Whisky Talisker: el secreto que guarda el mar escocés
Revista Diners
*Alianza estratégica
En el océano Atlántico, en la costa oeste de Escocia, se encuentra la isla de Skye. La más grande del archipiélago de las Hébridas Interiores, un lugar excepcional que guarda en sus montañas imponentes castillos de la época en la que los clanes de los MacDonald y MacLeod libraron sangrientas batallas.
Conocida también como la “Isla de las Hadas”, Skye ha inspirado a decenas de escritores y pintores con sus paisajes que dejan sin aliento, desde costas escarpadas y tormentas bestiales, hasta cálidos rayos de sol y cielos altísimos, una abundante vida silvestre y los relatos de la mitología celta que rodean la cultura de la pesca.
Sin embargo, es imposible hablar de esta majestuosa isla sin mencionar la histórica destilería Talisker, una fábrica construida en 1830 por los hermanos Hugh y Kenneth MacAskill en la orilla del lago Harport. Allí se produce un single malt tan atractivo, complejo y con un carácter profundo como la propia Skye.
Y es que esa belleza inmaculada de la isla permite crear el whisky Talisker, tan crudo pero tan refinado, con notas saladas y turbias que encantan a los aventureros, aquellos que son más felices cerca de la naturaleza.
Alabado por expertos y conocedores del whisky de malta en el mundo, el Talisker 10 años es madurado en barricas de roble y destaca por su potente humo de turba en la nariz, mezclado con cítricos y frutos secos que añaden dulzura al paladar.
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Ahumado y maltoso, con un largo final cálido y picante, Talisker lleva en su botella el secreto mejor guardado del mar escocés, y captura a la perfección el carácter marítimo de su lugar de origen.
Se dice que su nombre proviene de la antigua expresión nórdico-gaélica Thalas Gair, que significa piedra inclinada, en referencia a la geografía de la isla.
Un sorbo de Talisker es capaz de crear una aventura sensorial mágica que transporta al instante al mar intrépido de Skye. Una experiencia que se enaltece cuando se acompaña de ostras, un sabor a mar que realza las notas suavemente saladas del whisky. Otra opción exquisita es maridarlo con salmón ahumado o chocolate negro, si así lo prefiere.
Este whisky single malt puede ser servido en las rocas, con la cantidad de hielo de su preferencia, o con un vaso con agua como acompañante para limpiar el paladar y disfrutar el sabor del scotch con más calma.
Ciento noventa años después de su creación, y luego de sobrepasar dificultades como el cierre durante la guerra o un incendio que destruyó la bodega en 1960, Talisker continúa llevando hasta su hogar lo mejor del whisky escocés y la esencia de aquel rincón maravilloso de la Tierra.
*DIAGEO lo invita a disfrutar con responsabilidad.
El exceso de alcohol es perjudicial para la salud. Prohíbase el expendio de bebidas embriagantes a menores de edad. Talisker 45.8 % VOL. ALC.