Einstein, deportistas, aviadores y actores: los testigos de la precisión y elegancia de Longines, el reloj que mira al futuro
Revista Diners
En el pueblo suizo de St-Imier (donde aún se ubica su sede), Auguste Agassiz y sus relojeros fundaron un taller de relojería en 1832. No había agua corriente, ni electricidad y las vías de transporte eran escasas. Sin embargo, pese a estas dificultades, el equipo de relojeros tenía una meta en la cabeza, perseguía una visión muy clara: destacar por su calidad. 190 años después, esa visión se mantiene en la que es una de las firmas relojeras suizas con más historia: Longines.
Su legado en estos casi dos siglos de historia ha sido la innovación, la precisión y la elegancia. Un legado que continúa hoy en día y que posiciona a la firma entre las líderes del sector. Para celebrar su aniversario 190, la firma lanzó este año The Longines Master Collection 190th Anniversary. Y Bogotá no estuvo exenta de este festejo. El 15 de noviembre, el embajador de Suiza Eric Mayoráz, los hermanos Samuel y Andrés Glauser, el gerente general para Longines colombia Edgardo Blanco y el manager regional para Latinoamérica Miguel Ángel Palmer, y diferentes personalidades se reunieron en el Metropolitan Club para conocer la nueva línea de la marca.
Una línea de relojes que logran un equilibro entre elegancia clásica y excelencia, confeccionados en materiales nobles, acero inoxidable y oro. Las versiones de oro amarillo y de oro rosa de 18 quilates son de edición limitada y numerada hasta 190 piezas en aras de marcar su exclusividad. Estos nuevos relojes destacan estéticamente gracias a una ejecución minuciosa y al cuidado especial que se ha puesto en cada detalle. La esfera antracita granulada, gris satinado o plateado enarenado se distingue por sus acabados únicos y por la delicadeza de sus números árabes grabados.
Las horas minutos y segundos giran de la mano de elegantes agujas rosas, doradas o de acero azulado, lo que acentúa la elegancia depurada de las esferas. La caja de 40 mm, de líneas redondas y clásicas, alberga un calibre exclusivo Longines, que incluye una espiral de silicio y ofrece una gran precisión. Se puede admirar lo minucioso de este calibre a través del fondo transparente de la pieza, decorado con un grabado conmemorativo. La correa de cuero gris antracita, de tacto muy suave, completa esta ejecución de alta
gama.
Una serie que sin duda recoge, encapsula, resume la historia de Longines. Y es que sus relojes han sido protagonistas de la medición del tiempo en las competiciones deportivas más exigentes: carreras de caballos, ciclismo, esquí alpino, rallies, Fórmula 1, en los Juegos Olímpicos, durante buena parte del
siglo XXI. La compañía ha contribuido de manera significativa a la evolución del cronometraje deportivo mediante el desarrollo de dispositivos que miden con precisión un quinto, décimo, centésimo y hasta millonésimo de segundo.
Pero no se ha quedado ahí, también creó instrumentos para profesionales como pilotos, navegantes y exploradores. Amelia Earhart y Charles Lindbergh por nombrar algunos. En definitiva, son relojes que se crearon para responder a las necesidades de los aviadores, exploradores y deportistas que buscaban las mejores herramientas disponibles.
Además, en sus 190 años ha vestido las muñecas de actores de Hollywood inmortales como Audrey Hepburn o Humphrey Bogart (Jennifer Lawrence o Kate Winslet en la actualidad). Inclusive, Longines es un reloj que ha estado presente en la historia de la ciencia, que ha acompañado la muñeca de uno de los científicos más importantes que ha dado el mundo, una de las mentes más brillantes, el mismísimo Albert Einstein.
Longines estuvo presente en el momento en el que el científico aseguró desde la teoría de la relatividad que el tiempo se puede dilatar. Y es como él mismo dijo: “el tiempo es lo que mide el reloj”, una respuesta que pareciera burlona pero que resulta ser “estrictamente rigurosa”.
* Alianza estratégica