Inti Wang, la vikinga colombiana y su historia no binaria que inspira a Balenciaga

Desde su casa en Noruega, el modelo de origen colombo noruego Inti Wang conversó en exclusiva con Diners sobre su relación con la casa de moda Balenciaga, la construcción de su identidad y su futuro en la moda.
 
Inti Wang, la vikinga colombiana y su historia no binaria que inspira a Balenciaga
Foto: Cortesía Balenciaga
POR: 
Adrián David Osorio Ramírez

Era su último año de bachillerato, en un pequeño e invernal pueblo Noruego. Inti Wang estaba en medio de una clase de historia, a finales de 2018, cuando recibió un correo electrónico que lo tomó por sorpresa. El remitente era una persona del equipo de Balenciaga, la casa de moda de lujo, que había descubierto su existencia gracias a su cuenta de Instagram.

Inti Wang esperó hasta terminar su clase para revisar el mensaje. En pocas palabras, la propuesta de Balenciaga consistía en enviar varias prendas para que, con total libertad creativa, Wang las interpretara, las vistiera y les enviara algunas fotos para usar en redes sociales. Así comenzó la relación del modelo colombo noruego con la marca fundada por el diseñador español Cristobal Balenciaga en 1917.

Cuatro años y una pandemia más tarde, esta vez en París, en los salones de Balenciaga del número 10 de la Avenida George V -donde el diseñador español abrió su primera tienda en Francia en 1937-, Inti se sumó a una considerable lista de celebridades en el desfile de Alta Costura otoño / invierno 2022.

Entre estrellas

Después de la magistral salida de la leyenda británica del modelaje, Naomi Campbell, en un opulento vestido negro que se alzaba hasta su menton como una especie de copa, apareció en el monocromatico salón de Balenciaga un Inti Wang sereno e impoluto.

Moviéndose de lado a lado para atravesar las puertas del salón a su ritmo particular, la modelo lucía un inmenso vestido rosado que iniciaba en su hombro izquierdo con un escote asimétrico -del que se desprendía una capa – y finalizaba con una falda -a la que Wang define “de quinceañera”-.

Naomi Campbell Inti Wang
Foto cortesía Balenciaga

El look, el número 58 y el penúltimo del desfile, lo completaban unos guantes negros que solo dejaban sus hombros al descubierto y un maquillaje que centraba toda la atención en un delinado en sus ojos que se extendían hasta casi tocar su cabello. Unos instantes antes de la salida, personalidades como Kim Kardashian, Dua Lipa, Bella Hadid y Nicole Kidman habían hecho su respectiva aparición en el desfile, que acaparó todas las miradas de la semana de la alta costura.

Un par de semanas más tarde, ya en la calma de su casa en el campo noruego, Inti Wang conversó con Diners sobre esta surreal pasarela, su relación con Colombia y su pluralidad artística.

Comencemos hablando de la relación entre su padre noruego y su madre colombiana ¿cómo se conocieron? 

Mi papá estaba de mochilero por Colombia y se encontró con mi madre en Bogotá, en el barrio La Candelaria. Eso fue en los 90s. Y de esa unión nacimos mi hermano mayor y yo, que nací en Cajicá el 4 de julio del 2000.

¿Y desde entonces ha vivido en ambos países?

Sí. Mis padres son artistas -madre escultora y padre fotógrafo-, entonces toda mi vida he estado entre los dos países. Estudié una parte del colegio en Colombia, en el Colegio Unidad Pedagógica, y el resto en Noruega. Solía estar dos años allá y regresar a Europa por otros tres. La idea de mis padres era que tuviera la cultura de los dos lugares y estoy muy agradecido por eso.

Me encantan ambos países porque son como el yin y el yang. Me parece esencial esa cultura de compartir en Colombia, porque en Noruega todo el mundo es muy frío. Además, Colombia me dio la oportunidad de hablar español, de conocer tanta biodiversidad, y la perspectiva que da Bogotá, una ciudad que defino como un desastre divino (risas). Eso se contrasta con que aquí, en Noruega, vivo en un pueblo, con granjas alrededor. Es una vida distinta.

Además de Colombia y Noruega, ha vivido en Brasil, Palestina, México ¿a qué se debe esta vida nómada?

Mis padres tenían un grupo de artistas que se llamaba El Parche, que ahora es un espacio de arte independiente de residencias artísticas en Bogotá. Entonces viajamos con ellos por todo el mundo. Vivimos en el barrio rojo en Ámsterdam, en Brasil, entre Palestina e Israel, Suecia.

De allí que usted haya seguido con el legado artístico, porque entiendo que realizó la curaduría de la exposición Conscious of confusion

Sí, esa fue una exposición que presenté en una galería en Noruega en enero de 2019. La muestra hablaba de la idea de estar confundido, un pensamiento que surgió de la constante pregunta de “¿Quién eres?”, y de intentar tener siempre una respuesta.

Lo relaciono con el tema del género, porque todos me preguntan si soy una niña o un niño. Eso nunca me afectó pero era una pregunta que siempre me hacían, junto a la de “¿Qué quieres ser cuando seas grande?”. Y el hecho de no tener respuestas para esos cuestionamientos crea un estigma sobre ti y lo que quieres.

Entonces Conscious of confusion presentaba diferentes formatos de confusión alrededor de cosas que no tienen una respuesta clara. Había fotografía, pintura e instalaciones de 13 artistas colombianos y noruegos, entre ellos mi papá, Marius Wang, y mi mamá, Olga Robayo. También había una instalación mía, que consistía en un televisor con 36 autorretratos en los que usaba prendas creadas por mí y con lo que buscaba mostrar que la identidad es algo en continuo desarrollo.

Inti Wang modelo
Foto cortesía Balenciaga

Esos cuestionamientos me hacen recordar el título del perfil de Vogue sobre su historia: ¿Inti Wang es niño o niña? “Tú decides”. ¿Sigue siendo la misma respuesta? ¿Cómo prefiere que se refieran a usted?

Yo no puedo cambiar la percepción de nadie. Así que cada quien decide cómo referirse a mí. Pero sí me interesa saber cómo me interpretan. Un pronombre amplio sería: They, ‘ellos’ en español. Pero siempre dejo abierta la respuesta para que quien está al frente mío la responda.

En mi caso siempre he estado en búsqueda de un balance. No me puse a buscar terminologías para definir mi género, todo ha sido muy natural. Pero con el tiempo he encontrado opciones. Y con el que más me identifico es con el género no binario.

Respecto a eso, ¿cree que la moda ha sido decisiva en la construcción de su identidad?

Absolutamente, la moda me ha permitido jugar mucho con mi identidad. Me ha dado la oportunidad de probar energías masculinas y femeninas a través de la ropa.

Hablando de moda ¿cómo fue esa transición entre colaborar con Balenciaga a desfilar en sus pasarelas?

Después de hacer tres colaboraciones me preguntaron si quería hacer parte de su próxima pasarela, eso fue en febrero de 2019. En ese momento estaba viajando con mis amigas en Jordania y la siguiente semana nos íbamos a Kenia. Así que pensé que no lograba ir a París para el desfile.

Pero el equipo accedió a llevarme desde Jordania a Francia y luego regresar a Kenia. Era mi primer desfile para una casa de moda, así que fue muy emocionante. Yo había hecho algunos desfiles en Noruega pero nada de esta dimensión. Después llegó la pandemia entonces no pude hacer uno de los shows, pero luego de eso he estado en todas las pasarelas de Balenciaga.

En poco tiempo Inti Wang pasó de ser modelo de Balenciaga a convertirse básicamente en una de las musas de Demna Gvasalia, el director creativo de la firma…

(Risas) Es que, como buen colombiano, llegué a ese primer desfile a saludar a Demna. Le agradecí por tenerme en su equipo. Y desde entonces, cada vez que voy a sus oficinas es como una escuela de verano. Lo que más aprecio de Balenciaga es que después de varias colaboraciones ya tengo una voz, mi opinión es válida. 

Recuerdo que una vez le dije a Demna que un look no funcionaba y me dejó cambiarlo. Siento que él me tiene confianza para representar su trabajo y hacer parte de la fantasía que nos emociona a ambos. Y me encanta que el equipo entienda la versatilidad que tengo. En mi primer desfile salí con un traje y en el último fui con un vestido de quinceañera divino.

Balenciaga Indi Wang
Foto cortesía Balenciaga

No fue nada menor, desfiló después de Naomi Campbell y antes del vestido de novia que suele cerrar estas pasarelas…

Fue un momento muy especial. En este caso era diferente porque el proceso es más largo, ya que como es alta costura deben hacer la prenda a tu medida. Incluso el vestido tenía mi nombre cosido. Demna me contó que cuando lo diseñó pensó inmediatamente en mí. 

Yo no sabía muy bien quiénes iban a desfilar, había escuchado algunos rumores pero nada confirmado. Pero cuando vi la lista y me dí cuenta de que desfilaba después de Naomi, no lo podía creer. Así que seguí, literalmente, sus pasos. Además, sentí que, aunque estaban todas estas estrellas, yo soy la estrella de Demna. Fue muy lindo.

Debo confesar que la primera vez que le vi fue en una campaña de Balenciaga en Tik Tok en la que sonaba Guatauba, la canción del dúo de reggaetón puertoriqueño Plan B. ¿Cómo se concertó ese video?

Es una historia muy chistosa. Un día el novio de Demna -el músico conocido como BFRND- me invitó a su casa. Él es quien hace la música para todos los proyectos de Balenciaga. Estábamos fumando un porro, charlando y escuchando música. Él sabe que a mí me gusta mucho el reguetón entonces puso algunas canciones. Y ahí sonó Guatauba y BFRND me dijo que era increíble y quería usarla en la próxima campaña.

A mí me encantó la idea porque amo el reguetón y es como mi marca: una vikinga latina -como se hace llamar en Instagram-, y nada más latino que el reguetón. Fue muy emocionante ver el video finalizado, porque, además, esa fue mi primera campaña con ellos, y se distanciaba un montón de todos los videos que hacen porque suelen ser con música clásica. La vikinga latina sacó los cuernos (risas).

Además de ser modelo, artista y curadora, tiene una marca de joyas, Cuatro Siete Cero. Cuéntenos sobre esta otra faceta.

Yo hago muchas cosas porque sino me aburro. Entonces sí, soy artista, curador, modelo y hasta joyero. Soy creador, eso es lo que soy. Y Cuatro Siete Cero es la marca de joyería que hice cuando estaba en Colombia. Resulta que me fui dos meses a Bogotá en marzo de 2020 y ese tiempo se convirtió en un año y medio por la pandemia. 

Durante esa época mi mamá me presentó algunos amigos joyeros que me enseñaron a producir mis propias joyas. Y ahora hay una tienda en París que las vende. Aunque, la verdad, no he estado muy enfocado en eso.

¿Qué tan cercana es a la moda colombiana?

No he tenido la posibilidad de explorar mucho, honestamente. Nunca he ido a la semana de la moda en Medellín. Pero la primera marca para la que modelé fue Papel de Punto. Sin embargo, debo explorar más la moda colombiana.

Inti Wang, ¿qué espera de este camino en la moda?

Espero que esto solo sea el comienzo. Vamos a ver qué pasa. Siempre me gusta tener metas altas y expectativas bajas. Por ahora todo está muy chevere.

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agosto
11 / 2022