Los Comuneros, el revolucionario café de Santander
Óscar Mena
El 16 de marzo de 1781, en El Socorro (Santander), se levantó la primera gran revolución popular, liderada por los comuneros. Este grupo conformado por caficultores, tabacaleros y una gran masa campesina de la región, se dirigió a Santa Fe, capital del virreinato, para protestar por los gravámenes impuestos por la corona española.
240 años después, esta historia se sigue contando en Los Comuneros, un café 100% colombiano que le rinde homenaje a esos mestizos, blancos, negros, cobrizos, zambos e indios, que le mostraron a toda una nación cómo se hacía una revolución, que vislumbró la independencia de Colombia.
El origen de café Los Comuneros
Esta loable marca nació en 1946 cuando Efraín García Lozada le dejó una tostadora al matrimonio Luis H. García y Mercedes Durán, quienes dieron forma a una empresa que salió adelante con el apoyo de toda la región del Santander.
Sin embargo, con el paso del tiempo la fuerza de la juventud disminuyó, hasta que Mercedes Durán quedó sola con un garage en el que se tostaba el café que mantuvo en el corazón de los santandereanos la historia de los comuneros.
El legado vive en los Díaz Castillo
No se sabe si fue el destino o una fuerza celestial, pero el señor Joaquín Díaz y sus hijas Paola, Adriana y Leidy Díaz Castillo, compraron la empresa –que era el nombre y un garaje– y en 2011 empezaron una nueva ‘revolución comunera’.
“Todo empezó porque mi papá quería trillar y tostar los granos de su finca aquí mismo en la región y así mantener La Colmena, -marca y tienda con 33 años de historia-, la cual está liderada por mi mamá Margarita Castillo. En esas se enteró que la señora Durán estaba vendiendo la marca a quién prometiera mantener el nombre y el legado que construyó con su esposo. Fue así como aceptó. Pero eso sí, al principio no fue nada fácil”, comenta Paola.
De 2011 a 2017, las hermanas Diaz Castillo empezaron una verdadera agitación con el café Los Comuneros. Primero, salieron del garaje de la señora Durán de García en el que se mantenía la memoria de lo que fue la empresa hace 70 años.
Luego, se pasaron a una bodega lo suficientemente grande para poner una trilladora y tostadora tipo industrial. “Eso nos tocó a nosotras, mi papá y el señor Edwin que venía con la empresa. Fueron momentos difíciles porque nos tocó instalar las máquinas, llevar los bultos al hombro, hacer las conexiones de electricidad. Pero lo logramos”, recuerda Adriana.
“La mujer santandereana es berracamente trabajadora”
Paola, Adriana y Leidy estaban convencidas que debían mejorar la calidad impuesta por el matrimonio García Durán. Luego, apostarle a los cafés especiales con certificados agroecológicos y por supuesto, con los sellos de Origen Santander y Café de Colombia.
“Por ejemplo, los primeros microlotes de cafés especiales los sacamos con las uñas. Entre las tres hicimos el proceso de beneficio en finca, el análisis del pH, la trillada, hasta la carga de los bultos de café. Prácticamente nos faltó llevar el café a Inglaterra, donde nos lo compraron”, dice Adriana.
Así fue como año tras año el café Los Comuneros volvió a ser el café de los santandereanos con un 70% de cobertura en la región y una buena parte de la Boyacá esmeraldera. “También logramos que nuestra línea nacional tenga una calidad superior al resto de marcas. Tiene unas notas dulces achocolatadas que solo dan los cafés de la región”, comenta Paola Díaz Castillo.
La familia es la base de Los Comuneros
“El mundo del café nos permite compartir con muchas personas de otras regiones de Colombia. Al ser un fruto que se debe recoger a mano, hay tiempo para conocer caficultores de otras regiones, ganar conocimiento y hacer amigos en el camino. Y más aún cuando se puede tener este negocio en familia, porque ellos son la base de todo”, comenta Leidy, quien al igual que sus hermanas volvieron a El Socorro luego de estudiar para continuar con el legado de Los Comuneros y de la familia Díaz Castillo.
El café Los Comuneros está disponible en la página web comprocafedecolombia.com y en la cuenta de Instagram @loscomuneroscafe, donde encontrará sus versiones premium edición honey, con notas de chocolate, uva, caramelo, durazno y manzana; así como su versión origen que exalta los dulces de panela que tiene el café de Santander.
“Nosotras hacemos que llegue su café a casa y lo preferimos así porque podemos garantizarle que se trata de un café recién tostado y fresco en el que podrá disfrutar de todo el proceso que le hacemos fervientemente al café. Y una vez lo pruebe, no va querer cambiarse”, concluye Paola Díaz Castillo.
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