Cinco lugares para comer perro caliente en Bogotá
Revista Diners
El perro caliente es una joya gastronómica heredada de Estados Unidos. Sin embargo, en Latinoamérica hemos sabido darle la vuelta y crear un plato típico a partir de nuestros ingredientes tradicionales. Es el caso de diferentes restaurantes en Bogotá donde la imaginación y la multitud de combinaciones nos han regalado verdaderas joyas de la cocina nacional.
Por eso en Diners hicimos la ruta para que conozca dónde comer perro caliente en Bogotá. Aquí calificamos cada experiencia, que explora con la cocina de autor; los productos locales y el apetito de los comensales. Estos son cinco lugares que le han puesto su sello tradicional al clásico perro caliente.
1. Akasaki Sushi (Calle 81 #8-35)
El primer perro caliente en Bogotá del que queremos hablar es un sushi. Sí, ya sabemos que suena bastante extraño, pero cuando le mencionemos los ingredientes de este plato, de seguro se le hará agua la boca.
El Futu dog trae bastones de langostino tempura, láminas finas de aguacate, tomate cherry, ajonjolí, mayonesa, chili dulce, maki tempurizado y por supuesto su arroz de sushi. Y si hablamos de su forma a que no adivina: viene como un perro caliente tempurizado y calentito para compartir.
Por otro lado, están sus otras dos variantes: Caribbean beach dog con pescado blanco, plátano maduro, maíz, caucha corn, sour cream, crítico y maki tempurizado. Y el Passion salmon dog, un perro caliente con finos trozos de salmón, mango en julianas, plumas de cebolla, salsa de maracuyá y maki tempurizado.
Toda una obra de arte de los perros caliente gourmet en la capital.
2. El Cebollero, ¿el mejor perro caliente en Bogotá? (Calle 58 #3a- 17)
Este es uno de los pocos lugares en la ciudad que centra su propuesta únicamente en la elaboración de perros calientes. Sus salchichas artesanales, hechas por ellos mismos, son un valor agregado inconfundible, que destaca a El Cebollero sobre otras propuestas. Igualmente, han incluido un menú vegetariano con las famosas salchichas de lenteja, que son de las más pedidas por los clientes.
Considerado como uno de los mejores en la categoría de perro caliente en Bogotá, El Cebollero se inspira en el campo colombiano y está presente tanto en sus preparaciones como en la estética del lugar. Por eso, las salchichas han tomado el nombre de municipios cercanos a Bogotá como Anapoima, Zipaquirá, Chía, Nemocón e incluso la reconocida Villa de Leyva.
En ese camino del rescate de lo local, también han creado las ‘chips’ de arracacha, uno de los acompañamientos más populares de este lugar. También se destacan las ensaladas que acompañan cada plato, las salsas caseras, los jugos -que según los visitantes son de los mejores de la ciudad- la variedad de cervezas y su política Dog Friendly.
Vea también: Ruta para probar 5 hamburguesas vegetarianas en Bogotá
3. Similoa Food Fast (Calle 140 #12- 14)
El reto aquí es comerlo todo, así de poderoso es el perro caliente en Similoa Fast Food, una propuesta que pelea el primer puesto como mejor perro caliente en Bogotá. Sus preparaciones parten de recetas originales y eso se deja ver en los ingredientes que usan, muchos provenientes de la Costa, como la butifarra, el bollo limpio y el queso costeño.
Su carta está dividida entre perros gigantes y perros normales. Por un lado los gigantes van desde el Lomiperro hasta el Gigante Salvaje, la joya de la casa, y que se ha vuelto una especie de mito para los nuevos visitantes. También está el Butiperro, creación del lugar; el Choriperro y el Europeo.
Para todas las propuestas de perros gigantes se recomienda ir con mucha hambre o de lo contrario, optar por compartir. Ahora, si su intención es ir a probar un perro normal, también está el Perro Suizo, el Perro Mexicano (que trae chimichurri y picante), el Perro Italiano, el Hawaiano y muchos más.
El ambiente del lugar es otra de las fortalezas y cuenta con una decoración estilo pop art, que ofrece una sensación agradable. También destacada la atención a los comensales, al igual que la selección de tragos y cervezas.
4. Sir Frank (Calle 70a #10a- 42)
De propiedad de Nicolás De Zubiría, este lugar ofrece recetas únicas que mezclan los sabores tradicionales de Colombia con los clásicos de la comida rápida. De la cocina de Sir Frank nace el ‘Pepperoni Pizza Dog’, un ‘Frankenstein’ único en la ciudad que enamora a más de uno cuando lo prueba. El otro perro caliente que destaca es el ‘Black and White Hot Dog’, que viene con crispy, cebolla caramelizada, mayonesa de gruyere y trufa negra.
El ambiente, que mezcla estéticas clásicas con elementos de vanguardia, es un punto fuerte y se hace más agradable gracias a la playlist hecha por el mismo Nicolás y que mezcla distintos géneros como el rock, el son cubano y la salsa, con clásicos de todos los tiempos.
En el menú de Sr. Frank se destacan el chicharrón fries, las malteadas, las papas con cheddar y tocineta, además de la hamburguesa de patacón (receta de la casa) y las mazorcadas. Un perro caliente en Bogotá que nos hace repetir todos los fines de semana.
5. Apache (Calle 11# 93- 77)
Cuando se trata de perro caliente en Bogotá y buena vista, tenemos que hablar del rooftop Apache. Aunque de los lugares reseñados es el que menos fama tiene por su comida, ya que los cocteles y la fiesta son sus puntos más fuertes. También cuenta con una carta variada y precisamente uno de sus platos estrella, que está en el top tres de los más vendidos, es el perro caliente de pulpo.
El ‘Pacific Sub’, como han decidido bautizarlo, es una idea muy sencilla que se le ocurrió al chef del lugar pensando en hacer un producto diferenciador y de muy buena calidad, y como la textura resultante del pulpo es muy parecida a la de una salchicha bien hecha, se hizo este experimento, que al principio era como el plato “raro2 de la carta, pero que con el tiempo se ha convertido en un clásico del lugar.
Se prepara junto con un pan brioche muy suave para que la textura del pulpo no pierda el protagonismo, y se le adiciona una mezcla de salsa de tomate casera y algo de alioli. El toque final se lo da el crocante de cebolla puerro; es, sin lugar a dudas, un plato imperdible para los amantes del perro caliente.