Chocolate en Bogotá, una ruta para saborear la tradición

María Camila Paredes
El chocolate en Bogotá huele a tradición, se ve ancestral y sabe a amor. Desde hace más de 4.000 años los árboles de cacao existen, pero fueron los Incas en el Perú y los Aztecas en México los que trataron la planta para convertirla en ‘xocolatl’ (en idioma náhuatl), que significa ‘agua amarga’.
También llamada ‘bebida de dioses’, el chocolate empezó a consumirse en celebraciones rituales y posteriormente se le dieron usos medicinales. Cobró fama mundial con la conquista española, que motivó que la planta fuera llevada al viejo continente.
Hoy, más de seis siglos después, son pocas las personas en el mundo que no han disfrutado de la perfecta combinación entre dulce y amargo que provee la bebida ancestral y sus variantes en barras.
Se estima que al 98% de la población mundial le gusta el chocolate. Por supuesto, los colombianos no se quedan atrás, pues la bebida va acompañada de una tradición familiar que data de muchas generaciones.
Si bien el chocolate es conocido en diferentes regiones del país, es una bebida esencial para los bogotanos, tanto así que se le conoce como ‘santafereño’ y, usualmente, va acompañado de panecillos y quesos y ha sido así desde hace más de dos siglos.
¿Cómo es tomarse un chocolate en Bogotá?
El plan de tomarse una buena taza de chocolate ha sido asociado al de ‘tomar las onces’, término tan bogotano, como el cerro de Monserrate. Cuya historia se dice proviene de unos monjes franciscanos que se inventaron el término para poder decir públicamente que querían tomar una copa de aguardiente y no escandalizar a los creyentes (la palabra tiene once letras y de allí el nombre).
La costumbre se fue arraigando en la cultura bogotana y ya no eran solo los monjes, sino todos los hombres los que la usaban. Posteriormente las mujeres de la casa, cansadas de la mala asociación de la palabra, la empezaron a usar pero para el momento del día donde se tomaba el chocolate, generalmente en la tarde.
Diners hizo la ruta del chocolate en Bogotá y le sugiere estos lugares en donde podrá disfrutar de unas típicas onces o tomarse esta bebida caliente para aliviar el frío que viene con la temporada de lluvias que se avecinan en la capital.
La Puerta Falsa
Cl. 11 #6- 50, Bogotá
Es el lugar más emblemático para tomar chocolate en Bogotá. Este salón de onces en el que se respira tradición está localizado en el barrio La Candelaria, al lado de la Plaza de Bolívar, y desde allí ha visto crecer la ciudad a través de la vitrina en la que exhiben los confites hace ya dos siglos.
Fundado en 1816, es el restaurante más antiguo de Bogotá, y aunque la carta está construída con platillos típicos como el tamal o el ajiaco, es el chocolate su mayor atractivo. La bebida caliente, preparada como antes, en agua, viene acompañada con queso, almojábana y pan con mantequilla que complementan su sabor semiamargo.
El respeto a la tradición es tal, que el restaurante no solo se mantiene fiel a su propuesta gastronómica que lleva más de diez generaciones en la misma familia. También la aplica en arquitectura ambiente que tiene un aire de época colonial.
Pastelería La Florida
Cra. 7 # 21-56, Bogotá
Ubicado en plena Carrera Séptima, es uno de los lugares de onces más recordados de la ciudad, pues por su ubicación era sitio obligado para que los cachacos de la época pasarán a tomar onces. Fundado en 1936 por el español José Granés, el lugar tiene una conexión en torno al chocolate.
Garnés lo preparó en un primer momento como lo toman en su país, amargo y espeso, pero posteriormente Eduardo Martínez, un muchacho que trabajaba como limpiador de latas, le dió la receta al dueño para la exitosa bebida de chocolate en Bogotá.
Después de esto, el restaurante cobró fuerza. Jorge Eliécer Gaitán y León de Greiff son algunas de las figuras públicas que lo solían frecuentar, todo gracias a su chocolate.
En agradecimiento por la receta, la familia Granés decidió dejar el lugar en manos de Martínez y su hija Elsa hoy lleva las riendas del lugar.
La historia de Bogotá se ha formado alrededor del emblemático lugar que tiene más de 80 años sirviendo tazas de chocolate (este sí preparado en leche) con los confites tradicionales: queso, almojábana y pan con mantequilla.
Lachoco Latera, chocolatería
Cra. 4a # 26c- 13, Bogotá
Es tal vez el lugar más íntimo de todos. En medio del barrio La Macarena, este pequeño sitio de aire bohemio, provee una de las mejores propuestas de chocolate en Bogotá. Aquí la combinación entre la tradición y la innovación se reflejan en su menú.
El plato tradicional de chocolate (que viene con queso mozzarella y pan recién horneado) es preparado bajo pedido, por lo que se disfrutará de un chocolate fresco.
El toque especial lo dan los sabores complementarios que se pueden poner en la bebida y que van desde clavos y canela o jengibre, hasta menta natural o pimienta negra.
La explosión de sabores le permitirá disfrutar de la tradición del chocolate con un toque diferente, en medio de un ambiente juvenil que invita a las nuevas generaciones a continuar con esta costumbre.
Actualmente está funcionando a través de domicilios. Aún no hay reapertura del lugar, pero todos los pedidos e información se puede hacer en el teléfono 301 2985389
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Distrito Chocolate
Cra. 2a # 17-60, Bogotá
En una de las calles más representativas del barrio La Candelaria, al lado de Las Aguas se encuentra la modesta tienda Distrito Chocolate. La de los cacaocultores de Colombia que busca transmitir la vocación por el chocolate.
Entre sus platillos se encuentran desde sándwiches de chocolate hasta la típica bebida, que puede ser tradicional en leche, negro hecho en agua o el llamado chucula.
Esto significa que es a base de siete granos de cacao, como antiguamente se le preparaba.
Este lugar prepara todos sus platos con chocolate cien por ciento colombiano, por el que se ha ganado premios internacionales como el Cacao de Oro o el Cocoa Awards.
Fue fundado por antiguos cultivadores cocaleros que decidieron voluntariamente erradicar los cultivos ilegales y reemplazarlos por plantaciones de cacao.