Hanna Hops, un gastrobar con una apuesta diferente en Colombia
Zamira Caro Grau
El cansancio de los trabajos cotidianos lleva a increíbles proyectos. Así fue como comenzó Hanna Hops, con un intento de hacer algo diferente para escapar de la monotonía.
Felipe Arce un día decidió comenzar a hacer cerveza en su casa por diversión guiado por videos de internet, y después de una reunión con su amigo Juan José Villegas se dio cuenta que de ahí podía nacer algo mucho más grande. Más adelante María Camila Arango se unió al proyecto con su conocimiento en la cocina y así comenzó la historia de este gastrobar.
Hanna Hops recibió su nombre por dos cosas. En primer lugar, Hanna es su versión femenina de Henry Ford, uno de los emprendedores más importantes de la historia, y Hops es la traducción al español de “lúpulo”, un ingrediente esencial en la cerveza.
En un principio, cuando intentaron abrir su primer local en Quinta Camacho y se les atravesó una pandemia, el proyecto comenzó con catas de cerveza vía Zoom, uno de esos tantos planes que sacaban de la monotonía a las personas en medio del confinamiento, y siempre cerraban con el anuncio de “pronto abriremos un local en Quinta Camacho”.
Y así fue, la primera vez que este gastrobar abrió sus puertas marcó la estética de lo que sería su marca: muchas luces de neón, plantas, cercanía al cliente y dejar de lado el aire masculino que tienen muchos lugares de cervecería.
Las cervezas de Hanna Hops
Cuando su sede en Quinta Camacho comenzó a funcionar el lugar no daba abasto para toda la cerveza que estaban vendiendo, por lo que el siguiente gran proyecto fue tener su propia casa productora en Bogotá, y así lo hicieron.
Actualmente este gastrobar tiene cuatro cervezas propias. “Nosotras intentamos que nuestras cervezas muestren cómo fue el camino del emprendimiento para nosotros”, comenta Maria Camila, y de ahí vienen las historias que acompañan sus nombres.
La primera se llama 940, en homenaje a la dirección de su primer local, es una Blonde Ale suave al tomar con notas cítricas, perfecta para refrescar en climas calientes con un ABV de 4.2%.
Después llegó Tribu, en homenaje a todas las personas que han hecho parte de este emprendimiento, una cerveza tipo Amber Ale con notas dulces perfecta para acompañar una hamburguesa, choripan y demás. Esta tiene un ABV 5.0%.
Tras esta llegó Eureka, nombrada por el momento en que montaron la planta de producción y sintieron que iban por buen camino, una NEIPA con avena y trigo, notas a maracuyá, mango y cáscara de limón de lúpulos. Tiene un ABV de 6.5% y es perfecta para acompañar comidas.
Por último, su más reciente lanzamiento es la Mole Imperial Stout, una cerveza de temporada que hicieron en colaboración con la cervecería artesanal Tierra Santa y Martin Dawson. Con adiciones de chipotles y nibs de cacao, esta cerveza tiene tiene un ABV de 10.5%.
Los recomendados de Diners
Si decide pasarse por Hanna Hops ya sea en su sede de Quinta Camacho (Calle 69A # 9-40) o la más reciente en Usaquén (Cra 6 # 119-24), las cervezas artesanales que más le recomendamos probar son Eureka, si le gusta algo más ligero pero con toques frutales o la Stout de temporada, perfecta para quienes prefieran una opción fuerte.
Además, no deje de lado el hecho de que este es un gastrobar y Maria Camila dedicó gran parte de su tiempo en este proyecto planeando un menú que no fuera similar al de otras cervecerías, sino que tuviera un toque local y que genuinamente conectara con sus comensales.
Por eso, también le recomendamos probar los nachos desgranados para picar, con pico de gallo, maíz, queso costeño y salsa blanca o los chunks de pollo apanado bañados en salsa Buffalo, dip de queso azul y papas fritas.
Además, si busca algo únicamente para usted, también hay un excelente choripan con chorizo gaucho o una típica pero deliciosa hamburguesa de carne de res con pan brioche, tocineta, queso cheddar, cebolla caramelizada y mayo-chipotle con papas fritas.