La ruta de los sabores de la tradición europea en Bogotá

Tradición francesa en Flambée

Flambée – Carrera 11 #93-40, Bogotá.

Referirse a la gastronomía francesa es hablar de un arte perfeccionado a lo largo de los siglos y reconocido en 2010 como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco. El concepto de restaurante, los fondos, el desarrollo de la pastelería, las conservas y la profesionalización del oficio de chef son solo algunos de los aportes galos a la cultura culinaria del mundo.

Una oportunidad para disfrutar de ese savoir faire (saber hacer) la encuentra en Flambée, un rincón del arte culinario francés en Bogotá, liderado por el chef Denis Schwebel, quien trabajó en restaurantes con estrellas Michelin como Laserre, en París, y El Cheval Blanc, en Lembach.

Como inicio de este viaje de sabores, Flambée le tiene preparados unos camarones en salsa coctel de la casa y whisky con pomelo y aguacate. De fuerte: el estofado de res bourguignon, en vino tinto, tocino y zanahoria, acompañado de puré de papa. Para culminar la experiencia, una mille-feuille (milhoja) con helado de vainilla. Acompañe con una copa de vino Marrenon Les Grains merlot o chardonnay. ¡Bon appetit!

Colombia y Francia en la mesa

Sauvage – Carrera 10A # 67-88, Bogotá.

Inspiradas en los productos nativos colombianos y respaldadas en el dominio de las técnicas de la cocina francesa, las creaciones del chef Víctor Lanz son una muestra de lo mejor de ambos mundos.

Con la familiaridad de los bistrós parisinos, Sauvage mezcla lo rústico con lo natural y reinterpreta los clásicos franceses para conquistar a los comensales por medio de una experiencia culinaria que incluye ingredientes de la mejor calidad y procesos meticulosos.

Durante su visita, inicie su experiencia colombo-francesa con unos huevos mollet con setas, crocante de crêpe de harina integral y encurtidos. De plato fuerte, disfrute una milanesa de pollo criollo apanada en costra de cereales, rellena con queso paipa y salsa de espinaca, y limón amarillo con papas écrasé. Y de postre, un pain perdu de brioche, durazno asado y granizado de limón mandarino. Acompañe con una soda casera de jengibre, gulupa o flor de Jamaica, agua o gaseosa.

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Delicias italianas

Italia Artesana – Calle 119B #6A-18, Bogotá

¿Sabía que la cocina italiana le debe gran parte de su desarrollo al conquistador español Hernán Cortés? En 1521, Cortés llevó a Europa uno de los tesoros más preciados que encontró durante sus viajes por el Nuevo Mundo: las manzanas de oro. Al menos esa fue la denominación que les dieron a los tomates en Italia a mediados del siglo XVI; de allí la palabra pomodoro (pomo d’oro).

En Bogotá, usted puede experimentar la maestría gastronómica italiana con este y otros ingredientes en Italia Artesana. Como si estuviera en una calle de Roma o en una esquina de Nápoles, esta trattoria le ofrece un ambiente acogedor, un servicio cálido y los mejores sabores de la cocina de este país europeo en Bogotá.

Como entrada podrá elegir entre un carpaccio de res, una sopa rústica de tomate y queso parmesano o una bruschetta con pan focaccia, salsa de aceitunas moradas y queso bocconcini. De plato fuerte puede optar entre una pasta carbonara, una milanesa de pollo gratinada en salsa pomodoro o una pizza regina margherita, con prosciutto, rúgula, queso bocconcini y tomate fresco. Para cerrar, tres clásicos de la cocina italiana pondrán el toque dulce a su mesa: una panna cotta, un tiramisú o un tradicional gelato siciliano de limón. Acompañe con un sparkling de frutos rojos o amarillos, o una copa de vino de la casa.

Brunch a la italiana

PIMENTO – Av. El Dorado #69B-53, Bogotá.

El restaurante Pimento, ubicado en el Hotel Marriott Bogotá, ha reunido algunos de los mejores platos de la auténtica comida italiana en un brunch para que usted disfrute de los sabores del Mediterráneo en un ambiente cálido y familiar.

Comience este viaje culinario en la estación de frutas, cereales y yogur. Luego deguste los antipasti, así como los tipos de quesos y de fiambres. Continúe con platos calientes como las tradicionales pastas servidas a la mesa, o la grigliata, la tradicional parrilla italiana. Acompañe cada plato con panadería y bebidas ilimitadas. Por supuesto, también podrá probar diferentes postres italianos y deleitarse con lo mejor de la dolce vita.