“La sociedad se cambia desde las uñas”, Zarai Ríos, creadora de Rebèz

Adrián Osorio
Cuando Alejandra Céspedes cumplió su condena se dedicó a terminar sus estudios de bachillerato al tiempo que buscaba trabajo como cajera. Luego, con la idea de ampliar sus posibilidades laborales se acercó a la Fundación Acción Interna y se inscribió en el banco de empleabilidad. De esta manera conoció a Zarai Ríos, la creadora de Rebèz, una spa de uñas en Bogotá que busca proporcionar un espacio seguro e inclusivo.
“Trabajé como cajera en un D1 y en el Éxito. Luego entré a la Fundación Acción Interna y a su ruta de la empleabilidad. Para eso uno tiene una cita con el psicólogo, quien te pregunta qué has hecho desde que saliste de la cárcel. Después me llegó un correo diciendo que estaban buscando personal para este proyecto, Zarai me hizo la propuesta y acepté. En septiembre estuve en capacitaciones y abrimos en octubre”, le cuenta a Diners Alejandra Céspedes.

Rebèz, ubicado a unos pasos de la Zona T -en la carrera 13 con calle 79-, se consolida como el primer estudio de cuidado de manos y pies que tiene como bandera la inclusión y la libertad de expresión. Para esto han decidido diferenciarse radicalmente de otros spa de uñas, desde sus colores y estética, pues al entrar se encuentra con un verde eléctrico y dinosaurios en las paredes que por momentos asemejan a un parque de aventuras.
“La sociedad se cambia desde las uñas”
La idea de Rebèz se le ocurrió a Zarai Ríos durante una película, en la que uno de los personajes dijo que “todos los negocios se crean a partir de una necesidad”. La frase resonó en la colombiana y se conjugó con las experiencias de discriminación que presenció en repetidas ocasiones en otros establecimientos de este tipo.
“Yo soy clienta de uñas desde los seis años, cuando mi mamá me llevaba con ella. Y en dos ocasiones, con un mes de diferencia, presencié cómo a dos chicos le estaban haciendo uñas acrilicas y sentía que todos a su alrededor estaban incómodos. Una señora que estaba cerca le dijo a su manicurista que no entendía por qué dejaban entrar personas ‘así’ a lugares como este. Y la manicurista le dió la razón”, recuerda Ríos.
La lucha por la inclusión y el interés por comenzar un negocio propio se unieron en Rebèz, un proyecto que respaldaron su familia: Juan Carlos Gómez, Zaida Bernal y Mauricio Garzón. Así, el 15 de octubre este particular spa abrió sus puertas en Bogotá.
Una segunda oportunidad en Rebèz
Durante el proceso de construcción de Rebèz, Zaraí se acercó a la Fundación Acción Interna para incluir en el personal personas pospenadas. Anteriormente había colaborado con Johanna Bahamón, creadora de la fundación, en cursos de negocios de moda en las cárceles de la ciudad, ya que Ríos -antropóloga de profesión- dirige un pregrado en este tema en la Universidad Sergio Arboleda.
“Soy politóloga, pero he aprendido que la sociedad no se cambia solo con decretos, la realidad se cambia también desde las uñas. Desde lo más cotidiano y banal comienzan los cambios. En Rebèz estamos generando más de 30 empleos entre personas pospenadas, madres cabeza de familia, personas LGBTIQ+ e inmigrantes con la intención de darles la oportunidad a excelentes trabajadores de ejercer su talento sin importar su pasado” comenta.
Para lograrlo, han capacitado a todo su personal en las distintas técnicas de uñas que existen. Desde la delicada y tradicional manicura francesa, hasta uñas acrilicas esculpidas, semipermanente y en polygel: la creatividad no tiene límites en Rebèz.
Es así como, en este lugar, Alejandra Cespedes ha encontrado una profesión que le permite aprender y sustentar a sus dos pequeñas hijas, los clientes queers pueden sentirse en confianza y Zaraí y su familia cumplen un sueño familiar. “Una vez crucen la puerta de Rebèz, nos convertimos en lo que somos, humanos sin etiquetas”, sentencia Ríos.