Dos restaurantes en Bogotá entre la fusión y la tradición
Revista Diners
OSK COCINA NIKKEI
DIRECCIÓN: CARRERA 13 # 85-25
TELÉFONO 631 8175
La cadena de restaurantes del grupo Osaka de Perú, especializado en cocina nikkei –fusión entre la cocina japonesa y la peruana– abrió sus puertas en Bogotá en junio pasado. Bajo el nombre OSK, la carta es prácticamente igual a la de los ocho restaurantes que hay en Latinomérica. Para garantizar el mismo sabor, los jefes de cocina son Paul Hernández y Shiñey Tawada, que vienen del restaurante limeño. “Sin embargo, el de Bogotá tiene algo que ninguno de los otros posee: la parrilla japonesa”, explica Juan David Carrillo, socio fundador. Para él, lo ideal es recorrer la carta y pedir entre 6 y 7 platos. Sugiere el Osk Tataki (atún o salmón sellado, salsa cítrica oriental, togarashi y negi), y el Ebi Osaka (langostinos a la parrilla en crema de puerro y curri rojo). De bebida recomienda el pisco Aka Sour; y para finalizar, Dessert Platter, que trae cinco postres diferentes. Su aspecto amaderado acompañado de luces tenues, jazz y algo de rock, lo vuelve ideal para charlar tranquilamente en cualquiera de sus espacios. La terraza es uno de los lugares más apetecidos, por su amplia iluminación y paredes cubiertas por jardines verticales.
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CASTANYOLES
DIRECCIÓN: CARRERA 7 # 69A-22
TELÉFONO 325 7900
Castanyoles, el restaurante del hotel Four Seasons Casa Medina, se reinventó de la mano del chef colombiano Diego Jacobo, quien desde finales de marzo está al frente del restaurante.
La carta cambió, porque “había muchas opciones donde se encontraban platos españoles con ingredientes colombianos y aquí no estamos acostumbrados a este tipo de fusiones”, explica Jacobo, quien trabajó en Santceloni, el restaurante de dos estrellas Michelin en Madrid, que dirige el chef Santiago Santamaría. La apuesta es ahora clara y sin pretensiones: “ofrecer los platos españoles que viajan a nivel mundial como la paella, el jamón y la morcilla”, añade.
La atmósfera del restaurante suena a flamenco y los baldosines del suelo, por sus formas geométricas, le dan un aspecto típico de los patios de Andalucía.
Aunque la paella es el plato español por excelencia, Jacobo cree que “tapear siempre va a mandar la parada, así que para eso recomiendo la tortilla hecha con los auténticos ingredientes españoles, acompañada con sangría. De postre va bien un arroz de leche de Asturias o el lingote de chocolate, con gel de sangría y tierra de oliva”.
