Comience el año gastronómico con acento mediterráneo

Este mes, Privilegios Diners lo invita a conocer el nuevo Semolina y el recién renovado Niko Café.
 
Comience el año gastronómico con acento mediterráneo
Foto: David Rugeles
POR: 
Revista Diners

Semolina

Calle 109 no. 17-63

647 8650

Aunque utiliza productos locales para elaborar ciertas recetas, no se puede decir que Semolina sea una cocina fusión, es más, está lejos de serlo y se presenta como una propuesta italiana clásica, en donde platos tradicionales como el carpaccio de lomo o pizzas como la margarita o la de prosciutto están a la orden del día.

Todo comenzó hace un par de años cuando un grupo de socios –los mismos dueños de Di Lucca y Primi– se encontraron con la oportunidad de llevar una nueva propuesta gastronómica a Cartagena. Querían conservar una apuesta italiana, aunque el nuevo lugar tendría otro espíritu porque abriría sus puertas dentro de un centro comercial.

La apertura se dio en marzo de 2015, en el centro comercial Plaza Bocagrande, de la Ciudad Heroica. “Una de las diferencias en Semolina es el servicio, más fresco, mucho más rápido. Además, nuestra carta de licores y de vinos es clásicam con propuestas de vinos italianos, españoles y argentinos”. La idea pasó por hacerlo todo más sencillo, fácil de entender y en estos tres años hemos encontrado nuestro estilo, así nos vamos separando de lo que los demás ofrecen”, explica Enrique Serna, director del restaurante.

En total, son cinco puntos, de los cuales cuatro están en Bogotá; el más reciente, y uno de los más amplios, abrió sus puertas el pasado 8 de octubre en la calle 109. “Al entrar se ve una mesa de ocho puestos; al continuar hacia el fondo se nota la conexión que tiene la casa con el parque de atrás. La cocina es abierta y la carta es la misma de los demás Semolina”. Se recomienda probar las berenjenas a la parmigiana como entrada, o el pulpo crocante, las opciones más pedidas.

Como fuerte el penne al forno, pasta corta con pollo, salsa blanca, queso, alcachofa, perejil, crumble de prosciutto y champiñones al horno. El medallón de lomo envuelto en panceta con espagueti al burro también es un plato ganador. Como postre: pavlova, un merengue con helado de vainilla, crema montada y salsa de frutos rojos con fresas y arándanos. La carta de coctelería la desarrolló Juan Valderrama. Imperdibles el American mülle y el etéreo, preparado con whisky, drambuie y triple sec, entre otros.

Niko Café

Carrera 13 no. 83-48

610 8090

Veintidós años con las puertas abiertas lo convierten en uno de los clásicos de la capital colombiana. En su propuesta gastronómica, mediterránea tradicional, se encuentran platos con esencia española como el cochinillo al horno con salsa de fríjol y papa encebollada, o un típico risotto italiano o antipastos árabes.

El secreto ha sido conservar su esencia. “Niko Café sigue siendo el mismo, un restaurante con un concepto claro, que acoge a sus clientes. El único cambio ha sido de infraestructura, con unas modificaciones en el mismo espacio, pero que han conservado su estética. La renovación la realizó el arquitecto Alberto Manrique, quien se concentró en transformar algunos detalles, manijas, luminarias o la textura sobre un muro. La idea era expresar una sofisticación atemporal en el interior del restaurante, mientras que para la terraza se apostó por un look más llamativo, informal, manejado a partir de un juego entre vegetación y rayas”, afirma Jorge Caballero, director de mercadeo del restaurante.

La carta no desentona con la propuesta del diseño arquitectónico. Tradición y clasicismo son algunas de las características del menú. Al encargado de la cocina, el chef Carlos Pachón, se le encomendó la tarea de custodiar y perfeccionar la carta, que defiende, entre otras, recetas clásicas francesas elaboradas después de la primera mitad del siglo XX.

El menú ideal para visitar Niko Café y quedarse con lo mejor de su propuesta es probar la ensalada de pecán como entrada (un mix de lechugas, peras, arándanos, queso azul, nuez pecán caramelizada y vinagreta). Enseguida viene bien uno de los clásicos: ossobuco de ternera, preparado al malbec y acompañado con risotto a la milanesa. El remate ideal son los cannoli de dulce de leche, un dulce típico de origen siciliano.

 

         

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enero
3 / 2019