Diners recomienda: restaurante Salvo Patria

SALVO PATRIA
Mesa Libre
Dirección: Calle 54A No. 4-13
Teléfono: 702 6367
www.salvopatria.com
Bogotá D.C.

La nueva sede, con nuevo chef y concepto, es hoy una vieja casona, esquinera, más amplia, en la calle 54 A con carrera Cuarta, diagonal al bastante recordado La Poularde. Conserva el carácter incluyente y alternativo del original, logrando un espacio bastante más amable y seductor.

Juan Manuel Ortiz, de la mano del cocinero Alejandro Gutiérrez, quien después de acompañar algunos proyectos en Bogotá y Nueva York, fue uno de los colaboradores cercanos de Virgilio Martínez en la apertura del restaurante Central, en Lima, ha logrado transmitir su concepto de “cocina fresca”, pero a su vez auténtica y variada.

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Salvo Patria se precia de ser “un café restaurante con una identidad de barrio, en donde el ingrediente es protagonista y a través de él manifestamos la forma en que vemos la comida y la gastronomía: cafés de origen, pesca responsable (de anzuelo), vegetales de huertas agroecológicas, pollos de corral, quesos artesanales, carnes maduradas en casa. Reinterpretamos el producto local a través de una carta base y todos los días construimos especiales ligados a lo que nos ofrece el mercado y nuestra huerta. Una patria libre e incluyente, llena de memorias, divertida y apasionada, a la que todos sienten que pertenecen y a donde siempre quieren llegar”.

Pasando a la propuesta gastronómica, siempre arrancan con un “menú del día”, publicado en su página web, que regularmente propone una opción vegetariana al igual que la carta, ordenada en cinco capítulos: antipastos, entradas, fuertes, ensaladas y sándwiches.

No duden en comenzar con alguna de las opciones de antipasto, por ejemplo el extraordinariamente logrado morrillo curado, combinado con unos trozos de un queso paipa bien seleccionado y acompañado de una estupenda miel. Los vegetales asados son otra maravillosa opción. De las entradas, mis favoritas, que recomiendo con gusto, son la sopa de tomates asados con queso de cabra y pan tostado, agradable y fresca; las croquetas de queso feta con miel de abejas y romero, diferentes y llenas de contrastes y la personal preparación de trucha ahumada, con yuca, alcaparras de sauco y suero costeño.

De los fuertes, los curries de la casa, de vegetales y con adición de pollo, son imperdibles, con su toque picante, sin timidez y llenos de expresivos sabores; sin duda, el “as” de la carta es el cuello de cordero al horno de leña, contundente y magnífico, la carne se deslíe por su terneza; la bondiola de cerdo, braseada con panela y servida con puré de papa criolla constituye otra espléndida opción; de los sándwiches, el de panza de cerdo con alioli, cebolla roja y cilantro, es crujiente y sápido; el de vegetales asados con burrata y pesto, buena opción para los que busquen algo más ligero, pero igualmente interesante y sabroso.

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Las ensaladas no las probé, pero sí están en línea con el resto de la oferta, deben ser muy buenas.

La sección de postres, corta y concreta, ofrece, entre otros, el ”Affogato” y la “Obsesión de Chocolate”.
Al café se le da un especial espacio, haciéndolo bandera del sitio al ofrecerlo en diversas presentaciones y preparaciones, espresso o filtrados como la Chemex, Hario Dripper V60, Aeropress y Sifón, siempre con el compromiso de servir solo los mejores cafés colombianos.

LO BUENO El servicio descomplicado, amigable y atento. Una interesante propuesta en un lugar amable y seductor.
LO MALO La tacita en la que sirven la miel, que la hace casi imposible de aprovechar.