Guía para recorrer la plaza de mercado: ¿Cómo comprar en Paloquemao?

La cocinera y periodista gastronómica Margarita Bernal acompañó a la empresaria de arte Gloria Saldarriaga a recorrer la plaza de mercado de Paloquemao.
 
Guía para recorrer la plaza de mercado: ¿Cómo comprar en Paloquemao?
Foto: Mónica Barreneche
POR: 
Margarita Bernal

Cuenta la historia que el barrio Paloquemao recibió este nombre debido a un árbol seco y quemado en los alrededores de la avenida 19 en la ciudad de Bogotá. Con este nombre también fue bautizada su plaza de mercado, la cual fue diseñada en 1972 por los arquitectos Dicken Castro y Jacques Mosseri.

Hoy es muy concurrida y visitada, especialmente por dueños de restaurantes, cocineros y por aquellos amantes de la buena mesa, que no solo quieren los mejores ingredientes, sino que también buscan un ahorro en su bolsillo.

Plaza de mercado
Margarita Bernal y Gloria Saldarriaga.


Si bien las grandes cadenas de supermercados son las preferidas por muchos a la hora de mercar, hay otros que se encuentran animados e intrigados por ir a Paloquemao, pero entiendo que no saben muy bien qué, cómo, dónde y cuál es la mejor forma para hacerlo.

Desde hace un tiempo visito esta plaza de mercado, no solo para comprar los alimentos de mi casa, sino también para llevar a extranjeros y amigos a que conozcan una Colombia dulce, diversa, generosa, de gente humilde, trabajadora, sonriente y a que se deleiten con la variada y rica despensa que hay en nuestro país.

Uno de mis últimos recorridos fue con la empresaria de arte Gloria Saldarriaga, que, además, adora comer. Les comparto mi ruta de los lugares imperdibles, algunos consejos y recomendaciones, para que visiten una y otra vez Paloquemao. ¡Buen provecho!

La ruta del sabor

Tengo a Paloquemao distribuido por el lugar donde compro las frutas, verduras, flores, carnes y pescados, y dependiendo de lo que quiera primero entro por puertas diferentes.

Comprar verduras, flores, carnes y pescados

Si bien durante todo el recorrido se encuentran puestos mezclados tanto de frutas como de verduras, entrando por la principal, sobre la avenida 19, donde se encuentra el altar de la Virgen del Carmen, hay una amplia variedad y oferta de verduras.

Ese día llegamos a las siete de la mañana y lo primero que hicimos fue buscar, en la entrada, a Delibono Barra Café, el sitio perfecto para desayunar. La oferta de pandebonos, pandequesos, buñuelos y almojábanas, todos recién horneados y acompañados de avena, café, chocolate, Milo o jugos recién exprimidos de naranja o mandarina, son parada obligada para arrancar la jornada. Justo enfrente se puede aprovechar para comprar canastos, nueces y especias.

Dentro de Paloquemao

Una vez adentro de la plaza de mercado hay que cruzar a la derecha, donde se encontrará con un puesto inmenso que va desde el número 81251 hasta el 81255 (todos están numerados en la parte superior) cuya dueña es una amable mujer llamada Sofía. Ella generalmente está en la caja.

Su hermana, junto con un grupo muchachos, se encarga de asesorar, guiar y empacar el mercado de sus clientes. En este sitio se encuentran productos orgánicos, variedad de tomates, pimentones, camote y el kale.

Como dato curioso, ellos se hacen cargo de surtir a muchos restaurantes de la capital como Mini-mal, Salvo Patria, Leo Cocina y Cava y a la escuela de cocina Gato Dumas. Esto es una señal de la gran calidad de sus productos.

La ruta continúa

En el corredor de enfrente, tan solo pregunte, se encuentra el paraíso del ají comandado por doña Eugenia (local 81374). Tiene la más rica y amplia variedad de chiles colombianos, mexicanos y peruanos, tanto frescos como secos.

Asimismo cuenta con otra cantidad de ingredientes importados y nacionales, como salsas picantes y condimentos. Acá también se consigue el tomatillo verde y el maíz morado para la chicha. En este local es donde compro el achiote en polvo o en pasta.

Paloquemao


Siguiendo al fondo por ese mismo pasillo, a mano izquierda, comienza a encontrar una cantidad de misteriosos puestos, tan oscuros y abarrotados que resulta difícil hallar al vendedor.

Son los locales de las hierbas, que las hay de todo tipo. Anímese a preguntar sus diferentes usos, tanto medicinales como energéticos, y si se pierde llegando, tan solo déjese llevar porque el aroma de la manzanilla, la menta, la hierbabuena y el cidrón lo guiarán.

A Gloria y a mí nos vendieron una mezcla que contenía albahaca, abrecaminos, quereme, artemisa, suerte rápida y citronela para hacernos baños durante tres días para la buena suerte. Amanecerá y veremos qué tan efectiva es.

Más de la plaza de mercado

En este mismo galpón se halla el pabellón de pescados y mariscos, los hay frescos y congelados. Algunos que ya no forman parte habitual de nuestras mesas, como la cucha, la doncella, el bocachico y el capaz, y otros como el pargo, la tilapia, la mojarra.

Además de camarones, langostinos, langosta, mejillones y muchos más. Los venden por peso y están muy bien cuidados, pues mantienen la cadena de frío para garantizar su calidad.

A las 8.30 a. m el hambre hizo nuevamente de las suyas, así que seguimos caminando por el corredor donde inician los pescados. Hacia la izquierda, al fondo, se llega al restaurante El Manjar (local 81879).

En este sitio el caldo de costilla es maravilloso y las arepas de maíz pelao de don Isidro Gómez, rellenas de queso, calienticas y frescas, son insuperables. Momento propicio para un descanso y retomar energías.

Arepas


En el centro de la plaza de mercado encontrará también toda clase de granos, harinas, aceites, abarrotes y alimentos empacados, así como envases desechables y elementos de aseo.

Dónde comprar frutas, papas y otras delicias

Si entra por la avenida del Ferrocarril se topará con el paraíso de las frutas. En el local 81861 hay un señor bajito, siempre con un gorro y dispuesto a atender a sus clientes.

Se trata de don José Reyes, que tiene una amplia cantidad de cítricos para ofrecer. Caminando por este pasillo se sorprenderá con las guanábanas dulces, jugosas e inmensas.

Los tomates de árbol, las piñas, las uvas y los bananos colgados como guirnaldas, que adornan cada puesto, papayas de todos los tamaños, frutas exóticas y comunes, melones, patillas, moras, lulos, curubas, zapotes, anones, fresas, mangos. En fin, ya se imaginará el cuadro tan magnífico de aromas, colores y sabores.

Si no se distrae mucho probando, descubriendo y saboreando, le sugiero que llegue al final, cruce a la izquierda y se detenga en el puesto 81848, donde encontrará las mejores chirimoyas traídas de Apulo.

Los duraznos boyacenses rey negro de cáscara verde, carne blanca y corazón rojo, que son muy dulces, no los he visto sino ahí. También hay chontaduros cocinados y listos para pelar, arándanos y mangostinos.

Doña Eloiza, la dueña del local, es bastante quisquillosa y cuida muchos sus productos; ella prefiere escogerlos y dar la mejor opción. Simplemente guíela y explíquele qué es lo que está buscando. Y si la conversación se torna amena, ella le compartirá hasta sus recetas y secretos culinarios. Aquí aprovechamos para comernos unos anones que generosamente nos regaló.

Más antojos

Si los antojos de comer más lo siguen invadiendo, devuélvase por el mismo corredor de las frutas y salga al parqueadero. A mano derecha hallará el puesto de doña Eulogia: Delicias del Tolima (local 88430). Allí encuentra achiras, tamales, envueltos de arroz, arepas de arroz –más conocidas como oreja de perro– y muchas sabrosuras de esa región del país.

A las 9.30 a. m. continuamos caminando por el parqueadero, bordeando los galpones de la plaza de mercado, pasamos por los puestos de papas, la entrada a las carnicerías y los piqueteaderos, hasta que llegamos a la mejor lechona del país: la Lechonería Doña Rosalba (local 80136).

Aunque a estas alturas Gloria y yo no queríamos comer más, la tentación de un plato de lechona con el cuero crujiente y con una Colombiana fue insuperable. Y para bajar la grasa e hidratarse, nada mejor que un jugo de zanahoria o de alguna fruta fresca y recién preparado justo en el local de al lado (80095).


Con la barriga llena y el corazón contento salimos de la plaza de mercado a las diez de la mañana, cargadas de deliciosos ingredientes para cocinar en casa y compartir con nuestros amigos y familia esta deliciosa e inolvidable experiencia.

Paloquemao


¿Y usted ya se animó a conocer Paloquemao? Sugiero que la recorra, como cuando uno se enfrenta a una nueva ciudad, dejándose perder por sus corredores y pasillos. Conociendo y escudriñando cada rincón de este mágico lugar.

Seguramente encontrará más de lo que busca y si se vuelve un visitante frecuente, tendrá su propia ruta y recomendaciones para compartir con los suyos. Es un destino lleno de sorpresas.

Visite la página web de Paloquemao y haga sus comprar de forma virtual

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septiembre
9 / 2021