Libertario, la marca de café colombiano que llega a México
Revista Diners
Lejos de ser el primer café que abre una tienda de especialidad en el exterior, Libertario se posiciona como un espacio de experiencias que presta atención a los detalles en sus sedes en la calle 70, calle 85 y calle 122 en Bogotá y su sede en Cartagena. De esta manera, los lattes, tintos, capuchinos y filtrados se convirtieron no sólo en una bebida excelsa, sino en una muestra de que se le puede apostar a un negocio que se puede replicar a nivel nacional e internacional.
“Nosotros empezamos con el proyecto de La Palma y El Tucán en 2012 para demostrar que sí se puede producir y vender café bajo un modelo transparente, rentable e incluyente. Así empezamos en una finca en Zipacón con dos productos: los Neighbors & Crops y los Estate & Varietals, cafés que se vendían en verde al exterior. Luego, en 2015, decidimos abrir Libertario para que los amantes del café disfruten de esta calidad de talla mundial”, comenta Miguel Ladino, co-fundador de este café de especialidad.
Con estos ideales en mente, Ladino y su equipo empezó a desarrollar cafés de especialidad con catadores profesionales prestando especial atención al sabor, al punto de obsesionarse con nuevas preparaciones y diferentes técnicas de filtrado y percolado, ofreciendo a los amantes del café una despensa llena de granos tostados con nombres llamativos como: Punk, Impacto, Rock y Paz, entre otros cafés de temporada, además de métodos de preparación que van de la clásica prensa francesa a la elegante chemex.
“Con el crecimiento del negocio empezamos a establecer alianzas director con caficultores comprometidos con la calidad y la sostenibilidad, así como lo hicimos en Zipacón. Para eso, empezamos a visitar fincas, conocer el personal, ver los procesos y adentrarnos en cataciones rigurosas para asegurar que nuestros baristas puedan potenciar y mejorar esas notas y expresiones que encontramos en cada variedad”, explica Ladino.
Espacios para tardear y trabajar
Sus tres sedes en Bogotá están estratégicamente ubicadas para que los comensales pasen la mañana o la tarde con su computador mientras que están en una reunión virtual o simplemente haciendo los quehaceres de su oficio. Cuenta con espacios al aire libre con naturaleza, espacios cerrados para tener silencio y sillas en las barras para tener cerca la despensa de pastelería, panadería y por supuesto cafés especiales.
Además de filtrados, en su menú encontrará platos llamativos como waffles con queso paipa y miel orgánica; tostadas de aguacate; sándwich de pollo; croissant de almendras; bowls saludables para el almuerzo entre otros platos diseñados para comer a cualquier hora del día.
Y si va con amigos y tiene tiempo, pida la cata de cafés especiales para que descubra aquellos cafés que son capaces de tener una fragancia cítrica a flor de naranja, sabor de uchuva, azúcar morena, cuerpo cremoso y una ligera acidez de ciruela amarilla. Todo una experiencia para el paladar.
El reto de apostarle a una tienda de especialidad en Colombia
No es coincidencia que una marca como Libertario tenga tres sedes en las zonas gastronómicas más importantes de Bogotá, sin embargo, el camino para llegar hasta acá no es fácil ya que se trata de encontrar un equilibrio entre la mejor calidad y la rentabilidad de un negocio que año a año varía según el cambio climático.
“De hecho, son muchos factores de los que dependemos, porque el aumento de temperaturas puede afectar la calidad del grano y reducir la productividad de los cultivos. También existe una tensión del caficultor entre producir más café de menor calidad o mantener y mejorar lo que tiene, que en pocas palabras es mucho más complejo por lo que se necesita”, comenta Miguel Ladino.
Paradójicamente, las nuevas generaciones aprecian más el café de calidad, pero los jóvenes en el campo lo ven como un negocio poco rentable, por lo que en otras palabras, no hay quien continúe en este trabajo árduo y vital para el desarrollo de la caficultura de Colombia.
“Por esto mismo, sabemos que el campo afronta sus desafíos por lo que buscamos cambiar el modelo tradicional de la agricultura, para pasar de monocultivos de café a bosques biodiversos que puedan darle a las familias alimentos orgánicos y puedan potencializar sus negocios día a día”, comenta Ladino.
La expansión de Libertario
Miguel y su equipo encontraron en el café en verde un mundo de alianzas a nivel internacional, por lo que decidieron incursionar en llevar su concepto de tienda de especialidad a México, un mercado aún por descubrir en la categoría de cafés especiales. “México es un mercado potencial. Tenemos una afinidad cultural y ubicación geográfica estratégica para llevar nuestro café y nuestras ideas de tiendas”, comenta Ladino.
Con este proyecto, Libertario también explora la posibilidad de replicar su modelo en Costa Rica, Brasil, Perú y Chile, donde ya tienen planes de abrir tiendas con el mismo modelo de sostenibilidad que en Colombia.
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