ofrecer productos y servicios con características personalizables por el consumidor. Mucho tiene que ver la manera en la que consume la generación millennial y cómo se espera que lo continúen haciendo los Gen Z.

 

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Es así como la ‘customización’ se ha vuelto una tendencia que continúa ganando adeptos en la moda. Sin duda las prendas más usadas para esto son las chaquetas en denim o los tenis blancos. Marcas reconocidas como Levi’s lo han hecho como parte de sus campañas de lanzamiento.

En Instagram es posible encontrar infinidad de opciones para personalizar prendas. Pintores, artistas y diseñadores colombianos locales prometen customizar tenis y chaquetas con la esencia del comprador.

 

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La empresa colombiana Vélez cuenta también con la posibilidad de personalizar sus zapatos. Allí usted tiene la opción de customizar el estilo del zapato, el color, los cordones, la suela y por último, agregar sus iniciales por medio de diseño láser. Además, puede agregar su nombre o una frase a sus bolsos, carteras y billeteras.

¿Otra vez el mismo vestido?

La sustentabilidad dejó de ser una tendencia para convertirse en una necesidad apremiante en la industria de la moda. Esto ha hecho que cada vez más las marcas, diseñadores y clientes generen conciencia alrededor del consumo responsable de las prendas.

Apostar por menos colecciones, materiales reciclados, procesos eco amigables, menos sustancias químicas y mejores sistemas de desechos son algunas de las acciones que han adoptado conglomerados de moda, unos más que otros.

Pero gran parte de la responsabilidad recae en el consumidor, lo que exige que cada vez se cuestione más por los procesos e investigue los responsables de hacer las prendas que usa a diario.

Las voces influyentes de las celebridades hacen que este mensaje se amplifique. Pero más allá de discursos, las acciones de quienes cuentan con millones de seguidores impactan el mercado y las tendencias.

 

 

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Joaquin Phoenix, actor y activista por los derechos de los animales y la conservación del medio ambiente, decidió usar el mismo traje de Stella McCartney a lo largo de toda la temporada de premios durante los primeros meses del 2020.

Por su parte, la actriz australiana Cate Blanchett hizo una declaración de estilo con la selección de sus atuendos en la edición 77 del Festival de Venecia, en la que era jurado.

Un vestido del colombiano Esteban Cortázar que usó hace cinco años durante el Festival de Cine de Londres, un diseño de Armani Privé que también lució por primera vez en 2015 en el Festival de Cannes, y un top de Alexander McQueen que combinó esta vez con un pantalón, el mismo que llevó en 2016 en los BAFTA.

 

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Tres atuendos que volvieron a la vida, luego de estar en un armario por años, demuestran que la sostenibilidad es una de las tendencias que llegan más fuerte que nunca a las alfombras rojas del mundo de la mano de celebridades más conscientes y amigables con la realidad del planeta.

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octubre
19 / 2020