Whisky: un brindis de prestigio
Hugo Sabogal
El consumo de whisky entre los colombianos –ubicados en tercer lugar en la región, después de Venezuela y Brasil– se mantiene en vigorosa evolución. Y aunque las preferencias abarcan todos los segmentos de precio, el mayor dinamismo se está viviendo en el exclusivo club de los whiskies de prestigio, cuya evolución experimenta aumentos de entre 8 % y 21 % anual.
A la hora de elegir un whisky la conexión licor-bebedor depende estrictamente de una combinación de factores, que incluye las particularidades del lugar de origen, las técnicas utilizadas para la elaboración y el estilo de la destilería.
A grandes rasgos, sabemos que los whiskies se dividen en dos categorías principales: los de malta y los de granos.
Los primeros se elaboran con cebada malteada, que no es otra cosa que la germinación de las semillas de dicho cereal y su posterior secado con aire caliente. Luego del proceso de fermentación de las mismas, el líquido resultante se destila para obtener el alcohol base del whisky. Los whiskies de malta son suaves y delicados.
Entre este tipo de whiskies están los single malt, hechos en una misma destilería y con un mismo tipo de cebada. Si en la botella encontramos la leyenda single-cask, esto significa que la bebida procede de un solo barril y, en consecuencia, tiene un valor superior.
Es bueno aclarar que el single malt también puede consistir en una mezcla de whiskies de malta provenientes de distintos toneles y de diferentes añadas, dentro de una sola destilería. Y no hay que olvidar los blended malt whiskies, confeccionados con maltas provenientes de diferentes destilerías.
Por su parte, los blended whiskies, o whiskies de mezcla, reúnen a aquellos provenientes de malta y granos. Estos tienden a poseer más cuerpo, y los mejor elaborados transmiten elegancia y tersura. Sus ingredientes incluyen caramelo para unificar el color y algunos saborizantes naturales. Los blended whiskies deben añejarse, como mínimo, por un período de tres años y agrupan whiskies de muchas destilerías.
Cuando en una etiqueta aparezca la leyenda cask strength, ello significa que el whisky no se diluye y se bebe a niveles del 80 % de alcohol por volumen. Los cask strength son ejemplares únicos y poco comunes.
A diferencia de los vinos, los whiskies no evolucionan ni mejoran con la guarda en botella. El añejamiento solo se genera en el interior de la barrica. Cuando aparece en la etiqueta una mención específica a su tiempo de envejecimiento, el número de años hace referencia al whisky más añejo incluido en la mezcla. O sea: un 18 años incluye un porcentaje de whisky de esa edad, junto a whiskies más jóvenes. ¿Por qué? La idea es aprovechar la complejidad del primero y la frescura de los segundos, con el fin de obtener un mejor equilibrio.
Para las próximas festividades de fin de año estos son nuestros cinco elegidos:
Buchanan’s Special Reserve 18 años
Si busca algo suave, el Buchanan’s Special Reserve 18 años atrae tanto al conocedor como al iniciado. Esto se logra gracias a la balanceada mezcla de los distintos whiskies que lo componen. De color ámbar intenso y cálido, presenta aromas que recuerdan al chocolate negro y al caramelo, con toques a ciruela, miel y almendras. Deja en el paladar una sensación cítrica refrescante y un sutil sabor a humo y nueces.
Chivas Regal 18 años
Para esos momentos en que su principal deseo es algo de mejor estructura, Chivas 18 años entrega una experiencia sensorial de más de 85 sabores. Es el resultado de combinar más de 20 whiskies de malta exclusivos y whiskies de grano de gran calidad. Huele a frutos cítricos dulces y ofrece un trasfondo de aromas a roble. Es aterciopelado en el paladar, con un final especiado y levemente ahumado.
Glenfiddich Single Malt 18 años
El atractivo de este whisky de malta es su añejamiento en dos tipos de toneles: uno de roble americano, y otro importado de España. Este último recipiente alojó en el pasado un vino Oloroso de Jerez. En la nariz se percibe una marcada expresión a manzana confitada y a canela. Cautiva, también, su cadena de sugerencias a flores y especias. Es suave y agradable.
Johnnie Walker Platinum, Private Blended Scotch Whisky 18 años
Anteriormente, este whisky se preparaba para los herederos de la familia Walker y los directivos de la compañía. Ahora, el maestro mezclador ha decidido elaborar una versión contemporánea para consumidores exigentes. Debe saborearse lentamente para apreciar su riqueza de aromas y sabores frutales, cremosos, ahumados, almendrados y cítricos. Es moderno y refinado.
The Balvenie Double Wood 12 años
Este es otro whisky de malta que pasa por dos tipos de barricas de añejamiento: unas, que alojaron Bourbon, y el resto, vino de Jerez. Se notan reminiscencias a nueces y a uvas frescas. Su color es ámbar oscuro y brillante. Su entrada en boca es bastante amable, y esa suavidad lo convierte en un cómplice discreto. Presenta un final seco, especiado y cálido. Es un whisky muy personal, que sugeriría para leer o escuchar música.