Esteban Cortázar: “Es momento de darle un giro a la moda en Colombia”

Melissa Serrato
Al día siguiente de su desfile otoño-invierno 2017, durante la Semana de la Moda en París, el diseñador colombiano Esteban Cortázar fue protagonista de las páginas de Diners. Cortázar tenía los ojos todavía encandilados por los brillos de los reflectores, la misma sonrisa de satisfacción con la que la noche anterior le había dado una vuelta a la pasarela, aplaudido por el público y con algo de prisa porque sus clientas lo esperaban en otras habitaciones de su oficina para hacerle los primeros pedidos de la recién estrenada colección.
En esta ocasión la cita fue en la terraza del hotel parisino Amour. Esteban llegó solo, a pie, en sandalias, pantalones cortos y camiseta, y sin encargado de prensa. Habló honestamente y con una mezcla de serenidad, seguridad y expectativa sobre los propósitos con los que le dio vida a su nueva colección, “la más satisfactoria” que ha hecho y que no tendrá pasarela, ni la imagen de una cotizada modelo, ni una campaña de lujo producida para la biblia de moda, y que estará disponible en tiendas y por internet desde el 15 de julio.
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Su punto de partida fue más la ética que la estética. Ni siquiera menciona la “silueta” –término con el que suele definirse la propuesta de una colección– y enfatiza en el bienestar, la amabilidad, la comodidad y la diversidad. “En algunos momentos de este proyecto hubiera querido llorar, por las situaciones y personas hermosas que la han rodeado y no hay nada más gratificante que eso. Era algo que después de veinte años en la industria de la moda no estaba sintiendo”, confiesa con aplomo y naturalidad.
¿Cómo surgió esta colección?
El Grupo Éxito me contactó, pues habían pasado diez años desde nuestra primera colaboración y querían volver a organizar algo conmigo. Me pareció interesante hacerlo desde la experiencia y la perspectiva de lo que ha sucedido en esta década. En ese momento la colección tuvo como propósito llevar la moda europea a Colombia y compartir lo que estaba aprendiendo y viviendo aquí. Así que cuando la volví a ver descubrí que fue un proyecto magnífico, aunque había algo que era… no diría superficial, aunque el único propósito de esa colección era la moda por la moda… Y sí, la moda es frívola y superficial. Por eso decidí que, para este proyecto, tomaría otro camino.
La colección incluye por primera vez, además de ropa y accesorios, 21 alimentos hechos de la mano de productores locales. Foto Jaime Andrés ‘Mito’. Styling Camila Vélez.
¿Qué camino?
En 2017 llevé Colombia a Colette (una reconocida concept store parisina). Fue uno de los proyectos más especiales de mi carrera, porque pude celebrar a Colombia a mi manera. Entonces empecé a desear hacer más cosas allí, porque suelen darme las gracias por poner en alto el nombre del país afuera, pero no por hacer cosas adentro. Además, el año pasado efectué muchos cambios con mi marca. Dejé de hacer desfiles y cosas que no me llenaban, ni siquiera me impresionaban. Por eso, este proyecto fue una manera muy linda de conectarme más con el país, con la madurez que tengo ahora, porque no habría podido hacer esto hace diez años, cuando estaba creciendo y en otra sintonía.
La paleta de colores está basada en las fachadas de pueblitos típicos colombianos como Salento y Guatapé. Foto y dirección de arte Jaime Rubiano. Styling Stephania Yepes
¿En qué consiste el proyecto?
Éxito me propuso crearle un estilo a la marca Taeq alrededor del bienestar. Ahí supe que era la oportunidad perfecta para crear un proyecto con los valores de la persona que soy hoy, por y para colombianos, y ciento por ciento hecho en Colombia.
Algunas prendas de la colección, unisex, no cambian el corte, son básicas y versátiles. Foto y dirección de arte Jaime Rubiano. Styling Stephania Yepes.
¿Cuáles son esos valores?
Hice una lista de valores-palabras que guían mi vida: amor, inclusión, diversidad, meditación, música, danza, amabilidad, ser, es decir, sentirme orgulloso de quien soy. Por primera vez mis valores son la inspiración de la colección, lo cual significa ir hacia adentro, a la raíz, porque todo eso está anclado en Colombia.
¿Cómo aparece Colombia en la colección?
Por un lado, todo el equipo es colombiano, desde el casting hasta los fotógrafos, pasando por styling, confeccionistas, patronistas, set design, relaciones públicas y, claro, las personas del Éxito. Fue una oportunidad de descubrir talento nacional. Por otro lado, Colombia aparece en la paleta de colores, basada en ventanas y fachadas de pueblitos típicos. Investigamos mucho para definirla. También como referente en los estampados, inspirados en diferentes técnicas artesanales.
Esta colección celebra la inclusión, la diversidad y la sostenibilidad. Foto y dirección de arte Jaime Rubiano. Styling Stephania Yepes.
¿Trabajó con las comunidades de artesanos?
No directamente, aunque es algo que me interesa hacer más adelante, en la alta costura, porque esas prendas son obras de arte a mano y las personas que las elaboran merecen más reconocimiento y mejor remuneración. Para hacerlo tengo que vivir en Colombia y es algo que estoy pensando. De hecho, trabajo en un proyecto con la plataforma Looking for the Masters, de Paula Mendoza, para preservar los lenguajes ancestrales. También colaboro con el Paris Saint-Germain, el equipo de fútbol parisino, que me invitó a hacer una colección inspirada en Latinoamérica, para celebrar sus cincuenta años. La idea es trabajar con diferentes comunidades de artesanos y crear cosas superespeciales. Ya adelantamos algo con Nike. Creo que serviría para apoyar a las comunidades, las que más sufren con todo lo que está pasando.
¿Cómo seleccionó a los modelos?
Propuse un casting digital al que respondieron cientos de interesados; también buscamos por Instagram y por agencias de atletas, porque queríamos diversidad. Al final nos quedamos con treinta modelos, algunos son bailarines del Colegio del Cuerpo de Cartagena, hay tres personas transgénero, dos de ellas indígenas de la comunidad embera y una chica de Medellín; hay una gran representación de la comunidad afro caribeña e integrantes de diferente estatura. Todos tienen historias increíbles: Lina Fernanda, de 16 años, es la persona más divina del mundo. A los cuatro años perdió una pierna por la violencia, en Buenaventura. Me escribió diciéndome que su sueño era ser modelo y que, con su prótesis, practicaba para caminar como Naomi Campbell. Fue una de las primeras modelos que confirmé. Como esta historia hay muchas otras, porque quise anclar el proyecto a un mensaje profundo, con acciones profundas, tanto en lo visible como tras bambalinas.
Un coctel de moda, diversidad e inclusión…
Sí. Las personas del Éxito creyeron y me dieron libertad, por la devoción y la pasión que puse, porque no fue una colaboración, ni un apoyo, ni un negocio más, sino una oportunidad para darle un giro a la moda en Colombia, con una visión mucho más social, que busca tocar temas que siguen bajo el tapete. Me dolió muchísimo lo que sucedió con Alejandra Monocuco, que murió por COVID-19 sin que le prestaran atención por ser trans. Por eso, creo que las personas transgénero, gais, negros, indígenas, que parecen estar fuera de la moda, deben entrar y ser reconocidas. Es un proyecto integral y coherente hasta en los detalles: los ganchos están hechos de cartón reciclado; las marquillas, en pulpa de caña; las bolsas, en fibra de maíz; las telas son recicladas y me aseguré de usar hasta el último retazo para que el proyecto fuera sostenible y creara país, no solo por ser patriótico, sino porque sentí que era necesario. Después llegaron el virus, el confinamiento, el movimiento Black Lives Matter y todo eso me ha confirmado que tomé el camino adecuado.
La comodidad se refleja en cada pieza, además de ser sexi, relajada y divertida. Foto y dirección de arte Jaime Rubiano. Styling Stephania Yepes.
¿Hubo algo más que le hizo reenfocar ese camino?
Me ponía feliz cuando veía a una modelo con mis looks o cuando vestía a una celebridad, pero esas cosas no me llenaban como antes. Me parece que pensar en inclusión cuando uno habla de high fashion, no tiene sentido, porque vendes ropa para el 1 % de la población: gente rica y con unas características físicas muy específicas. Además, no me interesa estar en un entorno con tanta presión, tanto cuento, tanta plata y correrle a todo eso. Es el punto al que he llegado… Es la primera vez que lo digo, porque antes creía que eso era lo que quería: una gran marca con todo lo que encierra. Luego seguí creciendo y entendí que no quiero ser un multimillonario y tener todo el éxito del mundo. Eso no es crecer, hay que saber quién eres y cuál es el propósito que le quieres dar a tu vida y a tu trabajo.
Foto Julián Succo
Siempre ha hablado de la moda como una forma de celebrar a las mujeres. ¿Cómo puede apoyar a las mujeres desde la moda o más allá de la moda?
Es complicado. Ayer, precisamente, una amiga me dijo que la moda, tanto para los que trabajan en ella como para la audiencia y los clientes, es una industria creada alrededor de la idea de que tú no perteneces a ella. De alguna manera, siempre hay una intimidación, por eso es frívola, esnob, fake, superficial, porque crea algo que no tiene soporte real. Siempre ha sido una industria que intimida mucho a las mujeres y yo he formado parte de eso, pero también he tenido la oportunidad de ver diferentes culturas, personalidades, formas de vestir y de tener seguridad; creo que todo eso me ha ayudado a llegar a este punto: mi mente se ha abierto y por eso este proyecto es tan importante para mí, pues se basa en la idea de celebrar diferentes tipos de cuerpos y diversas personalidades. Jugué con prendas que se sintieran amplias, cómodas, sexis, relajadas, divertidas y que no fueran tan exigentes.
La moda se resiste a crear tallas grandes e incluir mujeres con curvas y gordas. ¿Cuál es su posición frente a este tema?
En la moda eso siempre ha sido una especie de tabú y algo que no se hace. La moda no es para mujeres gorditas, pero ahora, en este proceso de desaprender y coger otro camino, tomé esta oportunidad para cambiar eso. He hablado con Adriana Convers, Fat Pandora, y en esta colección hay prendas de tallas grandes y pensadas en hacerlas sentir bien, coloridas, divertidas, cómodas y sexis. En todo caso, falta mucho por hacer, pero creo que es un buen comienzo.
El día que vuelva a hacer un desfile, en una semana de la moda, ¿incluiría a una mujer gorda?
Sí. No le tengo miedo a la crítica. Ahora me pregunto por qué no pensé así cuando hice todos los desfiles y aunque no me lo reprocho, porque no había llegado a este punto, también veo que se relaciona con las personas con las que trabajé, a su vez metidas en una escuela de parámetros fijos. No recuerdo cuántas veces el director de casting me dijo: “Listo, ya tenemos cuatro chicas negras, latinas y asiáticas”. Y yo siempre me metía en esa pelea para incluir más tipos de mujeres, porque me inspiran.
Eso me recuerda el proyecto que hizo con Naomi Campbell en Nigeria…
En mis desfiles siempre he incluido bellezas y culturas diferentes. Además, para el último desfile que hice en París, en septiembre de 2018, solo tuve modelos negras. Naomi se dio cuenta y me invitó a participar en la Semana de la Moda de Lagos, Nigeria, en abril de 2019. Fue una experiencia muy inspiradora, pues son personas de otro mundo: siempre con una sonrisa, espectaculares en estilo y forma de ser.
Desde frutas y verduras hasta barras de cereal: cada producto está pensado en la salud y el bienestar de las personas. Foto Jaime Andrés ‘Mito’. Styling Camila Vélez.
Una novedad de esta colección es que hay ropa masculina…
Desde hace un tiempo juego con esa idea, aunque nunca la he anunciado. Empezó a raíz de Colette y de mi colaboración con J Balvin, pues él se puso chaquetas de mi colección de mujer. Entonces pensé en conectar prendas para hombre y mujer. ¿Qué significa lo femenino y lo masculino, en realidad? No quería seguir separándolo. Por eso, esta colección tiene muchas referencias unisex, no cambia el corte y son prendas básicas que hablan de comodidad y versatilidad.
Foto Julián Succo
Varias marcas han decidido espaciar sus colecciones. ¿La moda se está replanteando?
¡Sí. Les toca, nos toca! No están las respuestas todavía porque las prioridades son distintas: unas quieren mantener el sueño de la moda, que también me encanta, pero me parece que no es la prioridad en este momento; otras piensan simplemente en sobrevivir.
Cada detalle está calculado e incluye ganchos de cartón reciclado, marquillas en pulpa de caña y telas recicladas. Foto y dirección de arte Jaime Rubiano. Styling Stephania Yepes
¿Cuál es su prioridad?
Hoy prefiero estar en la naturaleza y con gente que amo, que en la superfiesta de la semana de la moda. Ya pasé por eso, ya lo tengo y no necesito más. Mi prioridad es conectarme con quien soy: una persona que creció en un entorno de amor y amabilidad, algo que en esta industria no existe. Se vive el maltrato y quienes lo ejercen son los mismos que citan a Martin Luther King en sus cuentas de Instagram. La moda es así, la moda sobrevive haciendo sentir mal a los otros. Los momentos icónicos ya no están ahí, ahora todo es copia de todo, todo se volvió High Street Sportswear Fashion, ni siquiera hay tanta creatividad en la alta costura: pusieron a Kanye West como director creativo de GAP. Las cosas han cambiado, ojalá sea para mejorar. Sin embargo, no quiero que esto que he dicho se malinterprete. La moda tiene cosas divinas, especiales y con las que se puede expresar una persona. Ha sido revolucionaria en ciertas épocas, por eso la amo, sigo mi trabajo en ella y lo seguiré haciendo, pero desde otros ángulos.
¿Cómo estuvo su confinamiento?
Me di cuenta de cuánto me gusta estar solo. Preparé en mi casa este proyecto y estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado la vida, pero pensaba mucho en las personas que ni siquiera tienen lo básico… Por eso me uní a Somos Uno, a #AyudarNosHaceBien, a Médicos sin Fronteras y otras iniciativas. Creo que es un deber de quienes tenemos una plataforma hacer algo, por lo menos usar la voz. El mundo no vive un buen momento, y ya no podemos pensar solo en que todo está bien si mi familia y yo estamos bien, mientras los otros la pasan muy mal o están muriendo. También de ahí vienen mis reflexiones sobre la high fashion, porque cuando formas parte de ella, integras esas realidades y te olvidas de la verdadera realidad.