Oka, un restaurante de lujo al occidente de Bogotá

Óscar Mena
Oka Grill House es un moderno restaurante en el cuarto piso del hotel Hilton Bogotá Corferias, que rinde homenaje a los sabores tradicionales de Colombia. Sus platos pasan por los sabores del Caribe, la Sierra Nevada, los paisajes cafeteros, seguidos por las frutas del Pacífico y la diversidad de pescados, plántulas y frutos que provienen del Amazonas, para ofrecer al comensal todo un viaje de aventura y sabor.
“Los comensales que vienen de Turquía, Países Bajos, Estados Unidos quedan impresionados con la cantidad de frutas del país, como, la pitaya, la curuba, el mango y la granadilla, entre todas esas opciones que le parece normal al colombiano pero que en otro lado se convierten en sabores que hay que explorar, como la piña, que tiene un sabor y dulzura único en el mundo y el chontaduro que ofrece versatilidad en la cocina”, comenta Javier Cárcamo, chef de Oka Grill House.
Justamente esta última fruta, que se le conoce por pasear por las principales ciudades del país en un carrito de madera donde lo ofrecen con sal y miel, funciona como piedra angular en la cocina de Oka, donde Cárcamo, junto su equipo de cocineros la convierte en salsa, purés, aceites y acompañamientos para las carnes y pescados que ofrecen en su menú.
“Esto es posible porque jugamos con la versatilidad de los productos locales y la experiencia de las cocinas tradicionales del Pacífico, Caribe y Amazonas. Es como tener una reunión de expertos cocineros que te dan una multiplicidad de opciones para ofrecer en tu cocina. Por eso creo que Colombia puede convertirse en un referente de la cocina mundial”, comenta el chef.
Platos de inspiración colombiana
A través de su menú, Oka se presenta a los comensales como un lugar que le rinde homenaje a los sabores locales con técnicas de cocina internacional que elevan su presentación y lo convierte en una alternativa interesante entre las incontables ofertas gastronómicas que existen en Bogotá.
“Todos los platos describen una historia de cómo los ingredientes más lejanos entre sí se reúnen en un solo plato. Es el caso del encocado de Mariscos, que representa a la cocina costeña y que se acompaña a la perfección con el crocante de chontaduro, que tiene todo un proceso para convertirlo en hoja por lo que se siente el dulce del coco y al final el característico sabor del chontaduro”, cuenta Cárcamo.
Otro infaltable de la cocina es el pescado pirarucú del Amazonas, que llega a la cocina con certificados de pesca responsable y que también se monta en una salsa de chontaduro que ayuda a exaltar el sabor de esta pesca. “Todos los productos que llegan a nuestras cocinas son traídos por proveedores locales, quienes todo el tiempo nos están mostrando nuevos cultivos e ingredientes para experimentar en la cocina, así como una pesca con la que podemos jugar, porque un día es corvina, otras veces atún, otras veces cherna o el clásico mero”, comenta el chef.
Esta variabilidad hace que la cocina de Oka sea un lugar donde constantemente se está experimentando con nuevos sabores que resaltan nuevos sabores y combinaciones que solo nacen de la riqueza de sabores que se pueden encontrar en Colombia. “Es increíble pero los mismos colombianos no conocen la despensa que tienen en el país. Por eso, hay que invitarlos a experimentar, de esa forma se darán cuenta de la calidad de la cocina nacional”, dice Cárcamo.
De clásicos de Bogotá a postres
Para ofrecer la máxima expresión de los sabores colombianos, el chef Cárcamo visita las nuevas propuestas gastronómicas de la ciudad que también le apuestan a exaltar el producto local, de esa forma reconoce que Bogotá se está convirtiendo en una capital mundial para comer y disfrutar de la creatividad local.
Sin embargo, también reconoce que locales y extranjeros piden los clásicos de la gastronomía nacional, como es el caso del ajiaco. “Recuerdo que cuando abrimos las puertas -antes de la pandemia- recreamos el ajiaco con espuma de papa y la gente nos decía ‘muy rico y todo pero esto no es ajiaco’, por lo que tuvimos que volver al clásico que la gente pide, porque también es cierto que se trata de un inamovible que los mismos colombianos vienen a pedir a nuestro restaurante”, comenta.
Otro clásico de la carta es El Planetario (merengue) que con su frescura y crocancia se ha convertido en uno de los favoritos de los comensales recurrentes de Oka Grill House. “El secreto está en utilizar ingredientes colombianos con lo último en tecnología de cocina. Por ejemplo, tenemos hornos eléctricos a los que les puedes medir exactamente la temperatura que necesitas para obtener postres de una calidad excepcional. Sucede lo mismo con la panadería en la que hacemos unos croissants impresionantes con harina 100 por ciento colombiana”, cuenta Cárcamo.
Muchas cabezas piensan mejor que una
Atrás quedaron los días en donde el chef era el único capaz de pensar cuál sería el futuro de la cocina, al menos en Oka, donde Cárcamo impulsa a sus cocineros a crear y proponer nuevos platos con ingredientes colombianos. “Aunque somos una grill house, nuestra cocina se abre para ofrecer desde los platos clásicos, hasta platos de autor que buscan impresionar a los comensales. La idea es que los chicos empiecen a experimentar y logren sorprender con su creatividad y mezcla de sabores. En Oka siempre buscamos ofrecer lo mejor y abrir el paladar de quienes nos visitan”, concluye el chef.
De esta forma, este restaurante del occidente de Bogotá abre sus puertas para ofrecer alternativas para que pruebe algo diferente pero hecho con ingredientes 100 por ciento colombianos.
*Precio promedio para dos personas en $205.000 pesos, incluido entradas, dos platos fuertes, postre y bebidas. Atención desde las 6 a. m. hasta las 10: 30 a. m. para desayunos; de 12 m a 4 p. m. para almuerzos y de 6 p. m. a 10: 30 p. m para cenas. Brunch todos los sábados de 12 m a 4 p. m.