El ‘ugly fashion’ o como lo feo se vuelve moda

María Camila Paredes
Desde sus inicios el objetivo de la moda ha sido crear y usar ropa que haga lucir bien, acentuando partes del cuerpo y cuyo fin será hacernos más atractivos ocultando las fallas. La estética, el arte y el buen gusto son algunas de las características que hacían -y hacen- relevante algunas casas de moda por encima de otras.
Además hay que tener en cuenta que la moda es cíclica, por lo que cada cierto tiempo los diseñadores vuelven la mirada al pasado, para rememorar o reinventar algunas prendas emblemas de décadas pasadas.
Pero de un tiempo para acá, se ha integrado al mundo de la moda una tendencia inusual, que paradójicamente ha enamorado a las nuevas generaciones y que ha visto su fuente de inspiración modas que en el pasado fracasaron.
La llamada ‘moda fea’ fue la gran tendencia del 2018 y se encargó de forma magistral de destruir todo lo que se sabía de la moda.
Las excentricidades nunca faltaron en las buenas pasarelas o sesiones de fotos, en donde los diseñadores sacan lo mejor de la estética vanguardista. Lo que nunca se pensó fue que estas pudieran ‘salir a la calle’, pero las tendencias ‘ugly’ han demostrado lo contrario.
Se puede considerar como ‘feo’ todas las faltas de lo que estéticamente se llama bello, todo lo que no es típico, extravagante y en la mayoría de los casos que no es halagador.
Los Balenciaga x Crocs, por ejemplo, fueron una de las sensaciones del año pasado, los zapatos de plataforma de la casa española se agotaron a escasas horas de haber salido al mercado y sus 800 euros no fueron un impedimento para su éxito. Pero, ¿cómo unos horribles crocs con plataforma se convierten en la sensación del momento?
Para el portal web especializado en moda, Design Scene, hay al menos tres teorías para sustentar el inminente éxito de la moda ‘ugly’.
Según el medio, una de las principales razones para la aprobación de la ‘moda fea’ se debe a que estamos aburridos en todos los aspectos de la vida y en esto entra también la moda moderna. Por lo que cambiar la vestimenta es una forma de ‘condimentar’ la rutina, y lo es aún más cuando las elecciones son arriesgadas.
Las decisiones que se toman con respecto a la moda dicen mucho sobre la personalidad de las personas y la moda ‘fea’ permite que los deseos más extravagantes tengan oportunidad de salir.
Por otro lado, está comprobado que las nuevas generaciones somos más prácticas que las anteriores, y le guste o no, las tendencias ‘feas’ tienen un uso extremadamente práctico.
Por lo que en lugar de llevar unos tacones llenos de estilo, afilados e incómodos, ahora puede optar por un par de ‘uglys sneakers’, que no son otra cosa que tenis de colores brillantes y diseños extravagantes y mucho más cómodos. Así podrá hacer sus actividades diarias cómodo mientras lleva un look moderno.
Por último, aceptamos estas tendencias porque tenemos confianza. Lo importante de las nuevas generaciones es la aceptación y el aumento del autoestima. Aunque es sabido que la belleza está en el ojo del espectador, los nuevos estándares han demostrado que ya no existe el límite entre lo correcto y lo incorrecto en el mundo de la moda.
La tendencia en sí misma se reduce a la confianza de quién la lleva, por eso lo importante no es la pieza, sino la seguridad de que lo que está usando hace parte de lo que cada uno es y cómo quiere expresarlo.
En conclusión, todas las representaciones de lo llamado ‘diferente’ están siendo bien aceptadas en la actualidad y, guste o no, la moda ‘ugly’ ha llegado para darle un respiro al acelerado y competido mundo de la moda. Se ha vuelto necesario para entenderla no sólo como un recurso de ‘lo necesario’ (el vestir), sino también como un medio de expresión y representación.
Estas excentricidades han traspasado el exclusivo mundo del Haute Couture, reservado para las alfombras rojas, las celebridades y las clases altas, para llegar a las masas.
Reproduciendo en masa su arte, lo ‘estéticamente incorrecto’ ha llegado a medios como el street style y el Prêt-à-porter y cada vez son más los que se han atrevido a llevar algo ‘ugly’ en sus atuendos.