Cuatro nuevas visiones de la moda colombiana

Lejos del romanticismo caribe que ha caracterizado a la industria de la moda colombiana en la última década, estas cuatro marcas nacionales proponen estéticas irreverentes que responden a un mercado joven, que aprecia siluetas para todos los géneros y mayor rango de tallas.
 
Cuatro nuevas visiones de la moda colombiana
Foto: Mauricio González @maurogonzaleza con iPhone 14 Pro Max. Maquillaje y Peinado: Sandra Franco @topmodeblog Modelo: Valentina Duque @duqueevalentina Locación: St. Dom Bogotá /
POR: 
Adrián David Osorio Ramírez

Vestirse de Colombia es un concepto en constante transformación. De la misma manera en la que en el país confluyen cinco diferentes pisos térmicos, en la moda colombiana hay propuestas estéticas radicalmente distintas que aportan hacia la construcción de una industria en común. 

Ana María Dueñas lo hace desde las montañas santandereanas, con el romanticismo cálido de Sunset The Journey, mientras que las bogotanas Daniela Ramírez y Laura Agudelo se suman a la conversación con sus piezas estructuradas que protegen del frío capitalino. Al suroccidente del país, en Cali, la diseñadora Liza Ardila propone capas largas y minimalistas en textiles frescos que se adaptan a cualquier clima, y al norte, en la región Caribe, las cartageneras Daniela Díaz y María Gabriela Pareja hacen que usar moda colombiana evoque al futuro y el surrealismo con vestidos que exaltan al sol.

Diners seleccionó cuatro marcas, lideradas por seis mujeres menores de treinta y cinco años, que coinciden en su pasión por crear prendas que se alineen con los nuevos consumidores, en que llegaron a la moda desde distintas orillas profesionales –como la ingenieria, el arte o la administración–, y, aunque reconocen la exposición que brindó el estilo caribbean chic (aquella estética caribe llena de boleros y estampados florales) a la moda nacional, le apuestan a recoger ese legado y traducirlo a nuevos lenguajes estéticos.

Etérea

A la bogotana Daniela Ramírez, la moda la curó. Mientras estudiaba Artes Visuales, la diseñadora se enfrentó a un cuadro de alergia que los médicos nunca supieron explicar, por lo que ella, en un ejercicio catártico, dedicó su tesis a abordar, por medio del arte, el estado de su piel y la figura de su abuela en su vida, una antigua actriz de teatro que padece alzhéimer.

El proceso la llevó a unir su pasión por la fotografía y la pintura con las prendas de vestir, que se convirtieron en su segunda piel, una armadura para presentarse ante el mundo. Allí entendió el poder de la moda y decidió comenzar a diseñar chaquetas en una marca que luego disolvió por diferencias con sus socios.

Decidida a crear, Ramírez le propuso a Laura Agudelo emprender juntas un proyecto como un acto de valor en marzo de 2020, cuando la emergencia sanitaria por el covid-19 empezaba en el país. “Sabíamos que queríamos una marca de slow fashion y teníamos la necesidad de montar algo que se saliera de lo cotidiano; así comenzamos a crear lo que ahora es Etérea”, le dice a Diners esta ingeniera industrial de veintisiete años.

Eterea
Conjunto de Etérea. Foto Mauricio González @maurogonzaleza con iPhone 14 Pro Max.

Las amigas, que se conocieron a los once años, lanzaron la marca en agosto de ese mismo año, con una colección de piezas en blanco y negro que dejaba ver trazos pintados a mano por la misma Ramírez, para lo que tardaba hasta ocho horas por prenda.

En las siguientes colecciones, Etérea amplió su universo estético a piezas en índigo, bordados de corazones anatómicos y cuero vegano intervenido, para lograr joyas como un conjunto plateado cuyo pantalón se puede convertir en una bermuda o un culotte, dejando al descubierto los tobillos.

“A mí me daba un poco de miedo entrar a esta industria porque siento que, como es algo estético, se vuelve un objeto para juzgar. Pero, al mismo tiempo, sentía que estábamos haciendo algo que yo no había visto mucho en Colombia; no eran flores o boleros, y la gente acogió muy bien la propuesta”, dice Daniela, que es la encargada del diseño y la dirección de arte de cada campaña de Etérea, mientras que Laura se encarga de los temas operativos.

Laura y daniela Etérea
Laura Agudelo (izquierda) y Daniela Ramírez (derecha) son las creadoras de la marca de moda bogotana. Foto cortesía.

Con prendas estructuradas, que tienen el poder de añadir personalidad a cualquier atuendo, las creadoras se niegan a encasillar la marca o a tener un estilo declarado, pues su objetivo es permanecer etéreas en el tiempo. Sin embargo, su sello continúa siendo la manera en la que intervienen a mano cada prenda como si de un lienzo se tratara, logrando que cada una sea distinta a las otras.

Las bogotanas exportan sus diseños a Estados Unidos y México, y acaban de abrir su primera tienda en Bogotá, en la calle 93, desde donde esperan explorar otros universos de producto. “Cada paso, ensayo y error es válido, y forma parte del proceso para construir lo que hoy somos”, remata Agudelo.

Macondia

Macondia moda
Vestido reversible Landscape 2.0 de Macondia. Foto Mauricio González @maurogonzaleza con iPhone 14 Pro Max.

Con tres conciertos en Colombia en 2022, el reguetonero puertorriqueño Bad Bunny logró que miles de colombianos corearan sus canciones con atuendos que planearon durante semanas. En esa ola de street wear se volvió viral un set reflectivo de pantalones y chaleco de Macondia, la marca fundada a mediados de 2021 por María Gabriela Pareja y Daniela Díaz.

Las cartageneras se conocieron seis meses antes de crear la marca, mientras trabajaban en el equipo creativo de la tienda de diseño Agua de León. “El día en que Gaby hizo la entrevista llevaba un kimono con fotografías estampadas y me sorprendió porque era justo lo que yo quería hacer. Ambas teníamos el sueño de crear una marca que contara historias por medio del arte, la fotografía y la arquitectura”, cuenta Díaz, profesional en Negocios Internacionales de veintiséis años.

Macondia moda colombiana
Foto Mauricio González @maurogonzaleza con iPhone 14 Pro Max.

Su cercanía a propuestas de diseño local las llevó a definir muy bien las bases de su proyecto, que hoy en día brilla por un estilo futurista y una dirección de arte que se siente “más universal”, con prendas que bien podrían salir de una pintura de Salvador Dalí o Joan Miró. Esto tiene el respaldo de un taller de confección propio en Cartagena, conformado por seis mujeres que hacen realidad todos los sueños de las creativas. Gracias al éxito de su marca, ahora también trabajan con un taller satélite de nueve mujeres más en el corregimiento de Puerto Badel, en Bolívar.

Macondia, cuyo nombre es la mezcla de Macondo con Colombia, “es la antítesis del Caribbean chic. Por eso decidimos descontextualizar la marca de la flor, el trópico, el bolero, y enviar un mensaje que mezcla diseños surrealistas y buenos insumos textiles —el 80 % son fibras naturales—. La idea es que nuestros productos se conviertan en una inversión para muchos años”, dice Díaz.

Macondia diseñadoras
Daniela Díaz (izquierda) y María Gabriela Pareja (derecha) se conocieron en 2021. Foto cortesía.

Actualmente, Macondia tiene presencia en Bogotá, Cartagena, Miami y República Dominicana. “Ahora nuestro reto es demostrar por qué dentro de toda la oferta de moda que tiene un país como Colombia, esta marca es la mejor opción. Es un proceso de autoconocimiento bárbaro”, concluye María Gabriela, profesional en Gestión de Industrias Creativas, que tiene veintitrés años.

Sunset The Journey

Luego de hacer sus prácticas como ingeniera industrial en un banco, la bumanguesa Ana María Dueñas se prometió jamás volver a trabajar en esto. Las curiosidades de la vida la llevaron a regresar a la industria como analista de datos de ventas en el área comercial de otra entidad financiera, hasta que en 2020 la pandemia le permitió reflexionar y elegir su pasión por el diseño sobre su estabilidad profesional.

Sunset The Journey
Chaleco tejido y falda del set Morning de Sunset The Journey. Foto Mauricio González @maurogonzaleza con iPhone 14 Pro Max.

Su renuncia vino seguida de varios meses de investigación sobre creación de marcas de moda y patronaje, hasta que se logró conectar, gracias al trabajo de su papá, con una comunidad de artesanas wayús en La Guajira. Así conoció a Eneida, la líder comunitaria que aceptó trabajar en equipo con la joven de veintiocho años, en un momento en el que no se podían reunir presencialmente debido a los confinamientos por la pandemia.

“Hicimos muchísimas pruebas hasta obtener el primer top, que ya tiene como tres años. Eneida lo nombró wereke, que en su dialecto wayuunaiki significa ‘la maestra del tejido’ y nace de una leyenda wayú. Ahora también trabajamos con artesanas y madres cabeza de familia en Valledupar, Antioquia y Santander”, recuerda Dueñas.

Sunset the journey
Conjunto de Sunset The Journey. Foto Mauricio González @maurogonzaleza con iPhone 14 Pro Max.

Con tejidos y prendas en algodón, Sunset The Journey transporta a quien los usa a un atardecer de verano, pero no precisamente aquellos junto al mar, sino también al sol que se esconde en la montaña santandereana, o a las pequeñas horas de luz en una región del Ártico. “Mi intención es crear prendas atemporales, con un toque vintage, que recuerden a los atardeceres pero que no me encasillen en solo ropa de verano. Hace poco sacamos una cápsula dedicada a ropa para clima frío, porque las puestas de sol están en todas partes”, explica.

Ana Maria Dueñas
La bumanguesa Ana María Dueñas estudió Ingeniería Industrial. Foto cortesía.

La joven es consciente de la responsabilidad que conlleva crear y trabajar en conjunto con comunidades indígenas y artesanales, por lo que tiene como bandera la transparencia con sus colaboradoras y clientes: “Cuando una cliente nos pregunta cuánto les pagamos a las artesanas, le contestamos sin misterios. Soy humana y puedo equivocarme, pero lo importante es estar en constante comunicación con las artesanas y aprender junto a ellas, sin apropiarse de sus conocimientos”.

En tan solo tres años, Ana María ha conseguido llevar su marca de Bucaramanga a Bogotá, Cartagena y Montería, y en su próxima colección se acercará más intencionalmente al público masculino, que ya compra sus prendas.

Zorro Gris: propuesta de moda colombiana

La inquietud de la caleña Liza Ardila por los estudios de género comenzó mientras cursaba la carrera de Artes Plásticas, por lo que sus ejercicios prácticos siempre se relacionaban con el género, la corporalidad y los oficios. Estos temas se trasladaron a Zorro Gris, la marca que comenzó como su trabajo de grado de Moda, que decidió cursar al terminar Artes.

Zorro Gris
Capa azul cielo y capa crema de Zorro Gris. Foto cortesía.

“En principio pensé que podría enfocarme en la dirección de arte para cine y televisión, pero esto se convirtió en mi proyecto de vida”, asegura esta diseñadora de treinta y cinco años. Aunque entre 2014 y 2018, Liza desarrolló el primer capítulo de lo que hoy es Zorro Gris, no fue sino hasta 2019, después de una pausa de un año, cuando consiguió solidificar la apuesta actual: reinterpretar los básicos del armario en piezas ultraminimalistas para todos los géneros y con tallas grandes.

“Siempre supe que quería hacer algo diferente a la estética de la moda caleña, algo que se saliera del canon, desde otra orilla; ha sido todo una investigación de prueba y error. De hecho, hasta hace poco encontramos un patrón que se adaptara a prendas inferiores para todos los géneros e implementamos un tallaje propio, en el que 1 es S/M, 2 es L/XL y 3 es XXL/XXXL, porque yo soy una mujer de talla grande y quería vestir mi propia ropa”, explica.

Zorro gris moda colombiana
Foto cortesía Zorro Gris.

Elementos de la naturaleza como el cielo y el mar —que en el horizonte parecen ser uno— inspiran a la diseñadora en sus diseños minimalistas, en los que cada prenda es un bloque de color; los detalles como botones, cierres y bolsillos permanecen escondidos, y una misma camisa puede convertirse en un vestido o en una chaqueta. Una de sus piezas más exitosas son las capas, prendas que sorprende ver en un clima cálido como el de Cali, pero que Liza ha logrado diseñar en lino para brindar frescura.

En el último año, Zorro Gris formó parte de la programación de ferias de moda nacionales como Colombiamoda, Bogotá Fashion Week y Cali Distrito Moda; en esta última mostraron prendas intervenidas con tinturas que otorgan una especie de degradado, sin dejar de lado la monocromía. 

Liza Ardila Zorro Gris
La caleña Liza Ardila se graduó de Artes Plásticas y Moda en Bellas Artes. Foot cortesía.

“El mayor reto, que pasa mucho también en el arte, es que finalmente los gremios están muy constituidos, y yo no tengo familia tradicional de textiles o de esta industria; entonces el reto es hacerse este camino con el trabajo como única carta de presentación”, asegura la caleña.  

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agosto
17 / 2023